Trastornos del Equilibrio Ácido-Base
Acidosis Respiratoria
Cualquier enfermedad que disminuya la ventilación alveolar provoca la retención de CO2, lo que a su vez aumenta los iones H+. La compensación es renal, con un aumento del bicarbonato plasmático.
Alcalosis Respiratoria
Se caracteriza por una caída en la cantidad de CO2 y una disminución de iones H+. La compensación es renal, y la disminución del bicarbonato puede llevar el pH a valores normales.
Acidosis Metabólica
Se puede deber a cuatro mecanismos diferentes:
- Aumento de la producción de ácidos (ej., en pacientes con mayor metabolismo anaeróbico o en casos de shock).
- Disminución de la eliminación normal de ácidos (ej., en casos de insuficiencia renal).
- Pérdidas patológicas de bicarbonato (ej., por diarrea o trastornos renales).
- Intoxicación con sustancias que generen ácidos.
La compensación es respiratoria y renal.
Alcalosis Metabólica
Se puede deber a:
- Pérdidas patológicas de ácido.
- Uso de diuréticos.
- Aumento de mineralocorticoides.
- Ingesta exagerada de alcalinos.
En varios de estos mecanismos, la compensación respiratoria, con retención de CO2, resulta insuficiente.
Consecuencias Fisiológicas
Acidosis
Los sistemas enzimáticos fallan, siendo graves las acidosis con un pH menor de 7.20. Las alteraciones incluyen:
- Arritmias.
- Hiperkalemia.
- Cambios en la concentración de Cl- (cloruro).
- Estimulación respiratoria.
- Debilidad muscular.
- Hipotensión arterial, entre otras.
Alcalosis
Puede manifestarse con:
- Tetania (posiblemente por insuficiencia de las glándulas paratiroides).
- Arritmias.
Equilibrio Hidroelectrolítico
El 65% del agua se almacena como agua intracelular, y el 35% como agua extracelular. Esta última se subdivide en líquido intersticial y líquido intravascular. El agua se mantiene en niveles normales gracias a la función renal, que asegura la normohidratación del organismo.
El principal mecanismo para controlar el agua corporal es la osmolalidad, que se refiere a la cantidad o concentración de sustancias disueltas (solutos). Sustancias como la glucosa, las proteínas y los electrolitos afectan la osmolalidad y se encuentran disueltas en el agua del organismo.
Cuando dos soluciones con diferente concentración de solutos están separadas por una membrana permeable, se produce una diferencia de presión que posibilita el desplazamiento de agua. Esta presión se conoce como presión osmótica. El agua se desplaza desde la solución hipotónica (baja concentración de solutos, mucho agua) hacia la solución hipertónica (muchos solutos, poca agua). Las soluciones hipertónicas tienden a atraer agua hacia sus compartimentos.
Cuando el líquido extracelular contiene más electrolitos, es hipertónico con respecto al líquido intracelular, y el agua pasará del interior al exterior de la célula. Por el contrario, cuando el líquido intracelular contiene más electrolitos y su presión osmótica es mayor, el agua pasará del líquido extracelular al interior de la célula.
Cuando nos deshidratamos, la sangre adquiere una mayor concentración, se vuelve hipertónica y tiende a atraer agua procedente de las células. Las células del hipotálamo, llamadas osmorreceptores, reaccionan produciendo la hormona antidiurética (ADH). Esta hormona viaja por la sangre hasta los riñones, dándoles la orden de reabsorber una mayor cantidad de agua, lo que resulta en una disminución del volumen de orina.
En la hiperhidratación, causada por una condición hipotónica, se produciría una mayor eliminación de agua. Los osmorreceptores también estimulan la sed.
Electrolitos
Son sustancias que, en solución, conducen corriente eléctrica. Los más importantes son: Sodio (Na+), Potasio (K+), Cloro (Cl-), Bicarbonato (HCO3-), Sulfato, Magnesio (Mg2+) y Calcio (Ca2+). Los electrolitos pueden actuar en la membrana celular creando corrientes eléctricas, como los impulsos nerviosos. Otras funciones incluyen la activación de enzimas. El riñón regula la cantidad de estos electrolitos que se eliminan por la orina.
Efectos de la Actividad Física sobre el Riñón y Adaptaciones Fisiológicas al Ejercicio
Para compensar las modificaciones de la volemia (volumen de sangre), de los volúmenes de líquido intersticial, del pH y del contenido iónico, se requiere la participación renal. El riñón corrige estos desequilibrios formando:
- Orina abundante en H+.
- Oligurias (disminución del volumen de orina).
- Orina con concentración y contenido variable.
La actividad física de larga duración modifica las funciones glomerulares y tubulares y puede producir un cierto grado de lesión de la nefrona.
Modificaciones del Flujo Sanguíneo Renal y de la Filtración Glomerular
En ejercicios intensos, se altera la perfusión sanguínea y los mecanismos de filtración. Estas alteraciones dependen de la intensidad y tipo de ejercicio, del ambiente térmico y de la existencia o no de rehidratación. El flujo plasmático renal disminuye fuertemente.
Reabsorción Tubular en el Ejercicio Físico
- Reabsorción de agua: Aumenta la reabsorción de agua debido a la mayor secreción de hormona antidiurética (ADH).
- Reabsorción de electrolitos.
- Reabsorción de compuestos orgánicos: Se observan ligeros aumentos en la reabsorción tubular de glucosa o aminoácidos. En ejercicios extenuantes, suele producirse proteinuria de esfuerzo.
Secreción Tubular
- Secreción tubular de hidrogeniones (H+): Después del ejercicio, aumenta la secreción renal de H+.
- Secreción de Potasio (K+): Aumenta la secreción de K+.
Modificación del Volumen y Composición de la Orina
- Volumen de orina (diuresis): Se encuentra disminuido, con oliguria de esfuerzo.
- Concentración (densidad): Es muy variable. Si las pérdidas hídricas son importantes, la concentración y la densidad de la orina son altas.
- Excreción de Sodio (Na+): Tiende a disminuir.
- Excreción de Potasio (K+): Tiende a aumentar.
- Excreción de hidrogeniones (H+): Se encuentra muy aumentada.
- Excreción de compuestos orgánicos: Con proteinuria de esfuerzo.
- Aparición de elementos formes de la sangre: Como hematíes o hemoglobina.