Política Exterior Española bajo Felipe V
Objetivos y Contexto
La política exterior de Felipe V estuvo enmarcada por los enfrentamientos derivados de la política de “equilibrio de potencias” europea. Estos llevaron a conflictos como la Guerra de Sucesión de España, la Guerra de Sucesión Polaca, la Guerra de Sucesión Austriaca, la Guerra de los Siete Años, la Guerra de Independencia de los Estados Unidos y las guerras de España y Francia contra Gran Bretaña.
Los principales objetivos de la política exterior española fueron:
- Recuperar los territorios en Italia perdidos en el Tratado de Utrecht.
- Mantener la hegemonía española en el Atlántico.
La política exterior española perdió autonomía y se vinculó estrechamente a Francia mediante los llamados “Pactos de Familia”.
Pactos de Familia
- Primer Pacto de Familia (1733): Firmado por Felipe V con Luis XV de Francia para recuperar la presencia del poder español en Italia. En el marco de la Guerra de Sucesión Polaca, Francia y España se enfrentaron a Austria. Tras la derrota austriaca en la batalla de Bitonto (1734), Austria devolvió a España Nápoles y Sicilia, que pasaron al infante Carlos (futuro Carlos III de España).
- Segundo Pacto de Familia (1743): Firmado por Felipe V con Luis XV durante la Guerra de Sucesión Austriaca. España obtuvo Milán y los ducados de Parma, Plasencia y Guastalla para el infante Felipe.
Reformas bajo Felipe V y Fernando VI
Modernización del Ejército y la Armada
Buscando la modernización militar, los Tercios Viejos fueron sustituidos por los “regimientos”. Se impuso el sistema de reclutamiento obligatorio por quintas. Ministros como José Patiño y el Marqués de la Ensenada emprendieron un ambicioso programa de reconstrucción de la Armada Española del siglo XVIII, fundamental para mantener a raya a los ingleses, destacando figuras como D. Blas de Lezo y Olavarrieta.
Control sobre la Iglesia: El Regalismo
Durante el reinado de Felipe V se intentó desarrollar el “regalismo”, doctrina que defendía la preeminencia del poder real sobre la Iglesia en asuntos temporales. Felipe V y Fernando VI ampliaron el Derecho de Presentación y el Patronato Regio al obtener mediante los Concordatos de 1717, 1737 y 1753 el derecho de Patronato Universal, que permitía al rey nombrar a los obispos.
Mercantilismo y Reformas Económicas
La doctrina económica predominante en la primera mitad del siglo XVIII fue el “mercantilismo”. Según esta teoría, la riqueza y prosperidad de una nación residen en la acumulación de reservas de oro y plata. Para ello, se debía fomentar la agricultura y las manufacturas, aumentar la exportación y limitar las importaciones extranjeras mediante altos aranceles aduaneros.
Los objetivos económicos se centraron en sanear las cuentas públicas, unificando y actualizando el sistema de recaudación de la hacienda pública sobre la base de un impuesto único para toda España. El Marqués de la Ensenada, en 1749 (no 1754), puso en marcha el Catastro de Ensenada, un detallado censo de la riqueza de Castilla para implantar esa única contribución (aunque no llegó a aplicarse de forma generalizada). La recuperación de la recaudación directa por el Estado de los impuestos consiguió el superávit presupuestario en 1749.
Se pusieron en marcha:
- Las Reales Fábricas: Con el objetivo de fomentar el aprendizaje de oficios, ampliar el número de artesanos y la producción de manufacturas nacionales. La construcción de los nuevos Palacios Reales también supuso un importante campo de trabajo.
- El Canal de Castilla (iniciado bajo Fernando VI): Proyectado para regar tierras de secano y facilitar el transporte de mercancías (comunicar Santander con Valladolid y Medina de Rioseco).
Fomento de la Ciencia y la Cultura
Felipe V y Fernando VI emprendieron la creación de una serie de instituciones académicas dirigidas a reformar y unificar la lengua, la historia y la cultura. Se crearon:
- La Real Academia de la Lengua (1713).
- La Real Academia de la Historia (1738).
- La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1744, aprobada en 1752).
El Reinado de Carlos III (1759-1788): El Despotismo Ilustrado
Muerto Fernando VI sin descendencia, fue sucedido por su hermanastro Carlos III, quien con 43 años ya era rey de Nápoles desde 1734 (no 1753). Su reinado coincidirá con el pleno desarrollo de la Ilustración en España. Los ilustrados defendían la fisiocracia como doctrina económica (que sostiene que la riqueza de un país reside fundamentalmente en una agricultura racional), el fomento de los oficios y una cierta libertad de comercio. Políticamente, defendían ideas como la separación de poderes, el contrato social entre gobernantes y gobernados y la soberanía popular, aunque muchos monarcas absolutistas, como Carlos III, asumieron únicamente las reformas económicas y administrativas bajo la fórmula del despotismo ilustrado: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.
Política Interior y Reformas
Los Ministros Ilustrados y sus Reformas
Carlos III se rodeó de ministros ilustrados como el Marqués de Esquilache, quien emprenderá una serie de reformas urbanísticas y económicas, como el adoquinado y la iluminación de las calles de Madrid, o la liberalización del comercio del trigo.
El Motín de Esquilache
Sectores de la nobleza y del clero, junto con parte del pueblo llano afectado por la subida del precio del pan (debido a la liberalización y a malas cosechas), se opusieron a esta política de reformas. La oposición culminó cuando en 1766 Esquilache obligó a modificar la indumentaria tradicional (recortar los sombreros de ala ancha y las capas largas) por motivos de seguridad pública. Las clases populares se sublevaron en Madrid en el llamado Motín de Esquilache, obligando al rey a la destitución de su ministro.
Continuación de las Reformas
Esquilache fue sustituido por ministros españoles como el Conde de Campomanes y el Conde de Aranda. Estos iniciaron la elaboración de un censo de población (Censo de Aranda, 1768-1769) y la repoblación de Sierra Morena con colonos católicos alemanes y flamencos (Nuevas Poblaciones).
Posteriormente, el Conde de Floridablanca formará la Junta Suprema de Estado (1787, antecedente del Consejo de Ministros), creará el Banco Nacional de San Carlos (1782, antecedente del Banco de España) y actualizará el recuento poblacional con un nuevo censo (Censo de Floridablanca, 1787).
El Regalismo y las Relaciones con la Iglesia
Carlos III y sus ministros ilustrados fueron decididos partidarios del regalismo. En este marco se produjo, en 1767, la expulsión de la Compañía de Jesús de todos los territorios de la Corona Española, acusada de instigar el Motín de Esquilache y de obedecer antes al Papa que al Rey.
Reformas Económicas
- Liberalización del comercio interior del trigo (1765), aunque con resultados contraproducentes a corto plazo.
- Liberalización del comercio colonial (1765 y 1778), acabando con el monopolio de Cádiz y abriendo el comercio directo con América a numerosos puertos españoles.
- Continuación de la construcción del Canal de Castilla e inicio del Canal Imperial de Aragón.
- Diseño de un plan radial de caminos de postas partiendo de Madrid.
- Embellecimiento de Madrid (Puerta de Alcalá, Museo del Prado -inicialmente Gabinete de Historia Natural-, fuentes de Cibeles y Neptuno).
- Fomento de las Sociedades Económicas de Amigos del País para difundir innovaciones técnicas y económicas.
Fomento de la Educación, Arte, Ciencia y Cultura
- Reforma de los estudios universitarios e impulso a la enseñanza primaria.
- Creación del Real Colegio de Medicina y Cirugía en Barcelona.
- Creación del Gabinete de Historia Natural.
- Creación del Jardín Botánico de Madrid.
- Creación del Real Observatorio Astronómico de la Marina en San Fernando (Cádiz).
Reorganización del Ejército y de la Armada
- Aprobación de las Reales Ordenanzas para el Ejército (1768, no 1765).
- Establecimiento del Pabellón naval para la Armada (1785).
- Adopción de la Marcha de Honor o Marcha de Granaderos como himno (origen del actual himno nacional).
Política Exterior de Carlos III
Tercer Pacto de Familia y Guerra de los Siete Años
En 1761, Carlos III y Luis XV de Francia firmaron el Tercer Pacto de Familia para defender los intereses coloniales hispano-franceses en América frente a Gran Bretaña. España entró así en la fase final de la Guerra de los Siete Años (1756-1763). Francia fue derrotada y España, como aliada, sufrió las consecuencias: en el Tratado de París (1763), debió ceder la Florida a Gran Bretaña, aunque Francia compensó a España cediéndole La Luisana occidental.
Apoyo a la Independencia de Estados Unidos
Posteriormente, España, junto a Francia, apoyó a los colonos norteamericanos en su lucha contra Inglaterra durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1775-1783). Tras la victoria de los colonos y sus aliados, España reconoció la independencia de los Estados Unidos y, en la Paz de Versalles (1783), recuperó Menorca y la Florida de manos británicas.