La novela después de la Guerra Civil


Carmen Martín Gaite nacíó en Salamanca el 8 de Diciembre de 1925 Se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca, donde conocíó a Ignacio Aldecoa y a Agustín García Calvo. En esa universidad tuvo además su primer contacto con el teatro participando como actriz en varias obras. Colaboró en varias revistas como Trabajos y Días en Salamanca y Revista Nueva en Madrid. Se trasladó a esta ciudad en 1950 y se doctoró en la Universidad de Madrid con la tesis Usos amorosos del XVIII en España. Ignacio Aldecoa, cuya obra estudiaría posteriormente, la introdujo en su círculo literario, donde conocíó a Josefina Rodríguez, Alfonso Sastre, Juan Benet, Medardo Fraile y Jesús Fernández Santos y Rafael Sánchez Ferlosio, con quien se casó en 1954. De esta manera se incluyó en la que sería conocida como la Generación del 55 o Generación de la Posguerra. Durante la década de los sesenta continúa cultivando la narrativa, con obras tan importantes como La ataduras (1960) o Ritmo lento (1963), pero es en los setenta cuando vemos la versatilidad de Martín Gaite. Publica sus dos ensayos sobre el proceso contra Macanaz además de su tesis, recopila su poesía en A rachas (1976), y una de sus obras cumbre, la novela
Retahílas, sale a la luz en 1974. También a esta década debemos su primera recopilación de relatos, Cuentos completos. Su faceta periodística se caracteriza por su etapa de redactora en los comienzos de Diario 16.

Su matrimonio con Rafael Sánchez Ferlosio duró unos años antes de acabar en separación, en los cuales tuvieron 1 hija, Marta, a quien dedicó el cuento La reina de las nieves. Fallecíó antes que ella.


Entre otros logros, Martín Gaite destaca por haber sido la primera mujer a la que se le concede el Premio Nacional de Literatura con El cuarto de atrás en 1978, y por haber ganado en 1994 el Premio Nacional de las Letras por el conjunto de su obra. Fue una de las personas más, y mejor, premiadas del mundo de la literatura; obtuvo el Príncipe de Asturias en 1988 compartido con el poeta gallego José Ángel Valente [1929-2000], el Premio Acebo de Honor en 1988 como reconocimiento a toda su obra, el Premio Castilla y León de las Letras en 1992, Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes en 1997, Pluma de Plata del Círculo de la Escritura otorgada en Junio de 1999 y cuya ceremonia fue retransmitida por videoconferencia a través de Internet, algo sin precedentes, hasta aquel momento, en el mundo literario. Con su ensayo Usos amorosos de la posguerra española recibíó en 1987 el Premio Anagrama de Ensayo y el Libro de Oro de los libreros españoles. Esta obra dispara sus ventas, y desde entonces las obras de Carmen Martín Gaite están siempre entre las más vendidas en España, siendo espectacular su éxito en la Feria del libro de Madrid, donde solía ser su obra de cada temporada la más vendida de la feria. Publica dos enormes éxitos de crítica y público, Lo raro es vivir en 1997 e Irse de casa en 1998, y en 1999 se publica y representa La hermana pequeña y recopila en Cuéntame, con la colaboración de la Emma Martinell Gifre, ensayos y cuentos escritos entre 1953 y 1997. En 2000 se le diagnostica un cáncer que cerca de mes y medio después acabará con su vida el 23 de Julio en una clínica de Madrid. Es enterrada en El Boalo, donde residíó sus últimos años en la casa familiar y donde están enterrados sus padres y su hija.


1.1.Teatro de la inmedlata posguerra El estreno de Historia de una escalera a finales de los años 40 se produjo en un momento en que los escenarios españoles estaban dominados por un teatro de evasión y de repetición de fórmulas constructivas, acompanado de reposiciones de obras que habían triunfado antes de la guerra, de autores como Arniches,Marquina y Benavente. Es el teatro que representaban dramaturgos como José M.A Pemán,Juan I.Luca de Tena, José López Rubio, Joaquín Calvo Sotelo, Víctor Ruiz Iriarte y Edgar Neville, entre otros. Estrenan obras con una estructura pulcra y bien trabajada-«piezas bien hechas» al estilo ben Aventino-, con una leve crítica social, cierta dosis de humor y de elementos melodramáticos e invariablemente con finales felices. Esta corriente teatral permanecía ajena al desarrollo que el género iba alcanzando fuera de nuestras fronteras. La obra de Buero Vallejo nada tenía que ver con este teatro evasivo por su apuesta clara por el compromiso social,que lo acercó a obras de otros géneros que siguieron este camino, como las novelas La familia de Pascual Duarte, La Colmena -ambas de Camilo José Cela- y Nada, de Carmen Laforet, así  como el libro de poemas Hijos de la ira, de Dámaso Alonso.
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. Teatro de los años cincuenta

Esta perspectiva de compromiso social del teatro bueriano influyó indudablemente en la llamada»generación realista» (ver unidad 1).Las obras que trataban de las penurias económicas y de todo tipo de injusticias que sufrían los seres más desfavorecidos de la sociedad fueron muy significativas en este período. Podemos citar entre otras: El grillo, de Carlos Muñiz; La camisa y La pechuga de la sardina, de Lauro Olmo;


CONTEXTO LITERARIO
La implantación de la dictadura franquista tras la Guerra Civil Espanola(1936- 1939) tuvo innumerables consecuencias. La imposición de un sistema autárquico, ocasiónó un retroceso extraordinario, especialmente en el ámbito de la cultura. Numerosos autores e intelectuales se exiliaron a Francia o América, mientras que los que se quedaron optaron por el silencio ante posibles represalias. Frente a esta situación, los escritores buscaron en el Realismo diferentes vías para expresar y analizar lo que estaba sucediendo. Durante los primeros anos de la dictadura, el tremendismo y el Realismo. Más descarnado sirvieron para relatar historias truculentas en ambientes miserables, como en La familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo José Cela. Por su parte, el Realismo existencial de novelas como Nada(1945) de Carmen La- foret relató la incomunicación y el aislamiento del ser humano en ambientes enrarecidos e irrespirables. A partir de los años 50 comenzó a destacar un grupo de escritores que se conoceria como la generación del 50. Les unía el hecho de haber vivido la guerra siendo niños, el afán intelectual y la voluntad crítica, a pesar de pertenecer a una burguésía tolerante con el régimen franquista. Estos autores se agruparon en dos  corrientes: el objetivismo y el Realismo crítico. Mediante el objetivismo o neorrealismo, los autores contaban los hechos, pero sin analizar lo que pensaban o sentían los personajes.  Por su parte, los autores del Realismo crítico tomaron partido y denunciaron las desigualdades e injusticias sociales, centrándose más en el mensaje que en la forma. En los años 60,y especialmente a partir de la obra de Luis Martín Santos Tiempo de silencio (1962)


se produjo un giro hacia la novela experimental. Los autores, cansados del Realismo, buscaron nuevas vías de expresión en la narrativa europea y estadounidense de las décadas anteriores (Frank Kafka, James Joyce,Virginia Woolf, John Dos Passos) y en el boom hispanoamericano(Jorge Luis Borges, Julio Cortázar. Es el caso de Miguel Delibes (Cinco horas con Mario, 1966) o Juan Marsé (Últimas tardes con Teresa, 1966). Finalmente, tras la muerte de Franco en 1975, la novela vivíó una diversificación de géneros y estilos (histórica, negra, intimista, etc.). Algunos siguieron investigando nuevas fórmulas, pero otros regresaron a la simplicidad formal y a una narrativa más tradicional, concediendo más importancia al argumento.

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