Escuela Pitagórica: Armonía, Matemáticas y Transmigración del Alma
Las doctrinas pitagóricas abarcan tres asuntos diferentes: la transmigración de las almas, las matemáticas y la doctrina de la armonía.
- La doctrina de la metempsicosis o transmigración de las almas: Al morir un ser vivo, su alma se separa del cuerpo y va a unirse con otro cuerpo para formar un nuevo ser vivo. El grado de perfección del cuerpo al que se une el alma depende de cómo haya sido la vida del alma en esa unión. El alma debe purificarse en su vida actual para alcanzar una vida superior en su próxima existencia.
- Las matemáticas: Los pitagóricos estaban cautivados por la idea de que la naturaleza entera responde a un orden matemático. Los mismos principios que gobiernan a las matemáticas deben gobernar también a la naturaleza. Los números habrán de ser también el fundamento y el origen (arjé) de la realidad. Para los pitagóricos, los números eran realidades tan materiales que eran aritmético-geométricas. El uno representa el punto, el dos la línea, el tres la superficie y el cuatro el volumen. No había un solo principio, sino dos: lo par y lo impar.
- La armonía: Establecieron un dualismo general: todo se ordena en parejas de opuestos. Estos opuestos tienen que unirse para ser capaces de generar toda realidad mediante la armonía.
Heráclito de Éfeso: El Devenir Constante y el Logos
Fue el creador de los aforismos. Para él, la ley que gobierna el actuar humano es la misma que rige el acontecer cósmico. Cualquier enseñanza de Heráclito debe interpretarse como aplicable a los tres niveles de realidad: el individuo, la polis y el cosmos. Concibe la physis como un devenir constante; sin embargo, debe haber algo que permanezca inmutable, y ese algo es el Logos, la ley que gobierna todo en el universo. Establece que los opuestos se relacionan mediante la lucha. El fuego es un gobernador en la lucha de opuestos que garantiza la unidad y la racionalidad de la physis. Le interesaba el obrar humano, sometido a la misma ley que el cosmos en su totalidad. No se buscaba el principio del que provienen todas las cosas.
Parménides de Elea: El Ser Inmutable y la Lógica
Escribió un poema filosófico con dos partes principales: la Vía de la Verdad y la Vía de la Opinión.
- Vía de la Verdad: Sostiene que «el ente (el ser) es y el no-ente (el no-ser) no es». Esta vía coincide con la lógica de los conceptos, que es la que desarrolla en la primera parte de su poema.
- Vía de la Opinión: Parménides considera dos posibilidades, aunque las rechaza o las aborda con cautela:
- «Lo no-ente no es y lo no-ente son»: Carece de toda lógica y es desechada desde el principio por él.
- «Tanto lo ente como lo no-ente son»: Esta es aceptada en la segunda parte del poema, pero sin tener en cuenta las implicaciones lógicas que conlleva.
Propiedades del Ser según Parménides
El Ser, para Parménides, posee las siguientes propiedades:
- Inengendrado: Si hubiese sido engendrado, provendría del no-ser. Esta posibilidad no puede darse porque el no-ser no es.
- Indestructible: Si fuese destructible, podría transformarse en no-ser, lo cual sería imposible.
- Inmóvil: Moverse o cambiar implica pasar del no-ser al ser y viceversa, y ambas posibilidades son inviables.
- Único: Si hubiese dos seres, entre ellos debería haber no-ser.
- Continuo: La discontinuidad solo es posible si entre las partes se interpone el no-ser.
- Limitado: Ilimitado es sinónimo de incompleto, y lo que no está completo es porque le falta algo que todavía no es.
- Esférico: Lo esférico es cerrado, completo y perfecto. No le hace falta nada.
Las dos aportaciones fundamentales de Parménides son: el concepto de Ser y un método filosófico basado en la deducción lógica.
La Vía de la Opinión trató de ofrecer una especie de orientación en el mundo erróneo en el que nos hallamos instalados y del que no podemos escapar. Zenón de Elea, discípulo de Parménides, empleó un método lógico conocido como reducción al absurdo. Este método se inicia concediendo la razón al adversario.
Filósofos Pluralistas: Conciliando Experiencia y Lógica
Las tres principales propuestas de este tipo son la de Empédocles, Anaxágoras y Demócrito. Llevan a cabo un intento de conciliar los datos de la experiencia con el respeto a las leyes de la lógica. Para los pluralistas, el ser es inengendrado e indestructible.
Empédocles: Los Cuatro Elementos y las Fuerzas Cósmicas
Empédocles propuso cuatro realidades originarias: agua, aire, tierra y fuego, perteneciendo al pluralismo cualitativo limitado. Todas las cosas de este mundo están compuestas de partículas de los cuatro elementos citados. El nacer no será más que la unión de partículas, y la muerte, su separación. Lo único que no nace ni muere son los cuatro elementos. Distingue las fuerzas que los mueven, que son de atracción y de repulsión: el Amor será la fuerza encargada de unir, y el Odio la fuerza encargada de separar.
Anaxágoras: Homeomerías y el Nous
Anaxágoras afirmó la existencia de una pluralidad infinita de realidades materiales cualitativamente distintas, a las que llama homeomerías (partículas homogéneas de materia), y también una realidad generadora del movimiento, a la que llama Nous (Mente, Entendimiento). Estableció un número indefinido de sustancias originarias, lo que se conoce como pluralismo cualitativo ilimitado.
Demócrito: El Atomismo y el Vacío
Demócrito afirmó la existencia de partículas de materia indivisibles, inengendradas, indestructibles, compactas, finitas y homogéneas a las que denomina átomos, lo que representa un pluralismo cuantitativo e ilimitado. Realizó una diferenciación dentro del concepto de Ser, de modo que distingue: el ser en el sentido de tener propiedades o cualidades, y el ser en el sentido de existir. El vacío es el no-ser (no tiene propiedades) que es (existe) y, por tanto, puede interponerse entre dos átomos. Los átomos flotan libres en el vacío.
La Sofística: El Hombre como Medida y la Retórica
La Sofística agrupa a pensadores de orígenes y doctrinas bastante dispares, pero que poseen unos rasgos comunes que los diferencian de otras tendencias filosóficas:
- Ahora el objetivo es el hombre y su vida en sociedad. Para los sofistas, el ser humano es el protagonista absoluto de sus preocupaciones.
- Asumieron la tarea de la enseñanza entendida como una profesión. Organizaban cursos en los que enseñaban materias específicas y cobraban por impartirlos.
La Actitud Filosófica Sofista: Escepticismo y Relativismo
A pesar del importante avance en el intento de explicar racionalmente el mundo, la multiplicidad de explicaciones diferentes e incluso contradictorias (para unos existía una sustancia única capaz de originar el cosmos, para otros eran dos los principios originarios de la naturaleza, unos terceros afirmaban la existencia de una pluralidad de sustancias originarias) creó una cierta actitud escéptica sobre la posibilidad de alcanzar un conocimiento válido de la naturaleza. El escepticismo sofista se caracteriza por:
- Renuncia a la pretensión de ofrecer una explicación racional de la naturaleza y desplazamiento del interés hacia los asuntos específicamente humanos.
- Adopción de una postura relativista: no existe tal verdad absoluta. El fallo está en buscar algo que no se da en la realidad; quizás solo existan verdades parciales, verdades que dejen de serlo en cuanto cambien de contexto.
Estas posturas surgen como una reacción frente a la filosofía anterior, convirtiéndose en una actitud global con la que afrontan los nuevos problemas.
Tesis de los Sofistas sobre el Lenguaje
Gorgias está negando la capacidad del lenguaje para representar la realidad, desvinculando el lenguaje de esta. El lenguaje está constituido por palabras, sonidos y signos que no guardan relación directa con la realidad. No hay vinculación entre las cosas y los sonidos o los signos escritos; por lo tanto, no hay conexión directa entre lenguaje y realidad. El lenguaje se convierte en un instrumento de dominación: si se conocen bien las técnicas y se las usa correctamente, el lenguaje puede servir para imponerse sobre los demás. Los sofistas dedicaron atención a la disciplina de la retórica: con ella se enseña a dominar el arte de convencer al otro por medio de la palabra. Lo importante es saber decir las cosas de modo que se consiga que los demás estén de acuerdo.
Convencionalismo de las Normas Sociales
Los sofistas consideran que las leyes e instituciones que gobiernan la polis son convencionales, fruto de un acuerdo. Distinguen dos tipos de leyes:
- Leyes naturales (physis): Son fijas e inamovibles y en cuya elaboración no participa el ser humano. Estas fueron investigadas por los presocráticos. Los sofistas no les prestan atención; su escepticismo les conduce a negar la posibilidad de su conocimiento.
- Leyes políticas o sociales (nomos): Son el resultado del acuerdo entre los integrantes de una sociedad y están sujetas a cambios. Estas son las que interesan a los sofistas.
Physis y nomos son conceptos opuestos. Nomos es la ley dependiente de la voluntad, mientras que physis es la ley ajena a esa voluntad. Representan la oposición entre naturaleza y cultura. El alcance de esta doctrina afectó también a las leyes morales. En defensa del convencionalismo, los sofistas ofrecen dos argumentos:
- La existencia de disputas morales: Si las normas morales procediesen de nuestra naturaleza, no serían objeto de debate, al existir sobre ellas un acuerdo espontáneo. Sin embargo, observamos que en la vida diaria no ocurre así.
- Los principios que inspiran la conducta humana son en realidad contrarios a los propios del ser humano por naturaleza: Si los principios morales establecidos son opuestos a los mostrados por la naturaleza humana, debemos concluir que tales principios no proceden de la naturaleza, sino que son fruto de una convención, de un acuerdo.
Revisión Crítica del Movimiento Sofístico
La figura del sofista adquirió mala reputación debido al hecho de que los sofistas enseñaron el arte del dominio de la palabra, haciendo que causas injustas apareciesen como justas, y al hecho de que cobraban por sus enseñanzas.
Sócrates: El Examen de Sí Mismo y la Búsqueda del Saber
Para Sócrates, «Filosofar es el incesante examen de sí mismo y de los demás». La filosofía es algo vivo que surge y se produce en el seno de la conversación. Platón fue su discípulo.
Método y Objetivo de la Filosofía Socrática
A Sócrates le interesó el ser humano individual. Adoptó la frase «Conócete a ti mismo» como su máximo quehacer filosófico. Su objetivo principal era el reconocimiento de la propia ignorancia: quien reconoce que no sabe, está en buena disposición para aprender. Aquel que se cree en posesión de la sabiduría no siente necesidad de investigar y, por ello, se queda sumido en la ignorancia. Su intención era comunicar a otros estímulos y el interés por la investigación filosófica, partiendo de su famosa frase «solo sé que no sé nada», ayudando a otros a alcanzar por ellos mismos el conocimiento. Para ello, proporcionaba un método con dos fases:
- Ironía: Consiste en interrogar de manera persistente al interlocutor hasta socavar sus certezas más arraigadas. Pretende que el interrogado descubra que, en realidad, no sabe aquello que creía saber.
- Mayéutica: En griego significa «el arte de ayudar a dar a luz». Una vez que el interrogado, por medio de la ironía, ha descubierto su ignorancia, Sócrates continúa formulándole preguntas para que, al responderlas, encuentre el verdadero saber. La ironía desenmascara el saber ficticio y la mayéutica ayuda a descubrir el saber auténtico.
El hombre necesita un diálogo franco y auténtico con el otro; en este encuentro, se descubre a sí mismo y ayuda al otro a descubrirse. Sócrates enseñaba a ver el diálogo como un lugar de encuentro de seres humanos iguales entre sí y que se pueden ayudar unos a otros.
Intelectualismo Moral Socrático
Las consecuencias del relativismo moral eran inadmisibles para Sócrates, ya que hacían imposible la comunicación. Por ello, resultaba urgente restaurar la función del lenguaje. Considera que no es posible ser moralmente bueno si previamente no se sabe en qué consiste el bien moral. Esta doctrina, que identifica la virtud moral con el conocimiento, recibe el nombre de intelectualismo moral.
Sócrates distingue dos tipos de saberes prácticos: saberes prácticos cuya finalidad es la producción de un determinado objeto, y los saberes prácticos que sirven para guiar la conducta. Sócrates responde que aquellos que hacen el bien sin saber en qué consiste, aciertan en su obrar por pura casualidad y no debemos considerarlos moralmente buenos. Puede haber alguien que esté muy instruido en otros asuntos y que, sin embargo, sea un perfecto ignorante en el terreno moral.
Las consecuencias de esta postura son:
- El que hace el mal no es culpable, sino ignorante.
- Los criminales deben ser enviados a las escuelas a aprender; de este modo, conseguiremos que conozcan el auténtico bien y no reincidan en su crimen.
Lo importante es la virtud, que es la salud del alma: es mejor sufrir la injusticia que cometerla. La salud del alma solo puede perderse si uno mismo la destruye al cometer una injusticia.
Los Presocráticos: Orígenes del Pensamiento Filosófico Griego
Los presocráticos son un conjunto de pensadores que vivieron y desarrollaron su pensamiento entre los siglos VI y IV a.C., antes que Sócrates. Se caracterizan por considerar como objeto fundamental de sus preocupaciones filosóficas la naturaleza (physis) y por intentar encontrar cuál o cuáles son las sustancias originarias (arjé) de las que habría surgido la realidad.
Escuela de Mileto: Monismo Dinámico e Hilozoísmo
Mileto era una polis griega, el lugar idóneo donde habría de desarrollarse el interés por un conocimiento de la naturaleza. Tres son los milesios: Tales, Anaximandro y Anaxímenes. Proponen como arjé una realidad única que posee en sí misma el principio del movimiento, lo que se conoce como monismo dinámico. No distinguen entre materia y vida y, por ello, se les considera hilozoístas.
Tales de Mileto: El Agua como Principio Universal
Tales, uno de los Siete Sabios de Grecia, es considerado el primer filósofo. Predijo un eclipse. Su tesis es que aquello de lo que todo procede en última instancia es el agua. Huye de las analogías explicativas que se construyen personificando fuerzas de la naturaleza. Fue el primero en servirse de analogías objetivas para explicar un fenómeno natural. Por ejemplo, la Tierra es como un barco que flota en el agua y los terremotos son los cabeceos del barco.
Anaximandro de Mileto: El Ápeiron y la Justicia Cósmica
Anaximandro fue el primero en utilizar el concepto de arjé. Consideró que el cosmos estaba constituido por una serie de contrarios que están permanentemente enfrentados. El árbitro de esta lucha de contrarios es la justicia (Diké). Propone como principio generador lo ilimitado (Ápeiron), que es a su vez infinito e indeterminado. Inauguró el lenguaje propio de la filosofía e inició un movimiento hacia un pensamiento abstracto y desligado de los datos de los sentidos.
Anaxímenes de Mileto: El Aire y los Procesos de Transformación
Anaxímenes propone el aire como sustancia originaria de la physis. Se esforzó en poner de manifiesto los procesos por medio de los cuales se genera el cosmos a partir de la sustancia originaria: condensación y rarefacción. Por rarefacción, el aire se transforma en fuego; por condensación, en nube; la nube, en lluvia; la lluvia, en tierra; y la tierra, en piedra, introduciendo la idea de cambio cualitativo.