La Proclamación de la Segunda República Española


PROCLAMACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA

Tras la caída de Primo de Rivera, Alfonso XIII intentó restablecer la Restauración. Sin embargo, la impopularidad del dictador también afectaba al rey y al sistema que representaba. El mantenimiento del sistema vigente se hacía complicado ante el creciente respaldo a la república.

1.1. La imposibilidad del continuismo

Tras la firma del Pacto de San Sebastián, las opciones del republicanismo se vieron fortalecidas, sobre todo cuando se concretó en una coalición de republicanos, socialistas y el nacionalismo catalán. Las estrategias republicanas pasaban por organizar una huelga general con el apoyo del PSOE y la UGT, que sería antesala de un pronunciamiento militar. La estrategia fracasó debido a una mala organización en las fechas.
Debido a estas sublevaciones, Alfonso XIII encomendó al Gobierno convocar Elecciones Generales. Sin embargo, la oposición interpretó esto como un intento continuista. Ante esta situación, el Gobierno de Berenguer dimitió y el rey Alfonso XIII mandó formar Gobierno a Juan Bautista Aznar, quien convocó elecciones municipales como paso previo a elecciones a las Cortes para redactar una nueva constitución.

1.2. Las elecciones del 12 de abril

Las tensiones del país hicieron que las elecciones municipales convocadas fueran para elegir entre monarquía o república. El 23 de marzo quedaron restablecidas las garantías constitucionales una vez suprimida la censura y reconocida la libertad de reunión y asociación.
Las candidaturas giraron en torno a los dos grandes bloques: monárquicos, partidarios del restablecimiento del régimen y la Restauración, y los miembros de la coalición republicana-socialista. Como tales, las elecciones fueron vencidas por los monárquicos. Sin embargo, la victoria fue reivindicada por los republicanos, quienes alegaron pucherazo. Se asumió la victoria de los republicanos. En las ciudades, la victoria fue republicana por mayoría.

1.3. La proclamación de la República

Ante la victoria de las coaliciones republicanas-socialistas, mientras que la corriente más abierta, encabezada por el conde de Romanones, propuso al rey abandonar España, la corriente más dura defendió el mantenimiento de la monarquía. Al mismo tiempo, el general Berenguer envió telegramas a distintos capitanes para conocer los apoyos del rey.
Los resultados de las elecciones municipales habían demostrado el poder del pensamiento republicano, al tiempo que desvelaron la desarticulación de la monarquía. Finalmente, el rey Alfonso XIII, con el fin de evitar una guerra civil, accedió a abandonar España sin abdicar formalmente. Tras la proclamación de la Segunda República y la renuncia del Gobierno por parte de Aznar, el Comité Revolucionario tomó el poder y se constituyó un Gobierno provisional.

2.1. La formación del Gobierno provisional

El nuevo Gabinete estuvo integrado por Niceto Alcalá-Zamora, Alejandro Lerroux, Manuel Azaña, Indalecio Prieto y Francisco Largo Caballero, entre otros. Este Gobierno provisional estaba formado por un amplio espectro político, desde la derecha republicana hasta los socialistas, pasando por los republicanos.
Las primeras medidas adoptadas por el Gobierno provisional a través de decretos estuvieron dirigidas a conceder una amnistía general, a declarar el 14 de abril como fiesta nacional y a promulgar el Estatuto Jurídico del Gobierno provisional como norma legal superior por la que se regiría hasta la aprobación de una nueva constitución. Se marcó la fecha del 28 de junio para la celebración de elecciones a las Cortes constituyentes.

2.2. La cuestión catalanista y la ruptura con la Iglesia

Desde el comienzo, la República tuvo que hacer frente a todo tipo de contratiempos, provenientes de sus enemigos (la Iglesia y los sectores monárquicos) y sus potenciales partidarios (catalanistas y clases populares). Esta situación se hizo evidente en dos aspectos:
  • Cuestión catalanista: El mismo día en que se proclamó la República, Esquerra Republicana proclamó la República Catalana como un Estado integrado en la Federación Ibérica. La solución al conflicto llegó por consenso, ante el compromiso del Gobierno de buscar una solución inmediata para la autonomía de Cataluña.
  • Oposición de la Iglesia: Desde la proclamación de la República, el Gobierno provisional manifestó su intención de emprender reformas como la libertad de culto y su intención de aprobar el divorcio o la creación de escuelas laicas. Por ello, la jerarquía eclesiástica se había postulado del lado de la monarquía. La postura de la Iglesia desató una oleada de violencia anticlerical que desembocó en la quema de conventos por todo el país.

2.3. Las elecciones a las Cortes constituyentes

El 28 de junio tuvieron lugar las elecciones para configurar las Cortes constituyentes. La participación fue alta, y con una amplia victoria de los partidos del Gobierno provisional, especialmente de izquierda. Para estas elecciones, el Gobierno provisional promulgó un decreto por el que quedó rebajada la edad de voto de los varones de 25 a 23 años.
En respecto al voto femenino, el Gobierno provisional introdujo la modificación del voto pasivo, que reconocía el derecho a las mujeres a presentarse a las elecciones, aunque no el derecho a voto. El 14 de julio quedaron constituidas las Cortes constituyentes, de las que fue elegido su presidente Julián Besteiro, mientras que el poder ejecutivo seguía en manos del Gobierno provisional.

2.4. La Constitución republicana de 1931

 

Durante meses se debatió en el Congreso el proyecto de Constitución. Las discusiones principales giraron en torno a artículos sobre reconocimiento del voto a las mujeres, que finalmente sería reconocido, y la cuestión religiosa. Este asunto terminó con la dimisión de Niceto Alcalá-Zamora como presidente del Gobierno provisional por sus convicciones religiosas. Manuel Azaña le sustituyó . Finalmente el texto constitucional fue aprobado el 9 de diciembre de 1931. Caben destacar los siguientes aspectos: • Se define a España como una República democrática y se reconocía la soberanía nacional. Este carácter social y democrático la convirtió en una de las más progresistas del mundo • En materia religiosa se declaraba un estado laico. Además, se le prohibía a la Iglesia, ejercer la enseñanza. • Se constitucionalizaba la prohibición de la guerra como instrumento de la política exterior. • Se abre paso a la aprobación de estatutos de autonomía. • Cortes adquirían un gran poder, tanto legislativo como de control del Gobierno, y constaban de una sola cámara elegida por sufragio universal • La propiedad privada de los medios de producción quedaba subordinada a intereses de la economía nacional, lo que posibilitaba las nacionalizaciones de empresas o sectores económicos.

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