Diccionario Histórico y Claves del Liberalismo Español: De la Reconquista al Manifiesto de Manzanares


Conceptos Clave de la Historia de España

Antigüedad y Edad Media

Aristocracia:
Gobierno ejercido por los mejores o clase noble hereditaria que detentaba el poder político y privilegios.
Romanización:
Lento proceso de asimilación de la cultura, lengua, instituciones y modo de vida romanos por los pueblos prerromanos de Hispania.
Concilios de Toledo:
Asambleas político-religiosas visigodas convocadas por el rey y presididas por el arzobispo de Toledo con poder legislativo.
Al-Ándalus:
Territorios peninsulares musulmanes (s. VIII-XV) que alcanzaron su esplendor con el Califato de Córdoba.
Islamización:
Difusión del islam en la península desde 711, transformando religión, lengua y estructuras sociales.
Taifas:
Pequeños reinos andalusíes surgidos tras la disolución del Califato de Córdoba en 1031.
Reconquista:
Proceso militar cristiano de recuperación de territorios musulmanes (711-1492), culminado con la toma de Granada.
Repoblación:
Ocupación y organización de tierras conquistadas mediante presura, fueros o repartimientos según la época.
Mesta:
Asociación de ganaderos castellanos creada por Alfonso X en 1273 con privilegios para la explotación de la oveja merina.
Señorío:
Territorio medieval bajo dominio nobiliario o eclesiástico donde los campesinos no eran propietarios.
Fuero:
Conjunto de leyes y privilegios locales concedidos por los reyes para fomentar la repoblación.
Gremios:
Asociaciones de artesanos medievales que regulaban la producción, precios y formación del oficio.

Edad Moderna y Colonial

Monarquía autoritaria:
Régimen fuerte de los Reyes Católicos que concentró el poder real y limitó privilegios de nobleza e Iglesia.
Monarquía compuesta:
Conjunto de reinos bajo un mismo monarca (como los Habsburgo), con leyes propias y unidad religiosa.
Encomienda:
Sistema colonial que otorgaba indígenas a un encomendero para trabajar a cambio de evangelización.
Mita:
Trabajo obligatorio y rotatorio indígena en minas americanas a cambio de salario.
Virreinato:
División administrativa americana gobernada por un virrey en nombre del rey.
Inquisición:
Tribunal religioso creado para perseguir la herejía, activo en España desde 1478 hasta 1834.
Sefarad:
Nombre hebreo de la península ibérica; sefardíes son los descendientes de judíos expulsados en 1492.
Moriscos:
Musulmanes convertidos al cristianismo que mantuvieron en secreto su fe y costumbres.
Conversos:
Judíos convertidos al cristianismo en la Baja Edad Media, perseguidos por la Inquisición.
Absolutismo:
Sistema del Antiguo Régimen en que el rey concentraba todos los poderes por derecho divino.
Antiguo Régimen:
Sistema político, económico y social basado en el absolutismo, privilegios y economía agraria regulada.

El Siglo XVIII: Ilustración y Reformismo Borbónico

Centralismo:
Política borbónica que concentró el poder en el rey y eliminó fueros e instituciones locales.
Decretos de Nueva Planta:
Normas de Felipe V (1711-1716) que suprimieron los fueros aragoneses e impusieron el centralismo.
Motín:
Levantamiento popular violento contra medidas impopulares, como el Motín de Esquilache (1766).
Propiedad amortizada:
Bienes vinculados a instituciones (Iglesia, nobleza, municipios) que no podían venderse ni circular.
Quintas:
Sistema de reclutamiento forzoso por sorteo instaurado por Felipe V en el siglo XVIII.
Sociedades Económicas de Amigos del País:
Asociaciones ilustradas del siglo XVIII dedicadas a difundir conocimientos científicos y técnicos.

La Consolidación del Estado Liberal en España (1833-1843)

El periodo de 1833 a 1843 fue decisivo para la consolidación del Estado liberal en España, marcado por una guerra civil y la creación de un nuevo marco institucional.

La Primera Guerra Carlista y la Crisis Dinástica

La muerte de Fernando VII en 1833 provocó la crisis dinástica y una guerra civil. Su hija, Isabel II, fue proclamada reina bajo la regencia de su madre, María Cristina de Borbón, gracias a la Pragmática Sanción de 1830, que abolía la Ley Sálica. Su tío, Carlos María Isidro, defensor del absolutismo, no aceptó la sucesión, iniciando el conflicto.

La guerra enfrentó dos modelos de sociedad:

  • Los carlistas, partidarios del lema “Dios, Patria y Rey”, defendían el absolutismo, el poder de la Iglesia y los fueros tradicionales. Su apoyo se concentró en zonas rurales y conservadoras del norte (País Vasco, Navarra, Maestrazgo), con bases en el clero rural, campesinado y nobleza tradicional.
  • Los isabelinos o cristinos defendían la monarquía constitucional y el liberalismo, apoyados por las ciudades y la burguesía.

El Desarrollo del Conflicto y la Victoria Liberal

El conflicto fue largo y sin victorias decisivas. Los carlistas, dirigidos por Zumalacárregui, destacaron al principio, pero su muerte en 1835 tras fracasar en Bilbao debilitó su causa. El Motín de La Granja (1836) obligó a la regente a restaurar la Constitución de 1812 y convocar Cortes Constituyentes, acelerando la revolución liberal. En 1839, el Convenio de Vergara entre el liberal Espartero y el carlista Maroto puso fin a la guerra en el norte, al aceptar estos últimos la paz a cambio del respeto a los fueros y la integración de sus oficiales en el ejército. La resistencia del general Cabrera en el Maestrazgo fue vencida en 1840. La victoria isabelina consolidó el trono y el papel político del Ejército.

Las Regencias y la Definición del Modelo Liberal

La minoría de edad de Isabel II fue una etapa de regencias y disputas liberales por el modelo de Estado.

La Regencia de María Cristina (1833-1840)

Comenzó apoyándose en los liberales moderados, lo que llevó al Estatuto Real de 1834, una carta otorgada sin soberanía nacional y con sufragio muy restringido. Sus reformas destacadas fueron la división provincial de 1833 (impulsada por Javier de Burgos) y la supresión de los derechos señoriales. Tras el motín de 1836, cedió el poder a los progresistas, quienes elaboraron la Constitución de 1837, que reconocía la soberanía nacional, la división de poderes, derechos individuales y un sistema bicameral, aunque mantenía el sufragio censitario. En este periodo se consolidaron las dos corrientes liberales:

  • Moderados: Partidarios del poder fuerte de la Corona y un sufragio limitado.
  • Progresistas: Defensores de una mayor soberanía nacional y libertades.

La Regencia de Espartero (1840-1843)

Comenzó tras la abdicación de María Cristina. Apoyado por los progresistas, gobernó con autoritarismo y centralismo. Sus políticas librecambistas, como la ley arancelaria, causaron gran oposición en Cataluña. La represión de revueltas y su forma de gobierno autoritaria provocaron el rechazo general, incluso de sus aliados. Un pronunciamiento militar moderado, dirigido por Narváez, lo derrocó en 1843. Para evitar otra regencia, Isabel II fue proclamada mayor de edad con solo 13 años.

Las Transformaciones del Antiguo Régimen

La revolución liberal significó el fin del Antiguo Régimen y el inicio del capitalismo.

Reformas Estructurales

  • Ámbito agrario: Se abolieron los señoríos jurisdiccionales, transformándolos en propiedad privada burguesa, y se eliminaron los mayorazgos, permitiendo la libre compraventa de tierras. La medida clave fue la Desamortización de Mendizábal (1836), que expropió y subastó los bienes del clero regular para sanear la Hacienda, financiar la guerra carlista y crear una base social liberal. Sin embargo, las tierras, vendidas en grandes lotes, fueron adquiridas por la burguesía y la nobleza, sin beneficiar al campesinado.
  • Plano económico: Se buscó la uniformidad legal y administrativa, la eliminación de aduanas interiores y el impulso del librecambismo para formar un mercado nacional. También se reorganizó la Hacienda y se fomentó la libertad de comercio e industria.
  • Aspecto social: La igualdad ante la ley sustituyó al privilegio estamental. Pero el nuevo Estado fue un Estado liberal burgués, ya que la ciudadanía y los derechos políticos dependían de la propiedad: el sufragio censitario limitaba la participación a los más ricos.

Conclusión del Periodo 1833-1843

Entre 1833 y 1843, España consolidó el régimen liberal: la derrota del carlismo eliminó la alternativa absolutista; las regencias definieron la estructura constitucional (Constitución de 1837) y crearon un Estado centralizado. Las reformas agrarias y la Desamortización de Mendizábal sentaron las bases del capitalismo. Aun así, el liberalismo nació con inestabilidad interna, marcada por la lucha entre moderados y progresistas y la continua intervención del Ejército en la política.

El Manifiesto de Manzanares (1854): El Pronunciamiento de Vicálvaro

El Manifiesto de Manzanares fue redactado por Antonio Cánovas del Castillo y firmado por Leopoldo O’Donnell el 7 de julio de 1854, tras el pronunciamiento de Vicálvaro. Este texto marca el fin de la Década Moderada y el inicio del Bienio Progresista, y es una fuente histórica primaria que expresa las ideas del liberalismo progresista frente al poder autoritario de los moderados.

Contexto Histórico: Fin de la Década Moderada

El contexto del texto se sitúa en el reinado de Isabel II, durante la crisis del régimen moderado. En esos años, el poder estaba muy concentrado, el sufragio era censitario y se limitaban las libertades. Además, había una fuerte crisis económica y malestar social, lo que favoreció el pronunciamiento de O’Donnell y la posterior publicación del manifiesto.

Contenido y Demandas del Manifiesto

El manifiesto está dirigido “a los españoles” y su objetivo principal es justificar el levantamiento militar contra el gobierno, acusándolo de corrupción, abuso de poder y de haber traicionado los ideales liberales. O’Donnell propone una serie de reformas para regenerar el sistema político:

  • Mayor libertad política y de prensa.
  • Una ley electoral más justa.
  • La rebaja de impuestos.
  • La independencia municipal.
  • La descentralización del poder.
  • El restablecimiento de la Milicia Nacional como garantía de las libertades.

También defiende la monarquía constitucional, pero con un gobierno verdaderamente representativo.

Consecuencias: El Bienio Progresista (1854-1856)

Gracias a este movimiento comenzó el Bienio Progresista (1854-1856), durante el cual se impulsaron reformas como la Ley de Desamortización de Madoz y la Ley General de Ferrocarriles. También se redactó la Constitución de 1856, más liberal, aunque no llegó a entrar en vigor. Finalmente, las tensiones sociales y las divisiones políticas provocaron el fin del Bienio.

Relevancia Histórica

En conclusión, el Manifiesto de Manzanares es un texto clave en la historia del liberalismo español. Representa la voluntad de regenerar la política y de recuperar las libertades sin romper con la monarquía. Su importancia radica en que marcó un punto de inflexión hacia una monarquía constitucional más moderna y democrática.

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