Teatro Realismo social


La novela española de 1939 a 1974
La Guerra Civil divide España y sufre el régimen político instaurado: los narradores se marchan al exilio, otros burlan la censura, crean un mundo cambiante. La novela de posguerra: el propio conflicto bélico y la censura hacen que surjan las novelas idealistas, también aparecen las novelas propagandísticas que exaltan la guerra y hay otras que intentan hacer olvidar la contienda. En los 40 hay dos fechas que marcan la Resurrección: 1942 “La familia de Pascua Duarte” de José Cela y en 1944 “Nada” de Carmen Lafaret. Las obras cuentan la dura realidad cotidiana. La 1a se plasman realidades y condiciones humanas y la 2a el entusiasmo inicial se convierte en desilusión cuando descubre el sórdido mundo. Hubo muchos autores que siguieron esta senda, junto a otros que van de la creación imaginativa al confortísimo. Destacan Torrente
Ballester con “Las gozas y las sombras”, Ramón.J. Sender y Miguel Delibes. El Realismo social:
El novelista debe de ejercer el papel de denuncia o testimonio de las mí serias e injusticias sociales. Los temas fueron: la dura vida del campo, el mundo del trabajador…. Se percibe influencias del Realismo, Naturalismo y existencialismo. Se prefiere lo sencillo y directo, adoptó un estilo de crónica. Los diálogos reflejan el habla de los distintos sectores, el personaje más colectivo fue el elegido y se concentraba la acción. Ejemplos: “La colmena” de Ceda y “El camino” Delibes. Entre 1954 y 1962 surgieron destacados de la novela: Ignacio Aldecoa,
Caballero Borald…Ejemplo “ El jarama” de Sánchez Ferlosio que cuenta el domingo de unos jóvenes. Novela experimental: los años 60 se manifiesta el cansancio por el Realismo. Luis Martín Santos y “Tiemon de silencio” abren un nuevo camino. Y se empieza a tener en cuenta autores extranjeros la cual causa un nuevo estilo de novela hispanoamericana. Las inquietudes afectan: a las estructuras, a las diversas técnicas, al cambio de perspectiva. Autores: Delibes, Cela, Juan Morsé…Los últimos años de dictadura, las novelas narrativas tuvo consecuencias: se destruye el relato tradicional y los personajes se desdibujan. Ejemplo:”Oficio de tiniebla 5” de Cela.
Historia de una escalera, Antonio Buero Vallejo
Cuando en 1949 se reanuda la convocatoria del premio de teatro
Lope de Vega, precisamente la obra premiada fue Historia de una escalera. Era el primer drama de Buero Vallejo, pero lo encumbraría como uno de los dramaturgos más relevantes de la escena española de la posguerra. Es una obra de enfoque existencial
y, sobre todo, social; pero sin romper con la fórmula del teatro comercial. La obra está estructurada en tres actos que hacen referencia a tres generaciones de personajes cada uno. La escalera de vecinos es testigo inmutable del devenir de los personajes, unos personajes atrapados en la situación social y económica de la época, que no presenta cambios significativos en los treinta años que median entre el inicio y el final de la obra; de hecho, Fernando –hijo- le hace la misma promesa a Carmina – hija- que su padre le había hecho a Carmina años atrás. Se ve aquí el fracaso de todos los personajes ya que ninguno ha conseguido escapar de la comunidad. Buero supo convertir en materia artística la difícil cotidianidad de las clases menos privilegiadas y reflejar a través de estos seres insignificantes los obstáculos con los que tropiezan los hombres de cualquier época. Las acotaciones son extremadamente descriptivas porque presentan con mucho detalle la situación de los elementos en el escenario y la situación psicológica de cada personaje. El diálogo refleja con maestría la tensión mediante el uso de frases cortas y exclamativas que además dan acción a la escena.
El teatro posterior a 1939. La Guerra Civil trae consigo consecuencias inevitables para el panorama teatral a consecuencia de la desaparición de autores ( muerte o exilio ), de la situación económica y de la censura. La producción de Miguel Mihura tiene algo de preocupación existencial y de intención crítica ( Tres sombreros de copa ), pero acaba cediendo a los gustos del público, volvíéndose más convencional Melocotón en almíbar o Maribel y la extraña familia ). Por último, aparece en esta época un teatro existencialista, centrado en las preocupaciones humanas y sociales y cuyas figuras de referencia son Antonio Buero Vallejo ( Historia de una escalera, 1949 ) y Alfonso Sastre, más radical, con Escuadras hacia la muerte, 1953. A mediados de los años 60 se abandona el Realismo y comienzan a proliferar nuevos nombres que apuestan por fórmulas más vanguardistas y experimentales, inspirándose en corrientes experimentales externas como las del teatro de Bertold Brecht, Samuel Beckett o Artaud. Grupos como Els Joglars, Els Comediants, Teatre Lliure recurren a la farsa, a lo grotesco, a lo alucinante, a lo visual … Preocupándose por los aspectos lúdicos del espectáculo. En esta línea, uno de los autores destacados es José Luis Alonso de Santos ( La estanquera de Vallecas, Bajarse al moro ), pero también hay que subrayar Las bicicletas son para el verano ( Fernando Fernán Gómez ) y ¡ Ay, Carmela ! De José Luis Sanchís. Se ha consolidado la representación de obras consagradas con el trabajo realizado desde el Centro Dramático Nacional o la Compañía Nacional de Teatro
Clásico ; se mantiene el gusto por el teatro de humor, aunque se utilicen fórmulas distintas como el monólogo ; ha proliferado el teatro musical con adaptaciones de obras internacionales ( Los miserables, Cats … ) o la creación de obras propias ; y sigue habiendo autores y grupos que realizan nuevas propuestas escénicas

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *