Sexenio Absolutista (1814-1820)
Fernando VII regresó a España en 1814. Recibido triunfalmente, el pueblo lo aclamó entusiasmado como rey absoluto. La Regencia liberal comunicó a Fernando VII su obligación de jurar la Constitución de 1812 y aprobar la legislación elaborada en las Cortes de Cádiz. El rey se desvió hacia Valencia, donde un grupo de diputados absolutistas le entregaron el Manifiesto de los Persas. En este documento, se le exigía gobernar de forma absolutista. Fernando VII abolió la Constitución y declaró nula y sin ningún valor ni efecto la obra legislativa de las Cortes. En poco tiempo, Fernando VII desmanteló la obra legislativa de los liberales de Cádiz. Se restablecieron la Inquisición, los privilegios señoriales, se anuló la libertad de prensa, se paralizaron las tímidas medidas desamortizadoras y las libertades civiles quedaron suspendidas. El monarca inició una fuerte represión contra los liberales. En 1816 se produjo la Conspiración del Triángulo, que pretendió el asesinato del rey. Sin embargo, todas estas acciones fueron descubiertas y sus protagonistas marcharon al exilio o fueron ejecutados.
Década Ominosa (1823-1833)
Durante esta etapa, hubo levantamientos de los realistas puros, quienes acusaron a Fernando VII de transigir demasiado con los liberales. El más destacado fue la Guerra de los Malcontentos. La situación de la Hacienda Pública se hizo insostenible debido a los efectos de la Guerra de la Independencia, el aumento de la deuda pública y la pérdida de las posesiones americanas.
Reformas Económicas de Luis López Ballesteros
- Confeccionó un Presupuesto General del Estado.
- Suprimió el Banco de San Carlos y creó el Banco de San Fernando.
- Promulgó el primer Código de Comercio en España y la Ley de Bolsa.
El Problema Sucesorio
En los últimos años del reinado de Fernando VII se desencadenó el problema sucesorio. Fernando VII contrajo matrimonio con María Cristina de Borbón. Publicó la Pragmática Sanción, que derogaba la Ley Sálica y permitía la sucesión femenina. La reina dio a luz a una niña, Isabel, que fue proclamada Princesa de Asturias, lo que dejó sin opción al trono al infante Carlos María Isidro, líder del sector más radical del absolutismo. Carlos María Isidro y sus partidarios consideraron ilegal la Pragmática Sanción. Tras el fallecimiento de Fernando VII, el país quedó al borde de una Guerra Civil por la sucesión de la Corona. La Princesa de Asturias significaba la esperanza para los liberales, y el infante don Carlos representaba la continuidad del absolutismo.
Bienio Progresista (1854-1856)
En 1854, la acción conjunta de progresistas, moderados y demócratas (un grupo republicano y partidario del sufragio universal masculino) consiguió un cambio en la orientación política del Gobierno de España.
Factores Clave
- El Manifiesto del Manzanares, elaborado por Antonio Cánovas del Castillo, donde se pedía el cese de la camarilla de la reina, la rebaja de impuestos y nuevas leyes electorales y de imprenta.
- Las Jornadas de Julio: se constituyeron Juntas Revolucionarias en ciudades como Barcelona, Valencia y Zaragoza, e incluso se alzaron barricadas en Madrid.
- La Vicalvarada: pronunciamiento militar del general O’Donnell en Vicálvaro, de resultado incierto, ya que los sublevados se retiraron.
La Desamortización de Madoz (1855)
La desamortización emprendida por Pascual Madoz en 1855 tuvo mayor alcance que la iniciada por Mendizábal. Afectó al resto de los bienes de las comunidades religiosas y al clero secular, así como a las propiedades del Estado y los ayuntamientos. Los ingresos obtenidos por el Estado fueron muy superiores a los de la anterior desamortización. Este proceso desamortizador produjo las siguientes consecuencias:
- Se consiguió recaudar mucho dinero para el Estado.
- El Estado convirtió el patrimonio amortizado en bienes nacionales.
- Incremento de las superficies cultivables.
- Consolidó la estructura de dominio de la tierra preexistente.
- Transformó la fisionomía de las ciudades.
- Los progresistas elaboraron la Constitución de 1856, conocida como “non nata”, ya que nunca entró en vigor.
La Primera República Española (1873-1874)
Ante la ausencia de un rey constitucional, el Congreso de los Diputados y el Senado proclamaron la República. El principal problema de los republicanos fue la propia definición de Estado, con el enfrentamiento entre centralistas y federalistas. El federalismo defendía que las naciones debían formarse mediante pactos libres de sus partes. Además, proponía la supresión del impuesto de consumos, del sistema de quintas y el reparto de tierras. Fue elegido presidente Estanislao Figueras, quien convocó Cortes Constituyentes con el objetivo de elaborar una nueva Constitución. Sin embargo, Figueras abandonó España agobiado por la difícil situación económica. Su sucesor fue Francesc Pi i Margall. Durante su mandato, se presentó un proyecto de Constitución federal en la que apenas se aprobaron algunos artículos. Los seguidores de Pi i Margall se impacientaron y declararon la autonomía en algunas provincias y ciudades que se constituyeron en cantones. Fue el comienzo de la Revolución Cantonal. El presidente se vio obligado a dimitir. El nuevo presidente fue Nicolás Salmerón, quien utilizó al ejército contra las sublevaciones cantonalistas, pero se negó a firmar penas de muerte y dimitió. Le sucedió el republicano Emilio Castelar.
Partidos Políticos en la Monarquía Borbónica de la Restauración
La dinámica del sistema de la Restauración requería la existencia de dos partidos políticos que dieran contenido al juego político tolerado, los cuales fueron denominados “partidos dinásticos”.
Partidos Dinásticos
- El Partido Liberal Conservador: presidido por Antonio Cánovas del Castillo y configurado como el ala más inmovilista del régimen. Conectaba con el moderantismo y el centro político del período isabelino. El propio Cánovas había militado en la Unión Liberal y elaborado su programa. Representó a la derecha monárquica.
- El Partido Liberal Fusionista: presidido por Práxedes Mateo Sagasta. Fue el resultado de la adhesión al sistema de políticos de distintas tendencias, y representó a la izquierda tolerada por el régimen. Se aprobaron leyes como el reconocimiento del derecho de asociación o el sufragio universal masculino. La base social del Partido Liberal fue la burguesía y las clases populares.
Partidos de la Oposición al Régimen
- El Carlismo: experimentó un declive. Recibió el apoyo del Vaticano y del catolicismo más integrista. Sin embargo, perdió apoyo por un acercamiento a la Santa Sede y al nuevo régimen español.
- El Republicanismo: se fragmentó en varios partidos, como los posibilistas, la Unión Republicana y el Partido Republicano Federal.
- El Movimiento Obrero: La Restauración declaró ilegal el asociacionismo obrero hasta que Sagasta toleró las alianzas y aprobó el derecho de reunión. En 1887, la Ley de Asociaciones dio carta legal a las organizaciones de obreros.
- El Anarquismo: Localizado en los núcleos catalán y andaluz. Rechazó la política parlamentaria y la existencia de los partidos, incluidos los obreros. Los métodos de acción del anarquismo fueron varios:
- La acción violenta: contra personas e intereses burgueses.
- La ocupación de fincas y pueblos.
- La huelga y el sabotaje.
- Los proyectos pedagógicos.
- El Socialismo: se creó siguiendo las recomendaciones de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT). Con un programa marxista, su fundador fue Pablo Iglesias. Estableció el modelo de un partido de masas, descentralizado, con una estructura democrática y una disciplina que obliga a cumplir las decisiones aprobadas desde la base. Se fundó la UGT. Para conseguir sus fines, empleó la negociación y la huelga.