Evolución de la Novela Española en el Siglo XX: Del Modernismo a la Novela Experimental


El Modernismo y la Vanguardia

El modernismo abrió nuevos caminos en la poesía, que derivaron en las manifestaciones poéticas vanguardistas. Estas se centraron en la intimidad y lo cotidiano, y en una preocupación americanista que descubrió la geografía del nuevo mundo.

El Arte Nuevo

El arte nuevo se caracterizó por ser elitista, difícil, hermético y reservado a un público culto. Tendía a la depuración, era autosuficiente y solo llegaba al intelecto. Era antirrealista, huía de la realidad y construía una nueva, con la misión de inventar lo que no existía. Era intranscendente, se desentendía de temas graves y veía el arte como una actividad lúdica.

La Novela Modernista

En la novela, se estableció un distanciamiento entre la obra artística, con un fin estético, y la realidad. Gabriel Miró empleó la estilización para alejarse de la realidad, incorporando elementos narrativos que quedaban en un segundo plano, alcanzando gran protagonismo la idealización de la naturaleza.

Ramón Pérez de Ayala desarrolló una novela intelectual, con elementos estructurales narrativos que supeditaban su propósito de expresar ideas filosóficas, políticas, morales o estéticas, simbolizándolas en personajes simples.

Ramón Gómez de la Serna reflejó su espíritu vanguardista, llegando a lo incongruente, irracional y disparatado, alejándose remarcadamente de la realidad.

La Generación del 50

Surgirá una generación con principios ideológicos, temáticos y formales, tratando la palabra como un estímulo para el cambio social y la literatura como un arma política. Los relatos buscaban reflejar objetivamente la realidad, aplicando la técnica de la narración objetivista, cuyo máximo grado fue el conductismo.

Otros autores optaron por una crítica más directa aplicando el realismo crítico, basado en la denuncia de las desigualdades e injusticias. Los temas recurrentes fueron el desaliento, la insatisfacción o la soledad en la sociedad española, el recuerdo de la guerra y sus consecuencias.

El Realismo Intimista

Miguel Delibes representó el realismo intimista, con una primera etapa centrada en la tristeza y frustración, y una segunda etapa centrada en el realismo social.

Ana María Matute fue una novelista personal e independiente, que compuso obras donde expresa una realidad transformada desde su punto de vista. Compuso novelas de contenido fantástico y de tono realista.

Rafael Sánchez Ferlosio fue reconocido por Alfanhui, su obra clave. Fue antecesor del realismo mágico hispanoamericano. Su obra El Jarama refleja mediante el conductismo un significado simbólico sobre la oposición del mundo joven y adulto.

La Novela Experimental

En los años sesenta, se produce una superación del realismo y se da lugar a la novela experimental. Con autores como Vargas-Llosa y Luis Martín Santos, tendrá lugar el boom de la narrativa hispanoamericana.

La novela experimental se basaba en la deconstrucción de los modelos anteriores para construir la misma, lo que implicaba transformaciones en todos sus elementos. Se iniciará una nueva forma narrativa, más preocupada por los aspectos formales de la obra.

Destacan Cela con San Camilo, 1936, Delibes con Cinco horas con Mario, Juan Marsé con Últimas tardes con Teresa y Juan Benet con Volverás a Región.

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