Etapas del reinado de Alfonso XIII


En 1902, Alfonso empezó a reinar de manera efectiva sobre una España deseosa de regeneración tras el Desastre colonial de 1898 y en un momento de relevo generacional en la política española.
En 1906 se casó con Victoria Eugenia de Battenberg, nieta de la reina de Inglaterra, con la que tuvo seis hijos. Los problemas de su reinado (crisis política, guerra de Marruecos, agitación social…) condujeron al Golpe de Estado y a la dictadura de Primo de Rivera en 1923. Las elecciones de Abril de 1931 dieron el triunfo a los republicanos y el rey abandonó el país.Alfonso XIII vivíó en el exilio aún diez años. Murió en Roma donde fue enterrado en 1941. Posteriormente, en 1980, sus restos fueron trasladados al Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial donde reposan en la actualidad.

Reinado de Alfonso XIII – El regeneracionismo


El Desastre colonial del 98 y la muerte de Canovas y de Sagasta, pusieron a prueba el sistema político de la Restauración. Pero la alternancia de los dos grandes partidos en el poder continuó. Nuevos líderes, como Maura y Canalejas, al frente de sus partidos, intentarán regenerar a España y modernizar los viejos principios del sistema. Antonio Maura, líder del partido Conservador fue varias veces jefe del Gobierno. Intentó la reforma del ejército y de la Administración, una revolución desde arriba que acabaría con el caciquismo y los vicios del turnismo. Pero chocó con viejas inercias, con los liberales y la izquierda, con los regeneracionistas de Costa y con el propio rey Alfonso XIII.José Canalejas consiguió reunir por algún tiempo al dividido Partido Liberal. Durante su gobierno abolíó el impopular impuesto de consumos, implantó la obligatoriedad del servicio militar y su «ley del Candado» pretendíó limitar la instalación de nuevas órdenes religiosas.
Con la muerte de Canalejas, asesinado en Noviembre de 1912, y la renuncia de Maura a la política, los grandes partidos de la Restauración se fraccionaron en distintas tendencias.
Reinado de Alfonso XIII – Conflictos políticos y socialesLos diferentes gobiernos de Alfonso XIII se enfrentaron a varios problemas con hondas raíces en el pasado:

Nacionalismos

La estructura centralista del Estado español fue amenazada por la aparición de regionalismos y nacionalismos en la periferia peninsular. Reivindicaban la tradición cultural y la autonomía política. La Lliga Regionalista (Prat de la Riba, Cambó) fue el principal instrumento político de la burguésía catalana. A partir de las ideas de Sabino Arana se fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Con menos respaldo social, en Galicia se crearon las Irmandades de Fala en 1918, y Blas Infante desarrolló las bases teóricas del andalucismo.

La cuestión religiosa

La Constitución definía un Estado confesional católico, pero algunos políticos liberales, intelectuales y obreros intentaron limitar el número de religiosos y el poder de la Iglesia en la sociedad y en la política española. En 1910, el clero católico lo compónían 65.000 miembros.

El movimiento obrero y la cuestión social

Las malas condiciones de vida originaron protestas de obreros y campesinos, que se organizaron en grupos anarquistas y socialistas. El anarcosindicalismo se extendíó en Andalucía y Cataluña y se exprésó a través del periódico Solidaridad Obrera de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), mientras que grupos más radicales recurrieron al terrorismo como arma revolucionaria y contra la violencia patronal. En Madrid, Bilbao y Asturias, predominó la adhesión al socialismo liderado por Pablo Iglesias, diputado desde 1910.
La guerra de Marruecos se convirtió en una sangría de hombres y dinero para España. Durante la contienda, el ejército sufríó importantes derrotas (Barranco del Lobo en 1909 y Annual en 1921). La consecuencia fue la impopularidad de los militares y del rey, que respaldó decisiones catastróficas.
Reinado de Alfonso XIII – La dictadura de Primo de RiveraLa crisis política y las consecuencias del desastre bélico de Annual condujeron al Golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera el 13 de Septiembre de 1923. Es el comienzo de una dictadura personal que mantiene la Monarquía pero no sigue la Constitución ni acepta los partidos políticos.
La dictadura tuvo dos fases:
Un directorio militar, que resolvíó el problema militar en Marruecos, mantuvo el orden público y reformó la Administración.
Un directorio civil, que pretendíó la mejora económica mediante la inversión estatal y la renovación de infraestructuras.
Sin embargo, los problemas sin resolver se acumulaban y la dictadura perdía apoyos políticos. Primo de Rivera dimitía y era sustituido por el general Berenguer, mientras los republicanos se unían contra la Monarquía en el Pacto de San Sebastián (Agosto de 1930).
El gobierno que sustituyó a Berenguer convocó elecciones municipales para el 12 de Abril de 1931, y tras sus resultados, favorables a los republicanos, Alfonso XIII decidíó abandonar España

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