Conceptos Fundamentales de Filosofía y Ciencia: Pensadores y Corrientes Esenciales


Definición de Filosofía: El Amor por la Sabiduría y la Búsqueda de la Verdad

La Filosofía es considerada la madre de todas las ciencias, una disciplina que se interesa por el estudio riguroso de la realidad. Surge del asombro y de la capacidad humana de cuestionar y no dar por sentada la realidad que nos rodea.

Etimológicamente, la palabra «filosofía» proviene del griego «filo» (amor) y «sophia» (sabiduría), por lo que puede definirse como el amor a la sabiduría. Su propósito es encontrar respuesta a las preguntas más profundas de los seres humanos.

El filósofo se caracteriza por una inquietud constante, similar a la actitud de un niño, siempre insatisfecho y más enfocado en la pregunta que en la respuesta. Su carácter crítico le impide dar nada por supuesto.

Además, la Filosofía es:

  • Una disciplina sistemática, donde todas las afirmaciones se encuentran relacionadas entre sí.
  • Un saber autónomo, ya que no depende de otros tipos de saberes humanos.
  • Un estudio totalizador y universal, que se pregunta sobre la globalidad, tratando de descubrir las conexiones entre los distintos aspectos de la realidad.
  • Una reflexión teórica y abstracta.

La Filosofía no permite verdades inestables, pues su esencia reside en la pregunta constante y en la búsqueda incesante de conocimiento. Surge de la inquietud intelectual inherente a todos los seres humanos.

La Ciencia: Un Saber Sistemático y en Constante Evolución

La Ciencia es un conjunto sistemático de teorías acerca de un determinado campo de objetos, pudiendo ser estos tanto entidades ideales como hechos o fenómenos observables.

A diferencia de un saber estático, la ciencia es provisional; sus teorías científicas poseen un carácter hipotético. Es una investigación en constante proceso de avance o modificación, siempre abierta a mejoras y nuevas perspectivas.

Su objetivo principal es mejorar nuestro conocimiento ordinario, trabajando y construyendo sobre lo que nos dice la experiencia.

Posturas Filosóficas ante el Progreso y la Naturaleza de la Ciencia

Diversos filósofos han reflexionado sobre cómo avanza la ciencia y cuál es su verdadera naturaleza:

  • Karl Popper: El Falsacionismo

    Para Karl Popper, las teorías científicas tienen un carácter falsable. Una explicación científica puede ser verosímil, pero nunca verdadera en un sentido absoluto. Cualquier teoría científica es siempre provisional, ya que en el futuro puede ser falsada.

    Falsar una teoría no es algo negativo; al contrario, es un avance. Esto conlleva a formular una teoría mejor, asegurando un proceso continuo de aproximación a la verdad.

  • Thomas Kuhn: Las Revoluciones Científicas y los Paradigmas

    Thomas Kuhn sostiene que el progreso científico está intrínsecamente ligado al devenir histórico. Cada momento histórico posee su propio paradigma científico, que es un conjunto de explicaciones y supuestos fundamentales sobre la realidad.

    Mientras este paradigma funciona y satisface a la comunidad científica, se vive un período de ciencia normal. Sin embargo, los paradigmas no son perfectos y pueden presentar problemas, lo que puede llevar a una crisis del paradigma (es decir, que sus explicaciones ya no son satisfactorias), abriendo paso a una revolución científica y al establecimiento de un nuevo paradigma.

  • Paul Feyerabend: El Anarquismo Epistemológico

    Paul Feyerabend, con su postura anarquista, argumenta que no solo no hay un progreso lineal en la ciencia, sino que esta no es una forma de conocimiento más válida que otras. Critica la rigidez de los pasos a seguir en las investigaciones científicas.

    Según Feyerabend, limitar la actividad científica con pasos fijos la convierte en algo dogmático y estéril. Por ello, defiende que «todo vale» en la ciencia, reivindicando la necesidad de otorgar a los científicos la suficiente libertad para investigar y explorar nuevas posibilidades sin restricciones metodológicas estrictas.

El Problema de la Existencia: Sentido y Finalidad de la Vida

La pregunta por el sentido de la existencia humana ha sido una constante en la filosofía. Diferentes corrientes han propuesto sus respuestas:

  • Finalismo Inmanente (Aristóteles)

    Defendido por Aristóteles, esta postura plantea que todo ser natural persigue un fin que le es propio y que es parte de su esencia. El sentido y la finalidad de la existencia humana serían, por tanto, la realización del fin al que nos orienta nuestra propia naturaleza.

  • Trascendentalismo (Religiones Monoteístas)

    Defendido por las religiones monoteístas, el trascendentalismo entiende que la vida humana persigue un fin trascendente que va más allá del mundo natural y que está dado por Dios. El fin y el sentido de nuestra existencia es la salvación, que consistirá en el encuentro con Dios y el acceso a un mundo celestial.

  • Nihilismo

    El Nihilismo plantea que la vida y el mundo en general carecen de sentido y se encaminan a la nada. La vida se vive con una angustia existencial a la que a menudo se reacciona con una especie de náusea. Según esta perspectiva, el sentido de nuestras vidas es el que cada uno quiera darle, siempre teniendo en cuenta que esta es efímera y finita.

El Comunismo de Marx: Crítica al Capitalismo y Propuesta Revolucionaria

Karl Marx se opone vehementemente a las injusticias sociales generadas por el sistema capitalista. Este sistema, según él, divide a la sociedad en dos clases antagónicas:

  • La burguesía: dueños de los medios de producción.
  • El proletariado: la clase trabajadora que solo posee su fuerza de trabajo.

La plusvalía, el valor excedente que el trabajador produce y que el capitalista se apropia, provoca que la clase trabajadora se encuentre explotada injustamente. Los poderosos acumulan cada vez más poder, mientras que el proletariado se empobrece y sufre una creciente miseria, lo que Marx denomina alienación del proletariado.

Según Marx, todas las instituciones de la sociedad contribuyen a esta alienación: desde la religión, que es el «opio del pueblo», hasta la ideología o el propio Estado.

Marx creía que, cuando el capitalismo entrara en crisis, el proletariado debería protagonizar una revolución que terminara con la propiedad privada, instaurándose así el comunismo. Este consistiría en una transformación completa del sistema que eliminaría el culto al capital y la división de clases, buscando un reparto equitativo de la riqueza y anulando la competitividad inherente al capitalismo.

Los Filósofos de la Sospecha: Críticos de la Modernidad

Los «filósofos de la sospecha» son pensadores que, en el siglo XIX y principios del XX, cuestionaron las bases de la cultura occidental y las verdades establecidas, revelando intereses ocultos o mecanismos de poder detrás de ellas. Los principales son:

  • Karl Marx (Siglo XIX)

    Marx realizó una fuerte crítica a la sociedad del siglo XIX, caracterizada por una profunda jerarquización social. Afirmaba que la religión es el «opio del pueblo», una práctica que sirve a los intereses dominantes de la sociedad capitalista para adormecer a la población, crear conformismo e impedir que los individuos luchen por sus derechos, permitiendo así que el capitalismo siguiera avanzando.

  • Friedrich Nietzsche

    Nietzsche llevó a cabo una fuerte crítica a toda la cultura occidental. Consideraba que la religión era una gran mentira, por lo que proclamó la famosa frase «Dios ha muerto». Con ello, quería expresar la necesidad de que la cultura occidental acabara con los valores cristianos que, según él, llevaban siglos oprimiendo la vida y negando la voluntad de poder.

  • Sigmund Freud (Principios del Siglo XX)

    Freud centró sus críticas en los mecanismos culturales que oprimen al ser humano. Postuló que la religión es fruto de la frustración humana. La cultura utiliza ciertos mecanismos para controlar a las personas, y debido a esa frustración, se crea una figura paternalista (Dios) en la que refugiarse, como una ilusión que compensa las renuncias impuestas por la civilización.

Diferencias Fundamentales entre Ética y Moral

Aunque a menudo se usan indistintamente, la ética y la moral son conceptos filosóficos distintos:

  • La Moral

    Se puede definir la moral como el código de normas de lo que se considera bueno, un conjunto de principios o reglas de acción que una sociedad o un individuo determinado consideran aceptables.

    La palabra moral deriva del latín mos (costumbre). Por tanto, la moral hace referencia al conjunto de costumbres, creencias, valores y normas que una persona o grupo social determinado estima correctas. Es un hecho social y personal, ya que toda sociedad y toda persona poseen un conjunto de normas que rigen su conducta. La moral es concreta, pues indica lo que debe hacerse.

  • La Ética

    La palabra ética deriva del griego ethos (carácter). Actualmente, se entiende como una rama de la filosofía que se encarga de reflexionar, analizar o estudiar las normas morales y los valores. La ética es una reflexión abstracta y crítica que permite calificar la conducta humana en términos de bondad o maldad.

    A diferencia de la moral, que es un hecho, la ética es la reflexión crítica acerca de la moral. No es patrimonio exclusivo de los filósofos; todos reflexionamos éticamente cuando cuestionamos si una determinada norma es válida o justa.

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