Modelos Fundamentales en Geografía Rural y Agraria
La importancia de la agricultura se ha plasmado en numerosos estudios teóricos y experimentales, así como en técnicas de modelización. Con este tema queremos reflejar, en primer término, el destacado lugar que la Nueva Geografía concede a los modelos económicos. Estos modelos se basan en hipótesis relativas al espacio, a los actores y a los mecanismos de ajuste de sus decisiones.
Originariamente, estas hipótesis eran muy simplificadoras, aunque los trabajos actuales se inscriben en un marco menos rígido:
- a) No se prescinde de las irregularidades del medio real.
- b) Se tiene en cuenta la imperfecta racionalidad de los comportamientos y la limitación de los horizontes.
- c) Se concede un importante lugar a los mecanismos planificados de ajuste de las decisiones.
Es posible clasificar los modelos por grandes familias. Los que fueron formulados antes de 1960 o 1965 hacen generalmente hincapié en el papel de los costes de transporte en el orden espacial. En un principio, la mayor parte de los modelos de localización agraria tienen la misma base conceptual, orientada hacia la relación existente entre la renta diferencial de los cultivos y su distancia a un mercado central. Fue Von Thünen (1826) el primero en advertir este hecho. Los estudios recientes insisten en las cargas originadas por las transferencias de información.
Si tradicionalmente el paisaje agrario había sido estudiado por los geógrafos en sus aspectos formales, a partir de los años sesenta se empezó a considerar, por un lado, que el paisaje es el resultado de una actividad económica que demanda unos determinados usos del suelo, y por otro, se comienza a incluir la dimensión subjetiva en los estudios de geografía agraria y a introducirse el mecanismo de toma de decisiones en lo que afecta a la distribución espacial de las actividades agrarias.
Más recientemente, el interés de los modelos agrarios se centra prioritariamente en el estudio de los comportamientos individuales y sociales: en el porqué de la elección de un determinado cultivo, rechazando simultáneamente otras opciones, o en el proceso por el que ideas, tecnologías y formas agrarias se difunden en el espacio a partir de un centro innovador. En este apartado vamos a describir tres modelos que han tenido especial repercusión e importancia en los estudios agrarios: el modelo de Von Thünen, la teoría de juegos y la difusión de las innovaciones en el espacio.
La Teoría de la Localización de la Actividad Agraria de Von Thünen
Cuando se alcanza el convencimiento de la existencia de un factor económico sumamente importante como generador del paisaje agrario, los enfoques del estudio inician la búsqueda de ese factor, que es encontrado en la consideración de la renta económica como motor de la actuación humana. Se supone que el agricultor elige un determinado uso para sus campos en función de la rentabilidad esperada del mismo. Como una componente de tal rentabilidad —por formar parte de los costos del producto, al que incrementa durante el proceso de producción-consumo— es el transporte, se considerará que el espacio y la distancia desde las áreas de producción hasta los centros de consumo serán un factor de la elección del uso agrario de la tierra y, por tanto, de los paisajes agrarios.
Esta es la razón de que se especulara sobre la localización de la actividad agraria como un intento generalizador válido para predecir comportamientos en el paisaje y, sobre todo, para explicar racionalmente el precio de los productos agrarios y los límites de cultivo de las diferentes especies.
Contexto Histórico y Recepción
José Ramón Díaz Álvarez sale al paso de quienes consideran que la preocupación geográfica por la teoría de la localización está sumamente arraigada, cuando nos recuerda que, a pesar de que las primeras formulaciones al respecto de Von Thünen proceden de 1826, dicho autor fue un auténtico desconocido (ignorado) de la Geografía hasta que fue descubierto por Chisholm en 1962, y también por la traducción parcial que editó P. Hall en 1966. Aunque en este punto, la afirmación anterior entra en contradicción con lo reflejado por Gregor, que afirma que ya en los años treinta Waibel disertó extensamente sobre la importancia de la ley de Thünen para la Geografía Agrícola, y señaló como objetivo final de esta disciplina el análisis de la “ordenación y distribución espacial” de las regiones agrarias.
Personalidad y Obra de Von Thünen
Para estudiar el desarrollo y la trascendencia del modelo de Von Thünen, comenzaremos previamente con una exposición y breve comentario sobre su personalidad y su obra. Johan Heinrich von Thünen nació en 1783 en Alemania y a los 27 años adquirió la finca agrícola Tellow cerca de Rostock en Mecklemburgo, en la costa báltica, de la que fue empresario durante unos cuarenta años. Esta praxis le proporciona la base empírica para la formulación de un modelo espacial de la producción agraria que se considera pionero en la teoría de la localización. En su publicación de 1828, El Estado Aislado (Der Isolierte Staat), expone un modelo de distribución de los usos del suelo agrícola en torno a una ciudad-mercado.
El Modelo del Estado Aislado
El modelo está basado en seis condiciones o suposiciones:
- Estado aislado.
- Único mercado central.
- Emplazamiento en una llanura isótropa (homogénea).
- La zona en su conjunto abastece y es abastecida únicamente por la ciudad.
- Igual facilidad de transporte en todas direcciones, con coste directamente proporcional a la distancia recorrida.
- La maximización de beneficios por parte de todos los agricultores (racionalidad económica).
En el modelo, por tanto, la única variable que afecta a la distribución de los usos del suelo es la distancia. A partir de aquí, Von Thünen intenta analizar las pautas de localización de los diferentes usos del suelo alrededor de la ciudad del estado aislado. Una hipótesis esencial en su modelo es que en cada parcela se da el cultivo más rentable; es decir, el agricultor pretende la maximización del beneficio.
Von Thünen dedujo que los diferentes usos del suelo debían estar dispuestos en forma de círculos concéntricos, cuyas zonas iban decreciendo en intensidad —debido a la elevación paulatina de los costes de transporte— a medida que se alejaban de la ciudad central. Así, el primer anillo estaría dedicado a los cultivos hortícolas y a la producción de leche; el segundo, a bosque (para leña y materiales de construcción); el tercero, cuarto y quinto anillo a diferentes formas de cultivo de cereal, tendiendo a disminuir el grado de intensidad; y el sexto a praderas de tipo extensivo.
La Renta de Localización y los Costes de Transporte
Von Thünen consideró la renta de localización (o renta diferencial) el factor clave que clasifica el área uniforme de su estado aislado en distintas zonas de uso del suelo. Según el modelo, los valores del suelo rural descienden a medida que se alejan de la ciudad central, del mismo modo en que lo hacen los valores del suelo urbano, aunque en tasas mucho menores y con pendientes más suaves. Al estar básicamente en función de la distancia, la distribución espacial de la actividad agrícola se producirá en función de los costes de transporte.
Cuando la rentabilidad por unidad de superficie desciende a un mínimo, se promueve un cambio de cultivo o de técnica agrícola que tiende a disminuir el coste de producción por unidad de superficie y, por lo tanto, a paliar los más altos costes de transporte. Al igual que cada uno de los usos urbanos del suelo, cada uso del suelo agrícola posee una curva de precios característica y tiene una localización apropiada con respecto al aumento de la distancia. Un producto que es voluminoso o resulta difícil de transportar presentará curvas de precios con fuertes pendientes y resultará bastante sensible a los desplazamientos. Inversamente, un producto que es más ligero o que se muestra fácil de transportar resultará menos sensible al desplazamiento. Los límites de uso del suelo se producen en las intersecciones de las curvas de precios.
Modificaciones y Críticas al Modelo
En un volumen posterior publicado en 1850, Von Thünen reflexiona sobre la capacidad explicativa del modelo con la introducción de una serie de perturbaciones. Estudió los efectos producidos en el modelo original al introducir un río navegable (en el que el transporte resulta más rápido y los costes menores) y otro centro de mercado menor con su propia área de influencia.
La simplicidad de su modelo le resta aproximación a la realidad en sus resultados, y su interés proviene más del método utilizado que de la descripción de la realidad que consigue. Por otra parte, su proyección en el paisaje no tiene gran importancia debido a su abstracción y estaticismo, que contrastan fuertemente con el dinamismo del paisaje agrario. El propio Thünen fue consciente de ello y modificó y completó su primer modelo con posterioridad a su formulación inicial. Este gráfico, tan difundido en los manuales de geografía agraria, fue considerado secundario por el autor, que incluso se refiere a él en una nota a pie de página.
Para muchos autores, la teoría de Von Thünen sólo se ajusta a los países subdesarrollados, y se puede decir que la hipótesis es tanto más válida cuanto más primitiva es la economía del área de análisis y cuanto menor sea la influencia externa en la planificación agrícola. En general, ha recibido muchas críticas. Pero también han sido muchos los elogios (Chisholm, Bunge, Hall…) por sus virtudes geográficas. Su importancia metodológica radica en que puede generalizarse a otras situaciones en las que se registre la zonificación de cultivos. Así lo empleó Waibel en 1948 en Costa Rica, Melamid en 1955 en Maracaibo (Venezuela), Griffin (1973) en Montevideo, García Ramón en 1981 en Ocaña (Toledo) —aunque con finalidad metodológica—. Chisholm en 1962 elaboró un importante desarrollo teórico del mismo, y Sinclair en 1967 le introdujo las modificaciones derivadas del hecho industrial. Para este autor, la validez del modelo permanece, aunque cambien los mecanismos, y hay que contemplar nuevas variables como la competencia, las innovaciones tecnológicas y la generalización de la organización comercial: el esquema de Von Thünen mantiene pues su validez metodológica.
Adaptaciones y Nuevos Enfoques
En contextos modernos, la fertilidad de los suelos adquiere ahora el protagonismo que tenían los transportes en el modelo vonthüneniano. Cuando los costes de transporte de un producto son menores o iguales que las diferencias de costes de producción de ese producto en esas regiones, sea cual sea su distancia, puede generarse, al menos teóricamente, un flujo entre ambas zonas en función de su fertilidad o de cualquier otro factor que abarate el producto.
Pero a pesar de su adaptabilidad para la comprensión de nuevas realidades, casi siempre se ha utilizado para explicar situaciones existentes y muy pocas veces como base teórica para modificar en algún sentido las economías agrarias de una zona. No obstante, Henshall en 1967 señala que hay tres aspectos teóricos en el modelo inicial que necesitan de cierta revisión:
- El hecho de ser un modelo de equilibrio parcial.
- El no tener en cuenta la influencia de factores no económicos, por lo que es de limitado alcance (modelo parcial de usos del suelo con enfoque economicista).
- El no tener en cuenta el tamaño de la ciudad central.
En lo que atañe a la valoración de los trabajos en la línea de Von Thünen, destacan a partir de los años sesenta los seguidores de la Geografía de la Percepción. J. Wolpert en 1964 fue el primero en considerar los aspectos del comportamiento en la localización de la producción agraria. Señala Wolpert que la toma de decisiones está influida por la edad, la educación, la experiencia e, incluso, por las creencias religiosas del jefe de la explotación, destacando sobre todo como elemento esencial el acceso del agricultor a la información y el factor incertidumbre, que considera fundamental en la toma de decisiones.
Teoría de Juegos Aplicada a la Agricultura
La geografía agraria abandonó en la década de los años setenta la búsqueda de regularidades en el espacio cultural agrario, en beneficio de una dimensión subjetiva hasta entonces soslayada. Para comprender las variaciones de la actividad agraria en la superficie terrestre, es preciso estudiar la toma de decisiones individual y colectiva de los agricultores, ya que estas conforman en gran medida la estructura del parcelario, el uso del suelo, la localización de los asentamientos y todas las actividades tradicionales que se venían considerando reflejo exclusivo de las actividades socioeconómicas pasadas y presentes.
El modelo de homo oeconomicus, considerado de racionalidad ilimitada, fue sustituido por el modelo de hombre de racionalidad limitada. En geografía agraria, el hombre nunca puede percibir el medio en toda su complejidad, ya que su información es parcial y subjetiva, y su renta económica viene determinada por las decisiones que debe tomar en cada campaña para emplear la tierra, el capital y el trabajo en la combinación de cultivos o en las actividades ganaderas elegidas.
Esta toma de decisiones forma un amplio abanico, porque los agricultores difieren entre sí en sus aspiraciones económicas (mayores o menores, siempre personalmente satisfactorias), pero relacionadas de forma compleja con la edad, nivel de instrucción, experiencias anteriores, ambiciones personales, etc.
La teoría de juegos considera que los agricultores se comportan ante la elección de un sistema de cultivos como unos jugadores que tratan de optimizar su juego eligiendo unas estrategias, pero sabiendo que existe un factor de incertidumbre que es la estrategia de los otros»jugadore», entre los que se cuenta el medio físico y el clima. La teoría de juegos introduce formulaciones de probabilidad en el proceso de toma de decisiones, y la probabilidad se asocia con las condiciones de incertidumbre que provienen del entorno físico, de las oscilaciones de los precios de mercado y de las decisiones de otros agricultores.
Si todos los agricultores coinciden en la elección del mismo producto (cultivo), su precio sufrirá un descenso en el mercado, y este es un riesgo que el agricultor asume con su elección. Para minimizar ese riesgo hay que proceder según unos principios metodológicos. El método consiste en prever todas las opciones posibles ofrecidas al agricultor y en evaluar los resultados de cada elección. Pero el juego es más complicado cuantos más jugadores se incluyan, y la estrategia del medio físico es casi siempre desconocida, así como las fluctuaciones de precios en el mercado.
En general, el agricultor se vale de sus experiencias anteriores y también de los conocimientos adquiridos en experiencias ajenas, y se forma una imagen subjetiva de carácter complejo, que variará de la persona de carácter arriesgado y optimista, a la pesimista y desconfiada que prefiere la seguridad al riesgo, aunque este le tiente prometiéndole mayores beneficios.
En general, la estrategia de menor riesgo es la más aceptada por los agricultores de los países subdesarrollados, en los que, por estar a un nivel de subsistencia, se mantiene una actitud poco ambiciosa o arriesgada, valorando más que nada la seguridad. Finalmente, en los países desarrollados se minimizan los riesgos, maximizando los rendimientos y optimizando la proporción de cultivos, especialmente si la parcela es suficientemente grande para poder optar por varios cultivos.
A pesar de lo sugestivo de la teoría, sus deficiencias han sido resaltadas por varios geógrafos. En efecto, la teoría de juegos no presupone todos los factores que impulsan al agricultor a tomar una decisión, que no sólo está influida por características económicas, sino por hábitos, normas, presiones del entorno, tradiciones familiares, etc. Cierto que se incorporan la incertidumbre y el cálculo, pero se supone que el agricultor conoce hechos que en la realidad no conoce (fluctuaciones del precio en el mercado, variedad de estados de la naturaleza, etc.). Sirve, no obstante, de herramienta para comparar los resultados reales con los del modelo, y poder quizás en algunos casos aceptar ciertas modificaciones con vistas a un aprovechamiento agrario más rentable, pero nunca puede servir para lograr una explicación total de todos y cada uno de los factores que intervienen en las decisiones de los agricultores.
La Difusión de las Innovaciones (Modelos de Difusión de Hägerstrand)
La teoría de la difusión de innovaciones a partir de un foco difusor fue formulada por el geógrafo sueco Torsten Hägerstrand a partir de 1953, pero empezó a ser conocida fuera de su país a raíz de 1968 al ser traducida al inglés por Pred. Este autor representa el personaje más significativo en el estudio de las expresiones geográficas del comportamiento humano. En Hägerstrand, como en Von Thünen y Christaller, su teoría descansa en profundos estudios de investigación empírica.
Se pregunta si la generalización del hecho nuevo es fortuita o obedece a leyes o modelos que circunscriben el comportamiento humano; por tanto, busca orden espacial y temporal en el proceso difusor y encuentra regularidades comunes a todas las innovaciones en su difusión a través del tiempo y del espacio. Ello a pesar de las diferentes motivaciones que indujeron a los habitantes de la comarca del Centro de Suecia a adoptar las innovaciones agropecuarias (mejora de pastos, control de brucelosis en el ganado vacuno…) o generales (automóvil, teléfono…). En su trabajo puso en evidencia la existencia de centros innovadores y de áreas receptoras, al tiempo que desarrolla la idea de que la resultante de un proceso de difusión responde a las formas básicas de desarrollo del proceso (difusión por expansión o contagio, difusión por relocalización o salto, y difusión jerárquica).
A través de su investigación pudo demostrar que los comportamientos colectivos pueden estudiarse bajo la forma de redes sociales, de comunicaciones interpersonales, a través de las cuales circula la información. Ahonda en las formas básicas del desarrollo del proceso de difusión así como en los patrones de difusión. La transmisión efectiva de una innovación parece declinar con la distancia y a lo largo del tiempo. Hägerstrand visualizó la transmisión de innovaciones a través de la distancia y el tiempo bajo la forma de olas de innovación.
Los cambios observados en la dinámica del proceso de difusión de una innovación tienen un comportamiento próximo al de una curva logística (o curva en S), en la que se pueden reconocer las siguientes fases: primaria (introducción lenta), de difusión (aceleración), de condensación (desaceleración) y de saturación (estabilización). José Ramón Díaz Álvarez ha aplicado esta teoría a la difusión de invernaderos en Almería en el Campo de Dalías a partir del foco difusor de Roquetas de Mar en 1965.
Vertientes Descriptiva y Explicativa de los Modelos de Difusión
En la actualidad, la resolución de un modelo de difusión contempla dos vertientes de un mismo problema:
- Vertiente descriptiva: Engendra modelos inductivos que son válidos para mostrar gráficamente la velocidad de penetración y las fases por las que atraviesa la difusión de un nuevo sistema.
- Vertiente explicativa: Engendra modelos estocásticos (aleatorios).
Los modelos estocásticos son modelos explicativos que entienden los procesos de difusión en el espacio como unos fenómenos derivados de un doble condicionante:
- La probabilidad de que la innovación (o cualquier opción que se quiera difundir a través del espacio) sea aceptada.
- La probabilidad —una vez aceptada— de que esa innovación se propague en un determinado sentido.