Gloria Fuertes
Gloria Fuertes fue una gran autora en cuya trayectoria se diferenciaron dos grandes tendencias paralelas y coexistentes: poeta para adultos y escritora para niños. Ambas comparten rasgos, sobre todo expresivos, que configuran ese estilo personalísimo y reconocible: elementos imaginativos, humor, ternura, expresión sencilla y rasgos estilísticos concretos como la paranomasia, aliteración, juegos de palabras, etc.
Dentro de la poesía para adultos se diferencian dos líneas temáticas: la más directa, autobiográfica e intimista, centrada en ella misma, y la de reflejo de la realidad social y moral.
(Contexto del poema «Todo asusta») Este poema está incluido en Todo asusta, libro escrito en Venezuela en 1958 para evitar problemas con la censura. (El yo lírico expresaba muchas circunstancias concretas, reflejo de la situación de la autora, que se describe a sí misma en un momento concreto, intentando casi conversar con el lector, cuya atención parece necesitar captar).
Influencias y Corrientes Literarias
Su poesía está enmarcada en la Generación del 50 y presenta rasgos que señalan la influencia del Postismo.
- Generación del 50: Comparte la temática de denuncia social y moral, pero desde un punto de vista más personal y subjetivo. Practica el intimismo y el autobiografismo, la ironía, el antirretoricismo, la sencillez expresiva, el tono coloquial y conversacional, y la metapoesía.
- Postismo: Comparte el irracionalismo surrealista, el coqueteo con lo absurdo, el juego con la sonoridad y asociaciones intuitivas de ideas y palabras, también frases hechas y expresiones coloquiales deslexicalizadas, y la inclusión esencial del humor como elemento crítico.
- Realismo Mágico: Parte de la crítica, además, utilizó para la obra de Gloria Fuertes la etiqueta de «Realismo Mágico», por la mezcla de realismo con la imaginación verbal postista.
- Poesía Comprometida: Algunos críticos sitúan a Gloria Fuertes dentro de la «poesía comprometida» que se desarrolló en España tras la Guerra Civil. Esta poesía pretendía expresar la angustia existencial de su tiempo, ser testimonio de las injusticias de los más humildes y escribir poesía libre de artificios y accesible.
- Grupo Poético de 1950: Otros la adscriben al «Grupo poético de 1950», que aúna inquietudes civiles y éticas con una nueva lírica intimista preocupada por el lenguaje, que aporta un tono coloquial e incorpora reflexiones metafísicas y filosóficas.
- Postismo (Contexto): También se menciona el Postismo como movimiento minoritario y efímero de los años 40 en torno a Carlos Edmundo de Ory, como reacción a la poesía arraigada y desarraigada, que pretende sintetizar y continuar los movimientos vanguardistas (surrealismo).
Análisis de un Poema (Ejemplo)
El poema habla de la naturaleza del poeta y de la propia poesía; es un poema autobiográfico que representa una instantánea de su autopercepción en un momento determinado. Del poeta nos dice que es un ser que habita en mundos imaginarios y que ama la belleza del mundo, alguien capaz de recoger el clamor de los seres humanos y convertirlo en ese «hilo de voz» sanador que es la poesía, ajena al conocimiento racional. El yo lírico de la autora convoca a esa comunidad de la que se siente parte, con la que mantiene un diálogo, para mostrarse humildemente ante ellos en su condición de poeta. Se siente interpelada por sus semejantes (hombres, madres y naturaleza). Todo este proceso poético no parte del conocimiento sino de una pretendida ignorancia («¡Si no sé nada!»).
Estructura del Poema
Externa: 23 versos.
Interna:
- Versos 1-6: El yo lírico da testimonio de su desempeño cotidiano como poeta, como una vocación que tiene algo de sacrificio y soledad.
- Versos 7-13: La poeta se muestra en un plano inmaterial donde se superponen certezas y pulsiones de carácter más oscuro. Toma conciencia de su singularidad y de la importancia vital de los libros, la poesía y la literatura.
- Versos 14-23: La autora expresa su amor por la belleza del mundo y siente los peligros de navegar por la vida y el amor sin certezas. (Hay quien divide 14-19 como actitud frente al mundo, y 20-23 como consecuencia de todo lo anterior).
(Recursos estilísticos mencionados): Recurrencia (peligros), paralelismo (vv. 11-12 y 17-19), última paranomasia (vv. 17-19), polisíndeton anafórico (vv. 20-22), expresión del aquí y ahora (hic et nunc).
Olvido García Valdés
Se adscribe a la “poesía del silencio”, una corriente que concibe la poesía como una forma de conocer el mundo, que reivindica las vanguardias y que a menudo plantea una reflexión metalingüística (en busca de una palabra que dé realidad a las cosas, una palabra esencial, depurada, concisa, en la estela de los presupuestos de la «poesía pura»).
Esta “poesía del silencio” (llamada así por la importancia que tiene en ella el silencio, que se traduce en versos cortos y fragmentados) es, junto a su postura declaradamente feminista, una de las huellas de identidad de la autora, fuera de la corriente mayoritaria del momento, la llamada “poesía de la experiencia” o “de la nueva sentimentalidad” (representada por autores como Luis García Montero), y que tiene un carácter más realista, más narrativo, y un tono más coloquial, apto para reflejar situaciones cotidianas.
(Contexto del poemario «Caza nocturna») Este poemario está dividido en tres secciones, cada una de las cuales corresponde a los nombres de tres obras pictóricas de distintos autores. Caza nocturna corresponde a Paolo Uccello, un pintor renacentista italiano. De hecho, la obra de García Valdés está muy vinculada a la pintura, hasta el punto de que se alude a parte de su poesía como “écfrasis”.
Etapas de su Obra
- 1ª etapa: Tres primeros libros, base de la mirada poética de la autora (naturaleza/arte, protagonismo de lo femenino, etc.).
- 2ª etapa: Incluye Caza nocturna. Se centra en la experiencia de las mujeres, toma de contacto con la realidad, reflexión sobre la poesía, introspección subjetiva y relación con la pintura.
- 3ª etapa: Siguientes poemarios y antologías. Caracterizada por la exploración interior, reflexión sobre el lenguaje y evolución a favor de lo urbano, lo doméstico y la introspección.
Análisis de un Poema (Ejemplo)
El tema del texto es la extrañeza que produce en la autora lo extendida que está la mentira en el uso social de la lengua, incluso en la expresión literaria. Para ejemplificarlo, el yo lírico de la composición se sirve de una lectura en la que un autor masculino se describe a sí mismo de una forma que a la autora le resulta banal, pretenciosa y eurocéntrica. Frente a tanta impostura, la autora especula sobre cómo contarían la realidad ciertas mujeres o algunos hombres (con lo que supone de reflexión sobre género y escritura) y propone una nueva poética, una nueva forma de contar, más real y sincera.
Incluye reflexiones sobre la palabra poética y habla de la relación entre el arte y la poesía. En este poema en concreto, se observan:
- Defensa de la veracidad y de la autenticidad.
- Reflexión crítica sobre la realidad y consecuente extrañeza ante nuestras convenciones sociales, como si el engaño fuese una práctica aceptada.
- Reflexión sobre género y escritura: búsqueda, desde la experiencia femenina, de una vía de conocimiento a través de la palabra.
Estructura del Poema
Se pueden señalar tres partes en el poema:
- Versos 1 a 4: La autora reflexiona sobre la extensión social de la mentira.
- Versos 5 al 14: Ejemplifica esa mentira con la lectura aludida, reconociendo la extrañeza que esto le produce.
- Versos 14 a 23: El yo lírico se pregunta sobre otras formas de contar la realidad, que solo podrían venir de ciertas perspectivas femeninas, o de voces masculinas menos autorreferenciales, más sutiles (“no contar las cosas y contarlas”).
En los últimos versos se propone una nueva poética, alejada de la mentira (“no mentir”), del narcisismo (“no mirarse el ombligo”), de la irrelevancia (“no ser / delicuescente”) y del dogmatismo (“no llegar / al decálogo”).
Estilo Poético
El poema se caracteriza por la economía de medios expresivos propia de la poesía del silencio. El verso es breve y abunda el encabalgamiento, la yuxtaposición (que sugiere simultaneidad) y la elipsis. La sobriedad expresiva también se manifiesta en la escasez de adjetivos, pues predomina el estilo nominal. Muchos poemas llaman la atención por la ausencia de signos de puntuación (solo encontramos 3 puntos en los vv. 4, 13 y 24 que marcan cada una de las 3 partes, y no aparecen los signos de exclamación en los vv. 14 y 16) y el uso de minúscula en la palabra inicial de verso.