Comentario de texto la construcción del ferrocarril


Texto 4 – LA CONSTRUCCIÓN DEL FERROCARRIL

1. Introducción


El texto forma parte del ensayo titulado El desarrollo de la España contemporánea, incluido en el libro Historia económica de los siglos XIX y XX, escrito por Gabriel Tortella en 1994 y reproducido por J. Aróstegui y otros en un manual de 2º de Bachillerato de Historia de la editorial Vicens Vives. Se trata de un texto historiográfico, destinado a la comunidad científica y público interesado pues divulga los problemas de la implantación del ferrocarril

2. Análisis del texto


Gabriel Tortella sintetiza de una manera crítica cómo fue la implantación del ferrocarril en España en la segunda mitad del Siglo XIX y pone énfasis en la deficiente planificación y la tardanza. A continuación plantea alguna de las causas y de las consecuencias de ese hecho. Se alude al escaso interés del gobierno moderado durante los primeros años de gobierno y resalta el impulso que supuso la llegada de los progresistas que consideran al ferrocarril parte esencial en la modernización de la economía española (línea 5)Se valora críticamente la rapidez de la construcción durante el periodo 1856-64, con los moderados y unionistas en el poder, lo que tuvo aspectos negativos: una inversión extranjera poco ligada a los intereses nacionales y una fuerte especulación inversora que condujo a una crisis económica (último párrafo) Opiniones historiadores:Tortella: un mal necesario la participación extranjera. Critica la mala gestión del EstadoJordi Nadal: construcción del ferrocarril dominada por intereses particulares. Critica la mala gestión del Estado. Gómez Mendoza alaba la gestión y bondades de la participación extranjera.Todos coinciden en que no impulsó la economía nacional y fue un problema para hacienda

3. Comentario del texto


Difusión de la revolución industrial: comparada con países europeos occidentales fue con retraso Este fracaso se debía: gricultura sin modernizar, debilidad del mercado nacional, deficiente red de transportes, escasez de fuentes de energía, analfabetismo y escasez de capitales. Consecuencia de todo ello, España siguió siendo un país predominantemente agrario hasta finales del Siglo XIX La industrialización estuvo muy localizada: Cataluña con la industria textil, el País Vasco con la industria siderúrgica, Asturias minera. En el interior se mantuvieron formas económicas tradicionales. Las causas de este atraso fueron:

Población carente del poder adquisitivo

La agricultura ocupa mucha mano de obra y no impulsa el mercado.
Ausencia de crecimiento de población debido a la emigración, sobre todo a América.

Falta de capitales

Parte de ellos se han desviado a la compra de tierras desamortizadas.
Se consideraba más rentable comprar bienes desamortizados, inversiones en ferrocarriles y en la bolsa.
Inexistencia de un mercado nacional, y ausencia de una red viaria adecuada?
El mercado interior es débil.

Ausencia de una política orientada al fomento de la industria nacional

Política proteccionista inoperante. Por todas estas razones, el capital extranjero desempeñó un papel destacado en la industrialización de España. Esta práctica se considera adecuada dentro de las ideas económicas del librecambismo, propias del liberalismo.

El debate entre librecambio y proteccionismo existíó a lo largo de la segunda mitad del Siglo XIX. El Librecambio suprime las trabas al comercio internacional. El Proteccionismo les impone aranceles aduaneros. Los gobiernos de España adoptaron las dos posturas: Desde la Regencia de
Espartero hasta la Restauración, (1841-1875) predominó la política librecambistaA partir de la Restauración (1875) y durante el resto del Siglo XIX: proteccionismo (arancel de 1892)La entrada de capitales extranjeros tiene como consecuencia que se exportan los beneficios sin extender el tejido industrial. Este es el caso del control de la minería por empresas extranjeras tras la desamortización del subsuelo Con la implantación del estado liberal se impulsó una industrialización periférica: la textil (Cataluña) y la siderúrgica (País Vasco, Asturias y Andalucía) Posteriormente una mayor diversificación industrialLa planificación del ferrocarril estuvo unida a esta industrialización, aunque se inició con retraso.Los principales problemas:Escasez de capitales y tecnología propia, que llevó al fracaso de numerosos proyectos en la primera fase.
La orografía y las condiciones naturales. El atraso económico y la debilidad del mercado interior.La dificultad de aprovisionamiento de combustible. Los primeros ferrocarriles no gran tuvieron un gran impacto económico (Barcelona-Mataró y Madrid-Aranjuez). A partir de La Ley General de Ferrocarriles (1855) promulgada por los progresistas se diseñó un plan de estructura radial con centro en Madrid y destinos hacia los puertos y Francia. Destacan Madrid-Irún y Barcelona-ZaragozaEl Estado apoyó la concesión a inversores extranjeros (belgas, franceses, ingleses) gracias a la garantía de rentabilidad que ofrecía la Hacienda pública y las facilidades para la importación de maquinaria extranjera. Los mayores inversores extranjeros fueron: Pereyre, Rotschild y Prost.

Consecuencias técnicas, económicas y territoriales

Ancho de vía diferente: Se quiso defender de una invasión el territorio. Esto obstaculizó los intercambios. Estructura radial, práctica inexistencia de redes transversales. Rodeos en los recorridos y transbordos obligados en Madrid, aislamiento de Galicia y zonas del interior. Inexistencia de ferrocarriles costeros.

Varias etapas


Primera fase:

fuerte expansión entre 1855 y 1866. Compañías extranjeras, trazaron las líneas troncales Segunda fase:
alrededor de la crisis de 1866, se paralizó la construcción y se comprobó que no era rentable (líneas 15-16). A partir de 1873, se reanudó la construcción de la red que había quedado interrumpida.En conclusión, el texto hace referencia a los problemas del tendido férreo que se relacionan con la industrialización del país, lenta, tardía, periférica, muy localizada y dependiente del capital extranjero. A pesar de las limitaciones y de las concesiones a las compañías extranjeras, contribuyó al intercambio de personas y mercaderías en España y a la creación de un mercado nacional, pero no supuso el gran impulso a la industria nacional que se esperaba

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