¿Quién es el Mesías? El Significado Bíblico del Ungido
La palabra hebrea Mesías significa «ungido». De hecho, la Biblia describe cómo el profeta Samuel derramaba aceite sobre Saúl y David, las personas que Dios elegiría como reyes de su pueblo. Quien era ungido por el óleo del profeta recibía el espíritu de Dios. La Biblia muestra que los israelitas tenían distintas concepciones de un mesías salvador.
- Algunos esperaban que el Mesías fuera un gran rey. Del rey Mesías esperaban que conquistase la tierra que Dios había prometido a Israel para vivir en paz.
- Otros esperaban un Mesías sacerdote, que lograría la santidad del pueblo de Israel y ofrecería un culto perfecto a Dios.
- Isaías presenta la figura sorprendente del Mesías como el «Siervo del Señor», el pastor del pueblo que llegaría a morir por todos para perdonar los pecados.
Esperanzas Mesiánicas en Tiempos de Jesús
En la época de Jesús, la tierra de los judíos estaba ocupada por un poder extranjero: los romanos. La vida del pueblo no era sencilla. El Imperio Romano cobraba los impuestos a través de intermediarios que sangraban al pueblo para su propio beneficio. El pueblo judío seguía esperando la llegada del Mesías, aunque no todos lo concebían de la misma forma.
La mayoría de judíos esperaban un Mesías descendiente del Rey David, que derrotaría al poder extranjero y devolvería la paz a Israel. Otros esperaban a un ser venido del cielo, que se preocupara de los pobres y de los enfermos. Junto a los judíos sencillos, había otros que formaban distintos grupos religiosos. Finalmente, algunas sectas judías esperaban que sus esperanzas mesiánicas fueran satisfechas por un gran sacerdote.
Jesús, el Mesías según los Evangelios
Los evangelistas entendieron que Jesús era el Mesías esperado. Para ello, demostraron que en él se cumplían las profecías sobre el Mesías del Antiguo Testamento. Sin embargo, la figura de Jesús no se ajustaba exactamente a ninguno de los modelos mesiánicos de su época. Por eso, Jesús pidió a sus seguidores que no revelaran a nadie que él era el Mesías, y evitar así cualquier interpretación errónea sobre quién era y cuál era su misión.
Jesús es el «Siervo del Señor»: Un Mesías Diferente
Jesús era el Mesías, pero muy distinto del personaje político y poderoso que muchos esperaban. Jesús se parecía más al Mesías que había anunciado Isaías: el Siervo del Señor. El Siervo posee el espíritu del Señor, y es una persona sencilla y humilde, que no necesita gritar. Él carga con los pecados de la humanidad, y es este pecado el que lo arrastra a la muerte, y es despreciado por los reyes, poderosos y por muchos de sus compatriotas. Pero este Mesías es mucho más poderoso que el político, y su poder no reside en la fuerza, sino en el sacrificio y en la entrega. Nunca nadie ha visto nada igual.
La Naturaleza Humana y el Misterio de la Felicidad
Una Sucesión de Interrogantes
La vida es un regalo lleno de misterios. Gracias a este regalo, el ser humano puede disfrutar del amor que da y recibe de otras personas. Se observa que las personas son esencialmente seres relacionales. Por eso, si esas relaciones son adecuadas, la persona crece y consigue ser cada día más feliz. Pero aquí surgen grandes dudas:
- ¿Cómo hay que relacionarse con las personas?
- ¿Cuál es la mejor forma de relacionarse?
- ¿Es posible evitar el sufrimiento en las relaciones?
A lo largo de la existencia humana, las personas han intentado solventar esas dudas. Algunos han creído que serían más felices siendo los más fuertes, los más inteligentes, los que dominan a los demás. Otros, sin embargo, han buscado la felicidad en una vida apartada de todo, dedicada al estudio y la oración. Son muchas las propuestas para tener una vida feliz pero, para los creyentes, todas son insuficientes o erróneas. La naturaleza del ser humano es un misterio que solamente en la persona de Jesús encuentra la verdadera luz.
La Persona Humana en la Biblia: Un Ser Relacional
La Biblia describe al ser humano como un ser relacional. Cuenta cómo el ser humano fue creado por Dios y, por eso, solamente cuando la persona se relaciona con Dios, experimenta la felicidad. Pero cuando decide apartarse de él, su corazón se hace esclavo de otras cosas y las personas son infelices. La Biblia presenta al ser humano siempre en la relación con los demás, formando parte de un pueblo o una comunidad. Esto es así porque la esencia del ser humano es relacionarse con los demás. La relación con el entorno también forma parte del ser humano.
El Camino del Discipulado y la Vida en Comunidad
La Vida del Discípulo de Jesús
El discípulo de Jesús sabe que el camino de la felicidad consiste en una vida al servicio de los demás. Al amar a todos como hermanos, el ser humano considera a su prójimo como fin en sí mismo, y buscará por encima de todo la felicidad y el bien de los demás. El discípulo de Jesús busca tener los mismos sentimientos que Cristo, quien siempre actuó compasivamente y con humildad.
El Poder de Atracción de Jesús y su Ministerio
Jesús, tras ser bautizado, comenzó a hablar sobre el Reino de Dios. Jesús predicó en las sinagogas, pero también lo hacía al aire libre, en los alrededores del mar de Galilea. En la orilla de este lago, existían pequeños embarcaderos en los que trabajaban los pescadores. Muchos de ellos eran considerados pecadores porque no cumplían todos los preceptos de la ley judía. Jesús curaba las enfermedades. Había un grupo de discípulos más cercano a Jesús, que lo seguían a todas partes. Estos discípulos estaban convencidos del mensaje de Jesús, y lo acompañaban de aldea en aldea. Muchos seguidores de Jesús eran mujeres, y esto era escandaloso para la época.
El Grupo de los Doce: Restauración de Israel
Jesús formó a su alrededor un grupo de amigos más íntimo: es el grupo de los doce. La mayoría eran galileos humildes, y ninguno era escriba ni fariseo. Jesús se sentía especialmente unido a tres de ellos: con Simón y con los hermanos Santiago y Juan. Estos tres estuvieron con Jesús en momentos esenciales de su vida. Pero, sin duda, fue Pedro el discípulo más destacado entre los doce. Era el portavoz de los discípulos, y Jesús le dio el sobrenombre de Pedro, es decir, roca. El grupo de los doce permaneció unido en torno a Jesús. Representa simbólicamente la restauración del pueblo de Israel, pues ellos simbolizan cada una de las doce tribus de Israel. Los doce fueron el germen del nuevo pueblo de Dios.
El Estilo de Vida de las Bienaventuranzas
Jesús utilizó la palabra bienaventurados para referirse a los que son felices cumpliendo la voluntad de Dios y haciendo el bien, sin esperar nada a cambio.
La Vida de los Primeros Cristianos: Un Modelo de Fe
Los primeros cristianos vivían su fe siguiendo cuatro pilares fundamentales:
- Escuchaban la enseñanza de los apóstoles sobre las acciones y el mensaje de Jesús.
- Mantenían una comunión fraterna y compartían todos los bienes.
- Celebraban la Eucaristía para encontrarse con Jesús.
- Oraban, para cultivar la interioridad y crecer en una profunda amistad con Jesús.
