Reformas políticas y económicas en el siglo XVIII en España


Introducción

El siglo XVIII comienza con la llegada de los Borbones al trono español y el estallido de la Guerra de Sucesión (1700-1714). El final de la guerra supone un cambio dinástico y político iniciado por Felipe V. Con Carlos III, llegaría a España la ilustración, que buscaría someter la educación, el crecimiento económico y la iglesia bajo el poder real.

Desarrollo

Cambios políticos: El nuevo estado y las reformas institucionales

Con la llegada de Felipe V (1700-1746) hubo cambios en la estructura del estado, inspirados en el modelo absolutista francés, y continuados por su hijo Fernando VI. Las medidas centralizadoras consistieron en:

  • Los Decretos de Nueva Planta, que implantaron el modelo político-administrativo de Castilla en la Corona de Aragón. La medida fue tomada en represalia por el apoyo prestado por estos reinos al archiduque Carlos en la Guerra de Sucesión, estableciendo un gobierno uniforme en todo el territorio excepto en Navarra y el País Vasco.
  • Se estableció un nuevo modelo de administración territorial, convirtiendo los virreinatos de la Corona de Aragón en Capitanías Generales dirigidas por un capitán general. Además, España se divide en provincias gobernadas por intendentes, puentes entre el Consejo de Castilla y los poderes locales, y se extendió la figura del corregidor y los regidores por todo el territorio. Carlos III creará las figuras del procurador síndico personero y del diputado del común (control de abastecimientos y mercados).
  • Reformaron la administración central suprimiendo los Consejos, excepto el de Castilla y creando las Secretarías de Despacho, cada una con diferente función y con un secretario al frente.
  • Hubo reformas también en el sistema de Hacienda. Felipe V implanta los mismos impuestos castellanos en los territorios de la Corona de Aragón. Posteriormente el marqués de Ensenada, ministro de Fernando VI, trató de sustituir la diversidad de impuestos por una única contribución, proponiendo un recuento de los habitantes de Castilla y de sus propiedades (Catastro de Ensenada) para establecer la cuantía correspondiente a cada súbdito, proyecto frustrado por las protestas de los estamentos privilegiados.

El reformismo de Carlos III (1759-1788)

En 1759 Carlos III accede al trono e instaura una Monarquía Ilustrada tratando de modernizar la sociedad española. Nombró ministros y consejeros de la baja nobleza, como Campomanes y Floridablanca, que pondrían en marcha reformas sociales, administrativas y económicas pretendiendo mejorar la producción y el comercio.

Crecimiento de la población

Durante el siglo XVIII hubo un continuo crecimiento demográfico, que chocó con el lento aumento agrícola. Este produjo graves crisis a causa de las malas cosechas, como la que tuvo lugar en el reinado de Carlos III y provocó el llamado motín de Esquilache (1766).

La agricultura

El desarrollo de la agricultura se vio obstaculizado por el régimen de propiedad de la tierra, perteneciente a nobles y eclesiásticos. La mayor parte no podría venderse a cualquier interesado ya que eran tierras amortizadas o de manos muertas. Este problema agravó en la segunda mitad del s.XVIII, con el aumento de población y la consiguiente demanda de productos agrarios.

  • El libre comercio de cereales en 1756, que provocó fuertes subidas de precio y motines en 1766, medida de la que solo se beneficiaron nobleza y clero.
  • Los ilustrados propusieron la modificación de la estructura de la propiedad, manifestando que las tierras vinculadas a mayorazgos o a la iglesia deberían ser objeto de compraventa, pero no se adoptó ninguna decisión.
  • El arrendamiento de tierras municipales a los campesinos con los medios necesarios para trabajarlas. Esta medida fracasó por aplicarse únicamente en ciertas zonas de Castilla y por la corrupción de las oligarquías municipales encargadas de aplicarla.
  • Las colonizaciones de nuevas tierras, planificadas y financiadas por la Corona para favorecer la existencia de pequeños propietarios campesinos, laboriosos y buenos contribuyentes (colonización de Sierra Morena bajo la supervisión de Pablo Olavide en 1767).
  • Limitación de los privilegios ganaderos de la Mesta, que tenían preferencia en el arrendamiento de tierras para pastos.
  • El proyecto de una Ley Agraria para resolver el problema de la tierra, para el que se encargó un informe sobre los problemas de la agricultura y sus posibles soluciones. Fue elaborado finalmente por Jovellanos en 1794 (Expediente de ley agraria).

La industria

La industria española sufría graves problemas, como el predominio del pequeño taller de escasa producción, o los métodos de trabajo arcaico.

Surgieron sistemas como el trabajo a domicilio, que consistía en que un empresario proporcionaba herramientas y materias primas a trabajadores rurales, quienes practicaban también actividades industriales en sus casas, por lo que obtenían ingresos complementarios al entregar el producto elaborado al empresario, quien después se encargaba de su venta. Este sistema fue apoyado por Campomanes, ministro de Carlos III.

Otro de los problemas era la falta de valoración del trabajo manual considerado una actividad de poco prestigio social. Por ello en 1783 Carlos III declaró honestas todas las profesiones.

Con el objetivo de desarrollar la producción industrial española se llevaron a cabo las siguientes medidas:

  • El fomento del proteccionismo de la industria. El Estado impulsó la construcción de fábricas (primera industrias textiles), y se establecieron aranceles, para proteger la economía de la competencia extranjera
  • La creación de manufacturas reales de artículos de lujo, con el objetivo de satisfacer la demanda de estos y exportarlos. De esta manera se dejarían de importar del extranjero y el dinero no saldría de España (fábrica de tapices de Santa Bárbara).
  • El fomento de la construcción naval en astilleros reales, como el de Cartagena, para facilitar el comercio por mar y la flota de guerra.

El comercio

El fomento del comercio interior se vio entorpecido por la falta de vías de comunicación y la escasez de medios de transporte terrestre. Por ello, se mejoraron las infraestructuras viarias, se eliminaron aduanas interiores y se aprobó la Ley de libre circulación de granos.

Para mejorar el comercio exterior se puso fin al monopolio comercial de la Casa de Contratación de Cádiz, primero a través de un sistema de registros en 1735, y finalmente con la liberalización del comercio con América (1778). Sin embargo, debido a la escasa capacidad productiva de la industria peninsular, la mayoría de las manufacturas enviadas a América eran extranjeras.

Otros campos de actuación

La política regalista, que buscaba la supremacía de la Corona sobre la Iglesia, para lo que se estableció un mayor control sobre la Inquisición y se expulsó la Compañía de Jesús (por decreto de Carlos III en 1767).

Los ilustrados difundieron sus ideas a través de la educación, proponiendo que la aristocracia debe aprender filosofía y ciencias, y el pueblo enseñanzas básicas y aprendizajes útiles para mejorar su trabajo, manteniendo así la escala social. Además, se fomentó la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País (estudio de las necesidades provinciales, traducción y difusión de libros extranjeros con ideas fisiócratas y liberales, y fomento de la industria y el comercio).

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