Reforma agraria liberal España Siglo XIX


12.1. Transformaciones económicas. Proceso de desamortización y cambios agrarios. Las peculiaridades de la incorporación de España a la revolución industrial. Modernización de las infraestructuras: El impacto del ferrocarril.///  
Propiedad de la tierra
A principios del siglo XIX, la economía se caracterizó por la acumulación de la propiedad de la tierra en pocas manos, quedando grandes extensiones de terreno sin cultivar. Tuvieron cierta importancia la pequeña y mediana propiedad, persistiendo la Mesta y sin apenas evolución tecnológica. A lo largo del siglo, hubo una serie de transformaciones que afectaron al sistema de propiedad y explotación agrícola y que estuvieron acompañadas por un lento desarrollo industrial que contrastó con otros países europeos (como Gran Bretaña o Francia)//   Reforma Agraria: La Reforma Agraria Liberal se compuso por un conjunto de medidas jurídico-constitucionales que mejoraron el régimen de propiedad y la productividad de la tierra, así como las relaciones capitalistas en el campo. Fue un proceso discontinuo, iniciado con elInforme sobre la ley agrariade Jovellanos. Con el retorno de Fernando VII, se suprimieron estas reformas, reimplantándose definitivamente entre 1835 y 1839. Así, se dieron una serie de cambios en la distribución y comercialización de la producción agraria, tales como la liberalización del comercio interior o supresión del diezmo y de los derechos señoriales. En 1845, una nueva reforma fiscal establecíó la contribución directa sobre la agricultura. /////     Abolición del régimen señorial: Por otro lado, la abolición del régimen señorial presentó una serie de problemas: determinar qué rentas sobre el campesinado eran de origen señorial (soluciónándose en 1823 y 1837), diferenciar entre señoríos territoriales (tierras en propiedad) y jurisdiccionales (administraban tierras que les habían sido cedidas por la Corona), y determinar qué títulos de propiedad se debían presentar para justificar la titularidad de la tierra. Estos dos últimos problemas se intentaron solucionar en 1823, pero con el término del Trienio Liberal se paralizaron dichas reformas. Finalmente, la cuestión se soluciónó en 1837, indemnizando con títulos de deuda pública a los perjudicados.///        Mayorazgo: El mayorazgo consistía en la vinculación de propiedades a una familia, de tal forma que no pudieran enajenarse. Hubo tres razones que llevaron a la abolición del mayorazgo: económica (ya que el mayorazgo era un impedimento para la capitalización de las relaciones agrarias); política (ya que acarrearía un debilitamiento de la aristocracia y, por consiguiente, del régimen absolutista); y social (ya que representaba al Antiguo Régimen). Con esta reforma, la aristocracia vendíó estas tierras para liquidar sus deudas, siendo adquiridas por los burgueses y reducíéndose la inversión industrial//    Derechos de los propietarios: En cuanto a los derechos de los propietarios, a partir de 1836 se suprimieron las costumbres comunitarias que impedían al propietario real el uso libre de sus posesiones, consiguiendo con el tiempo los propietarios hacer valer sus derechos.///    Desamortizaciones: En relación a la desamortización, diremos que esta consistíó en la apropiación por parte del Estado de tierras, edificios u otros bienes que generalmente pertenecían a la Iglesia, municipios y otras instituciones. Durante el último tercio del Siglo XVIII se expropiaron los bienes de los jesuitas y durante el Siglo XIX se produjeron las desamortizaciones de Godoy (primera década), del Trienio Liberal, de Mendizábal y Espartero, y, por último, de Madoz (durante la segunda mitad del siglo). Las tierras desamortizadas fueron repartidas entre los campesinos, entregadas como gratitud a los militares de bajo rango o subastadas públicamente, y con ellas se pretendíó reducir la deuda pública y dinamizar la economía invirtiendo en infraestructuras. Los grupos más perjudicados fueron la Iglesia, los municipios y el campesinado, al privatizarse los bienes comunales///    Transportes: Con el fin de dinamizar la economía, se invirtió en infraestructuras, a fin de lograr un mercado interno y aumentar la capacidad de exportación. Se invirtió en construcción de nuevos puertos y en la remodelación de los antiguos a raíz de la pérdida del Imperio colonial. El transporte marítimo y el ferroviario fueron de la mano en esta nueva etapa. Se creó un sistema radial de carreteras y redes ferroviarias, que fue remodelado y ampliado junto a la modernización de los vehículos de transporte (en 1900 se matriculan los primeros automóviles). Paralelamente, se establecíó una red de postas para el abastecimiento animal. Surgieron una serie de compañías encargadas de construir la nueva red ferroviaria con capital francés y de particulares españoles. Como consecuencia, se establecen nudos de comunicaciones que benefician a las ciudades emergentes, ahorrando recursos y favoreciendo el transporte intranacional e internacional de mercancías. Aumentó el transporte de prensa y correo, lo que supuso una integración social, todo ello a favor de las industrias del hormigón y siderúrgica. Por último, se extendíó el uso del telégrafo.//   Industria: En la industria convivieron el sistema artesanal (productos alimenticios y de consumo) y el industrial (textil y siderúrgica). A lo largo del Siglo XIX se quintuplicó la producción industrial. Los principales centros industriales fueron Barcelona y su periferia (industria textil), la cornisa cantábrica (industria siderúrgica en Vizcaya, Asturias y Santander) y Andalucía (industria textil y siderúrgica). La producción artesanal estaba repartida, sobresaliendo Madrid, Sevilla, Santander y Valladolid.//     Minería: En cuanto a la minería, la explotación minera se caracteriza por: la riqueza de yacimientos, la existencia de mano de obra barata y la presencia de capital extranjero (Ley de Minas 1868). Se extrajeron carbón, plomo y zinc, destacando la extracción y comercialización del hierro. El auge de la minería española estuvo causado por la expansión de la renovada tecnología del acero, la proximidad de las minas vizcaínas y santanderinas a los puertos a favor del comercio, y la construcción del ferrocarril minero, de muelles de carga y de instalaciones de lavado y concentrado. Los beneficios obtenidos por la exportación del hierro se invirtieron en la industria y los obtenidos por el resto de metales contribuyeron a: equilibrar la balanza de pagos, aumentar el empleo y favorecer la injerencia de técnicos extranjeros, lo que conllevó una modernización de la tecnología minera y potenció la demanda de servicios terciarios (bancos, comercios y obras públicas).//   Conclusión: En conclusión, a lo largo del Siglo XIX la estructura y explotación de la tierra pasó de un modelo propio del Antiguo Régimen a uno de economía liberal.
Además, se hizo un gran esfuerzo para invertir en infraestructuras, industria y minería; si bien, en comparación con otras potencias europeas, siguió siendo un país de desarrollo lento y menor capacidad competitiva.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *