La Evolución de la Ópera: Desde sus Orígenes hasta las Grandes Voces


La Evolución de la Ópera

La ópera nació en el siglo XVII. Su origen aristocrático está en la Camerata Fiorentina, una reunión de escritores y músicos en las mansiones de condes de Florencia. Vincenzo Galilei, padre del astrónomo, compuso tres cantos para una sola voz acompañados de laúd con textos de la Divina Comedia de Dante. Los integrantes de las reuniones musicales llamaron a su grupo Academia. Una de las primeras obras fue Dafne, de Jacopo Peri, desaparecida, y dos versiones de Eurídice, una de Giulio Caccini y otra de Jacopo Peri.

Características de la Ópera

  • Texto ficticio apropiado para desarrollarlo musicalmente.
  • Situaciones dramáticas.
  • Voces que cantan individualmente.
  • Vestuario y decorados elaborados.

Las representaciones se llevaban a cabo con motivo de fiestas propias de la nobleza, como coronaciones, bodas, victorias militares y nacimientos. El lenguaje era culto y muy cuidado. Pasó a representarse en teatros, donde el público pagaba su entrada. Los músicos comenzaron a actuar a cambio de un salario y ganaron fama y popularidad.

Expansión de la Ópera en Europa

En la primera mitad del siglo XVII, la ópera se extendió rápidamente por toda Europa. Los argumentos debían ser mitológicos o históricos y tratados con libertad, a capricho del libretista. El público barroco reclamaba la presencia de escenas impactantes, como naufragios, incendios y apariciones de dioses, que provocaran aplausos y emoción. Había maquinarias: escenarios que se abrían, personajes que bajaban o subían al cielo, y a veces se representaban al aire libre.

Ópera en Italia

Italia fue la cuna de la ópera. Claudio Monteverdi escribió Orfeo y Arianna y fue maestro de capilla en San Marcos, Venecia. Escribió Il combatimento di Tancredi e Clorinda y Il ritorno d’Ulisse, además de crear libros de madrigales y obras religiosas.

Ópera en Francia

La ópera italiana tuvo dificultades para introducirse en Francia, ya que los franceses tenían su propio teatro musical, los ballets de cour (ballet de corte). Jean Baptiste Lully cultivó danzas de ritmos variados, llamándolo comedia-ballet. Era danzarín y violinista, y dirigió la Academia Real, sustituyendo el término de comedia-ballet por el de ópera-ballet. A estas óperas se les llamó tragedias líricas, y los textos eran tomados por su libretista, Quinault, de las tragedias de los grandes clásicos Racine y Corneille. Se consolidó la obertura como forma musical, conocida como obertura francesa.

Ópera en Inglaterra

El modelo italiano y el francés encontraron un fuerte rival en la mascarada, una representación heredada de las fiestas aristocráticas que mezclaba canto, poesía e interpretación instrumental con una escenografía aparatosa. Sus cantantes usaban máscaras, de ahí su nombre. Henry Purcell, organista en la abadía de Westminster, fue compositor oficial de la corte y profesor de música de la aristocracia. Dido y Eneas, encargada por un maestro de baile para ser representada en un colegio de niñas, contenía dos arias y unos pocos recitativos. El fragmento más conocido es El coro de las brujas, de un fuerte carácter dramático, y escribió odas, cantatas, sonatas y suites instrumentales.

Ópera Seria

Alessandro Scarlatti compuso más de 100 óperas. Todas las óperas serias del Barroco son muy parecidas: comienzan con una obertura a cargo de los instrumentos, que solo indica que la obra va a comenzar y el público debe guardar silencio. La función de director de orquesta era desempeñada por el primer violín o el compositor, quien también tocaba el clave. El recitativo, que por su ritmo e inflexiones se parece a un recitado, sirve para que el público comprenda el argumento. Podía ser seco o acompañado por una sección de la orquesta e indicaba los cambios de estado de ánimo en los personajes.

El Aria

El aria es la parte más importante, con una introducción orquestal que da pie al solista y tiene tres secciones: primer tema, segundo tema (que contrasta con el primero) y el da capo, que repite el primer tema. Las arias representan el reposo, la reflexión y las emociones, mientras que en el recitativo se narra el argumento o la acción dramática. El aria reforzó el protagonismo de los cantantes y surgió la escuela del bel canto. La ópera seria apenas usa coros ni introduce ballet, a diferencia de las óperas francesas. Trata temas elevados de la mitología antigua.

Compositores Destacados

  • Georg Friedrich Handel (Alemania): más de 40 obras, como Rinaldo y Radamisto, concede a la ópera un dramatismo adecuado.
  • Georg Philipp Telemann y Adolf Hasse.
  • En Italia: Alessandro Scarlatti y Nicola Porpora.
  • En Francia: la escuela propia iniciada por Lully, continuada por Jean Philippe Rameau con óperas mitológicas con toques exóticos como Las indias galantes.

Ópera Bufa

La ópera bufa, con argumento cómico, nació en Nápoles y se exportó a Roma y al norte de Italia. Es más accesible para los músicos y el público porque tenía temas populares que el público corriente podía entender. En toda Europa surgió una ópera del pueblo, que tomaba diferentes nombres según el país. En Francia, fue una parodia de la gran ópera; en Inglaterra, la ópera del mendigo, con canciones populares que ridiculizaban la ópera italiana; y en Nápoles, surgió la práctica de intercalar en los descansos de las óperas serias pequeños intermedios alegres y divertidos cantados en dialecto local. Estas obritas eran muy cortas, con dos o tres personajes.

Características de la Ópera Bufa

La ópera bufa se representa sola en un programa y su carácter es burgués y alegre, con lenguaje cotidiano, dialecto, parodias y elementos cómicos. La serva padrona de Giovanni Battista Pergolesi, con dos actos, fue representada en intermedios de la ópera El prisionero soberbio. Aparece el papel de la soubrette, una ingeniosa sirvienta más astuta que su amo. La querella de los bufones en París fue un centro de polémica entre los defensores de la tradición lírica francesa (antibufones) y los partidarios de los bufos italianos, como Rousseau y otros enciclopedistas, que propugnaban la vuelta a la sencillez y a la naturaleza, considerando la obra como un emblema libertario.

Las Grandes Voces de la Ópera

Francesca Cuzzoni compitió con la fama de los castrati, favoritos del público, y fue rival de Faustina. Murió en el asilo de indigentes de Bolonia, en la más completa miseria. Faustina Bordoni, en plena fama, se retiró a su Venecia natal hasta su muerte. Fue memorable la pelea entre las célebres cantantes en el escenario del King’s Theatre en Londres, durante una representación de Astianatte. Francesca debutó a los 16 años y Haendel la llamó a Londres, donde debutó con Ottone. Faustina dominó los escenarios europeos y Haendel la llamó a Londres, contratando a ambas, lo que dividió al público londinense en dos bandos. El colmo del escándalo llegó cuando las dos rivales se enzarzaron a bofetadas en el escenario, así como sus seguidores.

Los Castrati

Las mujeres no podían cantar en las iglesias ni en teatros, y la voz aguda corría a cargo de hombres castrados, quienes conservaban la voz aguda de su infancia porque los castraban antes de alcanzar la pubertad. Estos cantantes podían interpretar papeles tanto masculinos como femeninos, con voces de contralto y soprano.

Farinelli

Farinelli alcanzó prestigio en toda Europa. Viajó a Madrid y fue confidente de Felipe V. En sus últimos años, retirado de la escena, se dedicó a enseñar canto.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *