Fobias: Comprende el Miedo Irracional y sus Tratamientos Psicológicos


Fobias: Miedo Irracional y Trastornos de Ansiedad

La fobia es un trastorno de salud emocional o psicológica que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado ante objetos o situaciones concretas, como por ejemplo, insectos o lugares cerrados. También se suele catalogar como fobia un sentimiento de odio o rechazo hacia algo que, si bien no constituye un trastorno de salud emocional tan intenso como el temor irracional, en el ámbito clínico se refiere específicamente a un tipo de trastorno de ansiedad en el cual una persona puede sentirse extremadamente ansiosa o experimentar un ataque de pánico al ser expuesta al objeto de su miedo. Estas son uno de los trastornos psiquiátricos más comunes, ya que una gran cantidad de personas en el mundo sufre de alguna fobia.

Historia de las Fobias en la Psicología

Las fobias han sido estudiadas en la psicología desde sus inicios. Freud (1929) abordó las fobias desde dos fases del proceso neurótico:

  • Primera fase: Es la represión de la libido y su transformación en angustia, una fase que queda ligada a un peligro exterior.
  • Segunda fase: Se van constituyendo todos los medios de defensa destinados a impedir un contacto con este peligro, el cual se percibe como un hecho exterior.

Tratamiento de las Fobias

Si la fobia no causa problemas graves, la mayoría de los pacientes saben que simplemente evitar la fuente de su miedo es suficiente para mantener el control. El médico, psiquiatra o psicólogo puede recomendar una terapia de conducta.

Las terapias psicológicas que pueden ser beneficiosas para las personas que padecen fobia son la técnica de «inmersión» o las terapias graduadas de exposición. Todas estas técnicas se enmarcan en el enfoque de la terapia cognitivo-conductual (TCC). En algunos casos, los medicamentos ansiolíticos también pueden ser de ayuda. La mayoría de las personas que tienen fobias entienden que están sufriendo un miedo irracional o desproporcionado; sin embargo, este reconocimiento no impide que sigan manifestando esa intensa reacción emocional ante el estímulo fóbico.

Las fobias específicas suelen tratarse mediante psicoterapia, la cual, a la vez que enseña al paciente las causas de su fobia, le aporta técnicas para ir dominando la ansiedad ante el estímulo desencadenante. Las técnicas para controlar la respiración y la tensión muscular también pueden ser de gran utilidad.

Tipos de Tratamiento para Fobias

  • Técnica de exposición: En esta, poco a poco, los profesionales confrontan al paciente con la situación temida. El estímulo gradual y progresivo permite que las personas, poco a poco, vayan controlando sus temores.
  • Desensibilización sistemática: En esta técnica, en lugar de estímulos reales, se recurre a la imaginación del paciente, quien va proyectando en su mente el estímulo temido. En ambos ejemplos de tratamiento, la exposición o la imaginación del estímulo se detiene cuando el paciente no puede controlar su ansiedad, y se retoma cuando se ha tranquilizado. Poco a poco, logra resistir períodos más largos y así se va perdiendo el miedo.
  • Terapia cognitiva: En esta, se le proporciona al paciente mucha información sobre la situación a la que teme, para que de esta manera vaya cobrando confianza (este tratamiento se utiliza mucho con pacientes que padecen aerofobia –miedo a volar– y que, sin embargo, necesitan poder subirse a un avión debido a motivos laborales).
  • Métodos de choque: (terapias conductuales donde se produce una exposición forzada al estímulo hasta que el paciente controle su ansiedad). El uso de psicofármacos no suele ser recomendado en el tratamiento de las fobias, debido a que, si bien pueden paliar los síntomas de ansiedad, no eliminan el problema.
  • Programación Neurolingüística (PNL): Se ha popularizado como tratamiento ante determinadas fobias, pero sus resultados aún no han sido científicamente comprobados.

Otros tratamientos alternativos incluyen las terapias con flores de Bach, los libros y grupos de autoayuda, y la hipnosis.

Componentes de la Respuesta Fóbica

La respuesta fóbica se manifiesta a través de tres sistemas principales:

  • a) Fisiológico: Importante incremento de la activación vegetativa: taquicardia, sudoración, vasoconstricción periférica, enrojecimiento, palidez, malestar estomacal, sequedad de la boca, diarrea, etc.
  • b) Motor o Comportamental: Conducta de evitación o escape. Cuando el sujeto se encuentra inesperadamente en la situación temida, si es forzado a mantenerse en ella, pueden aparecer perturbaciones de la ejecución motora a nivel vocal o verbal: voz temblorosa, muecas faciales, movimientos extraños de las extremidades, rigidez, disfluencias, etc.
  • c) Cognitivo: Anticipación de consecuencias desfavorables o catastróficas. Es la evaluación negativa de la situación o de las propias capacidades, la preocupación por las reacciones somáticas y los pensamientos de escape o evitación.

Clases Comunes de Fobias

La fobia, como consecuencia de un miedo aparentemente consciente acompañado de un componente ansioso, puede expresarse de muchas maneras. Existen tantas fobias como personas, ya que cada individuo puede desarrollar una fobia a cualquier cosa, aunque se describen con frecuencia algunos tipos más habituales, como:

  • Sangre, inyecciones y otros procedimientos médicos.
  • Ciertos animales (perros, serpientes, arañas, etc.).
  • Espacios cerrados.
  • Lugares públicos.
  • Volar.
  • Lugares altos.
  • Tormentas.

A cada una se le asigna un nombre científico. A continuación, algunos ejemplos: acrofobia (miedo a la altura), agorafobia (miedo a los espacios abiertos), algofobia (miedo al dolor), androfobia (miedo a los hombres), antropofobia (miedo a la gente), autofobia (miedo a estar solo), aracnofobia (miedo a las arañas), batofobia (miedo a la profundidad), catagelofobia (miedo al ridículo), claustrofobia (miedo a los espacios cerrados), cinofobia (miedo a los perros), demofobia (miedo a las multitudes), eritrifobia (miedo al color rojo), entomofobia (miedo a los insectos), ginofobia (miedo a las mujeres), hidrofobia (miedo al agua), hodofobia (miedo a los viajes), iofobia (miedo a los venenos), misofobia (miedo a las inmundicias), nictofobia (miedo a la oscuridad), patofobia (miedo a la enfermedad), tanatofobia (miedo a la muerte), traumatofobia (miedo a los accidentes), zoofobia (miedo a los animales), hipnofobia (miedo al sueño), pedofobia (miedo a los niños).

Fobia Escolar: Un Trastorno Específico

Este tipo de miedo es importante por su especial relevancia y relación con el rendimiento escolar. Méndez y Maciá (1990) refieren que muchos autores utilizan esta etiqueta para referirse a cualquier problema de asistencia al colegio debido a la gran ansiedad experimentada por el niño en el contexto escolar, tanto si el miedo principal se debe a la separación de sus padres como si se debe a algún aspecto específico de la situación escolar. Otros autores, por el contrario, prefieren hablar de rechazo escolar para referirse a la no asistencia del niño o niña a la escuela, ya sea por la presencia de una fobia escolar o debido a un trastorno por ansiedad de separación, insistiendo en que son problemas distintos, ya que las situaciones que lo desencadenan son diferentes. La fobia escolar se refiere al rechazo prolongado que un niño experimenta a acudir a la escuela por algún tipo de miedo relacionado con la situación escolar. Con todo, según Ollendick y Mayer (1984), en la fobia escolar hay dos tipos de variables: a) factores relacionados con la escolaridad, como el miedo a algún profesor, bajo rendimiento escolar, problemas en las relaciones con los compañeros, problemas por la apariencia o defectos físicos, etc.; y b) sucesos vitales negativos, como enfermedad prolongada, separación de los padres, fallecimientos, etc. La fobia escolar se manifiesta a través de tres sistemas de respuesta:

  • El motor o comportamental: El niño evita ir a la escuela o se escapa de ella. Las conductas componentes pueden aparecer a través de una conducta negativista: no se viste o lo hace muy lentamente, entreteniéndose constantemente; no desayuna; no encuentra los materiales de clase. Si se le obliga a ir, se vuelve a casa, o no asiste a la clase, deambulando por el recinto escolar o escapándose. Si se le lleva a la fuerza, grita, llora, patalea, tiembla y se agarra a la madre o al padre en el momento de la separación. Y si, por el control de los padres y profesores, ha de permanecer en clase, su conducta puede ser altamente perturbadora, ya sea de forma activa o pasiva.
  • El psicofisiológico: Se manifiesta a través de una importante activación vegetativa, dependiente del Sistema Nervioso Autónomo, en su rama simpática: sudoración de las manos o de todo el cuerpo, tensión muscular elevada, sensaciones de mareo o desmayo, dolores de cabeza, dolores de estómago, vómitos, diarrea, necesidad constante de orinar, taquicardia, etc. Es habitual encontrar problemas relacionados con la alimentación y el sueño.
  • El cognitivo-experiencial: El niño manifiesta su negativa a ir al colegio. Y muy especialmente, se dan una serie de pensamientos e imágenes negativos sobre situaciones escolares. El niño suele anticipar una serie de consecuencias negativas o desfavorables, tendiendo a evaluar negativamente sus propias capacidades o las situaciones: le van a preguntar y le pondrán mala nota; el examen será muy difícil; hará el ridículo; se va a quedar en blanco, etc. Esto puede tener algo de verdad, ya que la presencia de tanta ansiedad interfiere con los procesos atencionales, la recuperación del material almacenado en la memoria, etc.

El bullying está reconocido como una de las principales causas de este tipo de fobia.

Usos No Clínicos del Término «Fobia»

Las fobias son miedos intensos e irracionales de los que no es posible liberarse, incluso cuando no existe un peligro real. En una fobia específica, el miedo, la ansiedad y la evitación se centran en determinados objetos, actividades o situaciones. Quienes las sufren reconocen que sus miedos son irracionales y que no pueden controlarlos. Casi todo el mundo tiene alguna fobia benigna, como miedo a las alturas, a los espacios cerrados, a los bichos o a las cosas que se arrastran. Un trastorno fóbico se distingue de estas porque produce ansiedad abrumadora. Las verdaderas fobias pueden causar vómito, escalofríos, carreras sin control o desmayos. Para que se diagnostique un trastorno fóbico, se requiere que el miedo altere la vida diaria. Las personas con fobias se sienten tan amenazadas que harán hasta lo imposible para evitar el objeto o la situación temida. Cerca del 11% de los adultos experimenta trastornos fóbicos a lo largo de su vida (Magee et al., 1996). Es posible que un individuo desarrolle una fobia a prácticamente cualquier cosa. El nombre de una fobia se crea con un prefijo, mayormente de raíces griegas, y el sufijo -fobia, lo que permite crear una enorme cantidad de posibles definiciones. Muchos términos son recopilados por la literatura médica, pero existen casos más relacionados con la sociología que con la medicina.

Muchos términos que llevan el sufijo -fobia están relacionados con actitudes negativas hacia cierta categoría de personas o cosas, de manera análoga al uso médico del término. Usualmente, estas «fobias» se describen como temor, disgusto, desaprobación, prejuicio, odio, discriminación u hostilidad contra el objeto de la fobia. La mayor parte de las veces son actitudes basadas en prejuicios, como por ejemplo, el caso específico de la xenofobia (el rechazo hacia las personas extranjeras).

La discriminación por clase social no se considera una fobia médica, ya que es solo un síntoma de otros asuntos psicológicos, resultado de creencias sociopolíticas. En otros términos, mientras las fobias médicas suelen clasificarse como un temor incapacitante, la discriminación tiene su raíz en razones sociales.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *