Iniciativas Europeas en Materia de Empleo
El PEM siempre ha sido uno de los objetivos de la Comunidad, que ya figuraba en el Tratado de Roma. El FSE ha sido un instrumento de ayuda para fomentar el empleo y la movilidad de los trabajadores.
Los problemas estructurales y las dificultades macroeconómicas de los años noventa pusieron de manifiesto la necesidad de una respuesta coordinada a escala europea. El «Libro Blanco de Delors» de 1993 sobre el crecimiento, la competencia y el empleo fue el primer paso hacia una verdadera cooperación a escala europea.
En el Tratado de Ámsterdam se incluye un nuevo título sobre el empleo, en el que se indica que el fomento del empleo es un «asunto de interés común» de los Estados Miembros y uno de los objetivos de la Comunidad.
Los Jefes de Estado o de Gobierno decidieron aplicar de inmediato una estrategia coordinada a favor del empleo: La Cumbre de Luxemburgo sobre el empleo lanza la iniciativa.
La UE y los gobiernos nacionales comparten la responsabilidad en las Políticas de Empleo. La UE:
- Coordina y supervisa las políticas nacionales.
- Impulsa el intercambio de buenas prácticas en materia de empleo.
A nivel europeo se establece un marco de cooperación en el que las políticas nacionales de cada Estado Miembro deben orientarse hacia objetivos comunes y someterse al seguimiento posterior de la UE.
Estrategia Europea de Empleo:
El objetivo de la EEE es reducir significativamente el desempleo a escala europea en 5 años.
La EEE crea un marco de vigilancia multilateral que incluye un informe conjunto sobre el empleo anual, unas Directrices de empleo que servirán de base para los Programas nacionales de empleo elaborados por los Estados Miembros, así como recomendaciones del Consejo a los distintos Estados Miembros.
La EEE establece una vigilancia multilateral que alienta a los Estados Miembros a aplicar políticas más eficaces en este ámbito. Se dirige en particular a:
- La capacidad de inserción profesional y de adaptación.
- El espíritu emprendedor.
- La igualdad de oportunidades en el mercado de trabajo europeo.
En marzo del año 2000, las 15 naciones que en ese momento constituían la UE, reunidas en Consejo Europeo extraordinario en Lisboa, elaboraron lo que se llamó la Agenda de Lisboa: estrategia común cuyo objetivo último es convertir a la UE en 2010 en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor cohesión social.
Relanzamiento de la Estrategia de Lisboa: Los resultados intermedios previos de la economía europea en materia de crecimiento, productividad y empleo no fueron los esperados. A la revisión de 2005, el Consejo consideró indispensable relanzar la Estrategia de Lisboa.
A partir de entonces: Las Directrices Integradas de Crecimiento y Empleo deben traducirse en el establecimiento en los Estados Miembros de Programas Nacionales de Reforma ambiciosos acordes con sus necesidades y su situación específicas.
Europa 2020: Estrategia para el Crecimiento de la UE:
La UE se enfrenta a un período de transformación, derivado principalmente de la globalización, del cambio climático y del envejecimiento de la población. Además, la crisis de 2008 puso en duda los avances sociales y económicos realizados por los Estados Miembros. Ante esto, en el Consejo Europeo de 2010 se aprobó la nueva estrategia política, «Europa 2020», para apoyar el empleo, la productividad y la cohesión social en Europa.
La Estrategia Europa 2020 establece un marco de referencia para la coordinación de las Políticas de Empleo de los Estados Miembros. Esta estrategia fija 3 prioridades:
- Crecimiento inteligente: basándose en la potenciación del conocimiento y la innovación.
- Crecimiento sostenible: mediante la promoción de una economía que haga un uso más eficiente de los recursos, respete el medio ambiente y mantenga niveles de excelencia en competencia.
- Crecimiento integrador: que fomente una economía con alto nivel de empleo y cohesión social y territorial.
Con el fin de poner en práctica las medidas adecuadas para seguir las prioridades, la Comisión Europea propone objetivos entre ellos:
- Alcanzar una tasa de empleo del 75% para la población de entre 20-64 años.
- Tasas de abandono escolar por debajo del 10%.
- Al menos un 40% de las personas de 30-34 años deberán completar estudios de nivel terciario.
La Estrategia de empleo incluye la presentación de un Programa Nacional de Reformas basado en los siguientes elementos:
- Orientaciones para el empleo, formuladas por la Comisión y adoptadas por el Consejo.
- Informes por país y recomendaciones específicas por país, formulados por la Comisión y, en caso de recomendaciones, adoptadas posteriormente por el Consejo.
Aplicación de la Estrategia 2020/2030: En la última década se han ido constatando cambios importantes en el entorno macro-fiscal, detectándose necesidades de gasto e inversión crecientes para hacer frente a los desafíos actuales y futuros del mercado laboral:
- El crecimiento potencial se ha reducido de forma considerable.
- La heterogeneidad en las situaciones fiscales de los distintos Estados Miembros se ha ampliado.
- Conflictos geopolíticos, cambio climático, la digitalización, la política industrial, además del envejecimiento de la población.
La aplicación de esta estrategia busca:
- Aumentar la tasa de empleo y reducir el desempleo juvenil.
- Mejorar las habilidades de los trabajadores para adaptarse a los cambios tecnológicos y climáticos.
- Promover la inclusión social y la igualdad de oportunidades.
- Modernizar el mercado laboral y fomentar la innovación.
Medidas Europeas a Favor del Empleo
1. Programas de Financiación de la UE. Los programas de financiación de la UE respaldan el desarrollo de programas, la adopción de medidas y la creación de capacidades en los Estados Miembros.
– Fondo Social Europeo (FSE +) integrado por: el FSE, el Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD), la Iniciativa de empleo juvenil y el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG).
2. Medidas del Derecho de la UE y Recomendaciones en el Ámbito del Empleo y Mercado de Trabajo. Se han adoptado una serie de Directivas, Reglamentos y Decisiones para garantizar unas normas mínimas en todos los Estados Miembros en los siguientes ámbitos:
- Salud y seguridad en el trabajo.
- Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres: igualdad de trato en el trabajo, embarazo, permiso de maternidad, permiso parental.
- Protección contra la discriminación por motivos de sexo, raza, religión, edad, discapacidad y orientación sexual.
- Condiciones de trabajo: salario mínimo, trabajo a tiempo parcial, contratos de duración determinada, jornada laboral, información y consulta de los trabajadores.
- Servicios de apoyo: mayor cooperación entre los servicios públicos de empleo.
3. Medidas para Aumentar la Coordinación entre los Estados Miembros a través del “Semestre Europeo”. Deben seguir las recomendaciones del Consejo (actos jurídicos no vinculantes), y otras iniciativas políticas adoptadas por la Comisión. Destacan, entre otras:
- La Recomendación del Consejo sobre el establecimiento de la Alianza Europea para la Formación de Aprendices (2013): plataforma de múltiples actores para fortalecer la calidad, la oferta, la imagen y la movilidad de los aprendizajes en Europa a través de compromisos nacionales y promesas voluntarias de las partes interesadas.
- La Recomendación del Consejo sobre un Marco de Calidad para los Períodos de Prácticas (2014): mejorar el contenido didáctico y formativo y las condiciones laborales que ofrecen.
- La Recomendación del Consejo sobre la Integración de los Desempleados de Larga Duración en el Mercado Laboral.
El Marco estratégico en materia de salud y seguridad en el trabajo 2021-2027. PILAR EUROPEO DE DERECHOS SOCIALES, proclamado por las instituciones y líderes de la UE en noviembre de 2017. Se trata de 20 principios que buscan orientar y unir a los Estados Miembros en la mejora de la vida cotidiana, el empleo y el bienestar de todas las personas.
Instrumentos de la Política Económica: Bajo la denominación de instrumentos se integran todas aquellas variables que los responsables de política económica pueden utilizar para tratar de alcanzar los objetivos fijados para una determinada política económica. Los instrumentos de política económica son diversos y bastante heterogéneos y suelen presentarse distinguiendo una serie de grupos (tipos):
- Instrumentos monetarios y crediticios (política monetaria).
- Instrumentos tributarios y del gasto público (política fiscal y/o política presupuestaria).
- Instrumentos comerciales y de tipo de cambio.
- Controles y regulaciones directas.
- Política de rentas (incorporada, a veces, en el grupo anterior).
- Cambios institucionales.
Una variable se define como instrumento si cumple dos condiciones:
- “Controlabilidad”. El “policy-maker” ha de poder decidir el valor que debe tomar el instrumento y poder fijar dicho valor.
- La variable fijada como instrumento ha de tener la influencia deseada sobre los objetivos perseguidos (“efectividad”).
Medidas de Política Económica en el Equilibrio Exterior:
A) Políticas de ajuste y políticas de desviación del gasto público:
- Reducción del consumo y/o de la inversión para reducir las importaciones.
- Reducción del gasto público y aumento de los impuestos.
- Política monetaria restrictiva.
B) Política comercial exterior:
- Políticas de importaciones: Modificación de los regímenes comerciales y fijación de derechos de aduana. Y la Protección no arancelaria.
C) Política del tipo de cambio y política financiera internacional:
- Devaluación oficial o permitir la depreciación de la moneda. Competencia de los gobiernos (en la UE del Consejo Monetario).
- Necesidad de cambios estructurales para evitar la reaparición periódica del desequilibrio exterior.
- Financiar el desequilibrio, acudiendo a los mercados exteriores o haciendo uso de las reservas de divisas.
El Medio Ambiente
Desde finales de los años 60 surge preocupación por los costos del crecimiento y su impacto en la calidad de vida. En 1972, el Informe Meadows propone limitar el crecimiento económico para proteger el medio ambiente, mientras que el Informe Brundtland (1987) defiende un crecimiento sostenible basado en cambios institucionales. Así nace el concepto de desarrollo sostenible, que busca equilibrar el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la conservación de los recursos naturales. Para ello, se plantean estrategias como reducir el consumo y mejorar la eficiencia de los recursos, además de minimizar el impacto ambiental.
La política medioambiental abarca acciones públicas y privadas para prevenir la contaminación, restaurar ecosistemas y gestionar los recursos naturales de manera sostenible. Las autoridades públicas deben abordar varios aspectos clave para la protección ambiental:
- 1) Desarrollo de tecnologías sostenibles: La investigación científica es fundamental para entender y modificar los procesos que causan daño ambiental. Las empresas deben invertir en tecnologías ecológicas, con apoyo gubernamental.
- 2) Regulación e incentivos económicos: Se requiere una combinación de normas y estímulos de mercado. Para actividades altamente contaminantes, la prohibición es la mejor opción, como en el caso de los CFC o el comercio de especies en peligro. Además, medidas como impuestos a la contaminación, permisos de emisión y subsidios pueden guiar a las empresas hacia prácticas más sostenibles.
- 3) Educación e información: Fomentar el respeto por la naturaleza es esencial, y solo puede lograrse con un conocimiento profundo de sus fundamentos.
Actualmente se reconoce la necesidad de que en cualquier política se tengan en cuenta todas aquellas variables que directa o indirectamente puedan afectar al medio ambiente:
- Industria: Prioridad en ecogestión, ecoauditoría y control integrado de la contaminación.
- Agricultura: Medición de impactos ambientales de prácticas e insumos agrícolas.
- Turismo: Gestión sostenible de zonas costeras y recursos turísticos.
- Transporte: Internalización de costes externos y reducción de emisiones de CO2.
- Energía: Uso de tecnologías eficientes y aplicación de estándares de ahorro energético.
Las políticas medioambientales operan en tres niveles:
- Global: Cambio climático y capa de ozono requieren cooperación internacional (ONU, UE).
- Interregional: Recursos hídricos y contaminación atmosférica deben abordarse a nivel estatal con apoyo territorial.
- Local: Gestión de espacios naturales y residuos es competencia de las administraciones territoriales.
En la actualidad, propuestas de organismos internacionales orientan hacia un cambio transformador de los modelos de desarrollo económico: con un enfoque centrado en la sostenibilidad. Estados Miembros de las Naciones Unidas:
- Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) en París.
Esta nueva Agenda 2030 y los ODS, así como el Acuerdo de París, ofrecen una nueva orientación a las estrategias y a los procesos de planificación de los gobiernos.
En la UE existen numerosas actuaciones:
- 8º Programa General de Medio Ambiente de la UE: conseguir el objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y la neutralidad climática para 2050.
- Paquete Objetivo 55: la UE y sus Estados Miembros se han comprometido a reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero de la UE en al menos un 55 % con respecto a los valores de 1990 de aquí a 2030. Este objetivo es jurídicamente vinculante. Se aumenta, para 2030, a un mínimo del 40 % de fuentes de energía renovables en la combinación energética global.
- Estrategia de la UE sobre la Biodiversidad de aquí a 2030.
- Plan de Acción para la Economía Circular.