Psicología y Sociología de la Cultura: Aprendizaje, Adaptación y Diversidad


Lo Cultural y Aprendido

El término cultura no tiene un solo uso ni significado. John Benner propone la siguiente definición: «la cultura es la transmisión de información de un individuo a otro por medio del comportamiento o del diálogo». El antropólogo cultural Marvin Harris considera la cultura como el conjunto aprendido de tradiciones y estilos de vida, socialmente adquiridos, de los miembros de una sociedad, incluyendo sus modos pautados y repetitivos de pensar, sentir y actuar.

Entendiendo por cultura la transmisión de hábitos que dependen del aprendizaje, podemos hablar de cultura animal. La cultura animal es mucho más limitada, pues la precariedad de sus sistemas simbólicos se ve limitada a la situación presente y visible. De ahí que carezca de un carácter acumulativo para poder ser modificado y transmitido de la forma que posibilita la representación simbólica que nos permite un lenguaje como el humano. La cultura animal se transmite por imitación y no es acumulativa, mientras que la cultura humana, al contar con el lenguaje, es acumulativa.

Si definimos la cultura como la transmisión de información de un individuo a otro por medio del comportamiento o del diálogo, entonces se trata de una definición muy sencilla, aplicable tanto a animales inferiores como a los seres humanos. Pero esta definición no es del agrado de los antropólogos culturales. Ellos definen la cultura en términos de civilización y otros conceptos que se refieren exclusivamente a los seres humanos.

Valor Adaptativo de la Cultura

Todos podemos observar los cambios que los seres humanos han realizado en los diferentes entornos naturales. El resto de los animales, para su supervivencia, no poseen los medios necesarios para transformar el medio natural de manera sustancial, porque su supervivencia depende del instinto.

El aprendizaje es un factor indispensable para garantizar la supervivencia en el ser humano, logrado a partir de su desarrollo cerebral. El poder controlar el aprendizaje abre al ser humano nuevas perspectivas para el control de su supervivencia. El ser humano ha pasado de la evolución biológica a la evolución cultural.

La cultura tiene un valor adaptativo: la cultura nos adapta al medio mejor que la genética, pues gracias a ella el ser humano adapta el medio a sí mismo. Mientras en los demás animales se da una selección natural, en el ser humano se desarrolla una selección cultural: lo que nos permite sobrevivir en el medio no son solo los cambios biológicos, sino también los cambios culturales.

Podemos afirmar que el ser humano no tiene hábitat (conjunto de factores físicos y geográficos en el que las especies pueden vivir) porque aunque parta de un hábitat, tiene mundo, es decir, posibilidad de transformar el entorno.

Lo Natural e Innato

Los animales se guían por instintos, que son pautas fijas de conducta necesarias para las acciones que garantizan la supervivencia.

El ser humano posee instintos como los demás animales, pues tiene impulsos y deseos naturales, como la necesidad de alimento, protección o reproducción, pero como su información instintiva es muy escasa, el aprendizaje (la cultura) juega un papel esencial en la formación de su identidad.

El instinto se define biológicamente como una pauta hereditaria de comportamiento cuyas características son las siguientes:

  • Es común en toda la especie; las excepciones y la variabilidad son mínimas.
  • Posee finalidad adaptativa.
  • Es de carácter complejo, es decir, consta de una serie de pasos para su producción: búsqueda del objeto, satisfacción y cancelación del estado de necesidad.
  • Es global; compromete a todo el organismo vivo.

El instinto en los seres humanos existe y guía su conducta, pero modelado y estructurado desde lo aprendido en el medio cultural.

La Dialéctica Innato-Aprendida

Entre lo innato y lo aprendido se establece una relación dialéctica de tensiones e influencias mutuas. Esta relación está clara en el ser humano, cuya conducta está más definida a partir de la cultura.

A los deseos naturales, los humanos no damos una respuesta fija y estable. Pensemos en un deseo natural: el instinto sexual y reproductor. Los humanos no damos al mismo una respuesta instintiva, sino una respuesta cultural que lo sujeta a un orden y a unas normas que pretenden perpetuar el orden social y satisfacerlo sin que constituya un elemento desintegrador. Las respuestas al mismo instinto son diferentes en las distintas culturas y épocas. En la mayoría está implícita la prohibición del incesto, pero en algunas está permitida la poligamia, mientras que lo común es la monogamia; existen una serie de pautas para consolidar ese impulso natural, como son el noviazgo, el matrimonio, etc.

Estas diferencias nos muestran cómo lo cultural es crucial en el ser humano y cómo es este el elemento que genera la diversidad de grupos humanos.

Socialización

El medio social, en el caso de los seres humanos, es indispensable en dos sentidos:

  • Para su supervivencia.
  • Para desarrollar su identidad como tal. Es en el medio social donde el individuo aprende las herramientas básicas que le permiten dar una respuesta humana a sus instintos y necesidades naturales.

La importancia del medio social en el desarrollo de la humanidad fue popularizada por el director de cine François Truffaut con su película El pequeño salvaje (L’enfant sauvage), donde se relata la historia del estado de desarrollo en el que se encontró a un niño en el bosque de Caune.

El ser humano, para la culminación de su desarrollo, necesita un ambiente social que le proporcione los estímulos adecuados: afecto, cuidados, lenguaje, normas… Sin ellos, su desarrollo se ve seriamente comprometido, sus funciones intelectuales mermadas y su vida emocional reducida a unas pocas emociones primarias. En el desarrollo de nuestra evolución y construcción de nuestra identidad es crucial el medio social. Si somos privados de un entorno social en una etapa temprana de nuestra vida, muchas de nuestras capacidades se verán limitadas. No podremos aprender el lenguaje, quedarán reducidas todas las capacidades ligadas a él, ni asumir normas y convenciones, entre otras dificultades.

Lenguaje

El lenguaje ha permitido a los humanos salir de su burbuja del aquí y ahora y manejar situaciones sin tenerlas presentes ni cercanas. Aquí no nos limitaremos a tratar el lenguaje humano en concreto. Este tema abrió al escenario científico tres líneas teóricas de investigación.

3 Enfoques

  1. El de la escuela conductista: afirma que el lenguaje tan solo se aprende mediante el contacto social. Skinner argumentó que los niños y las niñas adquieren el lenguaje por medio de un proceso de adaptación a estímulos externos de corrección y repetición del adulto:
    • La adquisición del lenguaje humano difiere poco de la adquisición de conductas aprendidas por otras especies.
    • Los niños imitan el lenguaje de los adultos y estas imitaciones son un componente del aprendizaje del lenguaje.
    • Los adultos corrigen los errores de los niños, donde estos últimos aprenden a través de estos errores.
    • Parte del empleo del lenguaje de los niños responde a la imitación de formas empleadas por los adultos.
  2. El de la teoría de la gramática generativa: sostiene que el humano tiene una capacidad innata de aprender un lenguaje, una gramática universal. Hay una serie de reglas que ayudan a los niños a adquirir su lengua materna. Noam Chomsky argumentó que el cerebro humano contiene un limitado conjunto de reglas para organizar su conocimiento del lenguaje.
  3. El de la escuela cognitiva: la adquisición del lenguaje depende del desarrollo de la inteligencia; se necesita inteligencia para poder adquirir un lenguaje. Piaget sostiene que el niño va aprendiendo a hablar según su desarrollo cognitivo va alcanzando el nivel necesario para ello. Piaget señala que es el pensamiento el que posibilita al lenguaje.

Diversidad Cultural

  1. Etnocentrismo cultural: consiste en la creencia de que nuestras pautas culturales son las buenas y naturales, frente a las de otras culturas, que serían inhumanas, repugnantes o salvajes. Por ello, el etnocentrista desprecia y desprestigia todo lo que no sea igual a las costumbres de su entorno, que considera es el modelo a seguir.
  2. Relativismo cultural: es la creencia de que todas las pautas y normas culturales son tan dignas y buenas como las demás y que solo pueden ser juzgadas o valoradas desde dentro de cada propia cultura.
  3. Interculturalismo: postura que reconoce la peculiaridad de cada cultura, aunque considera que es posible encontrar puntos de encuentro entre las distintas culturas y abre la posibilidad de encontrar normas comunes para todas.

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