Fundamentos Educativos y Estructura del Sistema Español


Pilares de la Educación y Ejemplos

La educación se fundamenta en cuatro pilares esenciales:

  1. Aprender a Conocer: Implica adquirir y actualizar conocimientos básicos, así como desarrollar capacidades fundamentales como comprender, conocer y descubrir. Las actividades asociadas incluyen leer, escribir, explicar y analizar problemas, escuchar y hablar con claridad.

  2. Aprender a Hacer: Relacionado con el pilar anterior, pero enfocado en que el alumnado aplique el conocimiento de forma autónoma. Significa conocer formas de actuar, usar conocimientos y utilizar diversas estrategias. Ejemplos: interpretación de un documento, manejo de aparatos, aprendizaje de instrumentos musicales, educación corporal (danzas), habilidades manuales de restauración, desenvolverse en el medio físico, competencias en lengua propia y extranjera.

  3. Aprender a Vivir Juntos, Aprender a Vivir con los Demás: Aprender a convivir requiere enseñar a participar y asumir responsabilidades. Implica escuchar, colaborar, aceptar, respetar, tolerar y ser generoso.

  4. Aprender a Ser: Supone el desarrollo integral de la persona en aspectos cognitivos, afectivos, sociales, físicos y sensoriales. Implica el dominio de todas las habilidades mencionadas en el desarrollo de los otros pilares.

Estructura del Sistema Educativo Español

El sistema educativo español se organiza en las siguientes etapas:

  • Educación Infantil: Primer nivel educativo, de 0 a 6 años. Tiene carácter voluntario y es gratuita de 3 a 6 años.

  • Educación Primaria: Primer nivel de enseñanza obligatoria, con una duración de seis años académicos (6-12 años). Esta etapa se organiza, según la LOE, en tres ciclos de dos cursos académicos cada uno; la LOMCE organiza por cursos académicos, año a año.

  • ESO (Educación Secundaria Obligatoria): Etapa obligatoria y gratuita que completa la educación básica. Consta de 4 cursos académicos que se realizan ordinariamente entre los 12 y los 16 años de edad. Presta especial atención a la orientación educativa y profesional. De esta etapa se destacan los programas de diversificación curricular que comenzaron con la LOGSE y se desarrollaron con la LOE. La LOMCE implantó programas de mejora del aprendizaje y rendimiento que comprenden adaptaciones organizativas y curriculares.

  • Bachillerato: Forma parte de la educación postobligatoria y tiene carácter voluntario. Consta de dos cursos académicos que se desarrollan entre los 16 y 18 años de edad. Modalidades según la LOMCE: Humanidades y Ciencias Sociales, Ciencias, y Artes. Será necesario superar una evaluación final para obtener el título de Bachillerato.

  • Formación Profesional: La LOMCE la organiza en Formación Profesional Básica, Grado Medio y Grado Superior. Los ciclos básicos duran 2 años y van destinados a alumnos de 15 años que hayan cursado 3º de ESO; se puede permanecer un máximo de 4 años. Los Grados Medio y Superior son postobligatorios y capacitan para el desarrollo de distintas profesiones.

  • Enseñanzas Artísticas: Garantizan el futuro de la música y demás artes. Incluyen enseñanzas elementales (música y danza), artísticas profesionales y superiores.

Modelo Práctico del Curriculum

Su gran aportación es considerar que el curriculum en la práctica se particulariza y contextualiza. Esta perspectiva destaca el carácter práctico de los problemas curriculares, su resolución en contextos de riesgo e incertidumbre, y la necesidad de recurrir a razonamientos prácticos y deliberativos para resolverlos. El profesor no actúa siguiendo directrices de expertos, sino que responde personalmente a las exigencias de la tarea diaria. La enseñanza es un proceso continuo de toma de decisiones y los alumnos nunca son estáticos.

La aportación de Stenhouse (1984) es la que ha alcanzado reconocimiento, tratamiento y prestigio en ámbitos educativos, ya que presenta un nuevo enfoque sobre la elaboración, desarrollo y aplicación del curriculum, denominado por el autor como modelo de proceso. Su pensamiento pedagógico y su actividad práctica se realizan en torno a la investigación con los profesores en su trabajo de aula. Considera el curriculum como un análisis de la práctica, un marco en el que hay que resolver problemas concretos desde situaciones diversas. Es un instrumento potente para la transformación de la enseñanza.

En la planificación del curriculum, Stenhouse (1984) aporta una alternativa al modelo de objetivos. Pone el énfasis en los procesos de enseñanza, fomenta la formación de los alumnos y reconoce la potencialidad educativa de la propia actividad que, junto con los contenidos, debe conseguir atraer e interesar para lograr un buen ambiente en clase y mantener la cooperación de los estudiantes. El autor reconoce el valor de la comprensión y las exigencias para los profesores.

«El curriculum basado en el proceso persigue una comprensión más que una superación de exámenes.» (Stenhouse, 1984, p. 81)

«Cualquier modelo de proceso se basa en el juicio del profesor, más que en su dirección. Es mucho más exigente para los maestros y por tanto más difícil de realizar en la práctica, pero ofrece un mayor grado de desarrollo personal y profesional.» (Stenhouse, 1984, p. 142)

En la perspectiva práctica no se proporcionan fórmulas o recetas, sino que se buscan principios generales de actuación, destacando el papel activo del profesorado.

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