Clasificación de Valores y Antivalores Humanos
Valores Corporales
El ser humano no existe sin cuerpo. La educación, como proceso continuo de construcción que incorpora valores a la existencia, no puede prescindir de este componente material. Denominamos valores corporales al conjunto de cualidades, deseadas o deseables, centradas en el cuerpo o materia viva de la persona.
Los antivalores corporales son la negación, oposición o carencia de estos valores, rechazados por atentar contra la integridad física.
Valores Intelectuales
La sabiduría y la ignorancia dan origen a los valores y antivalores intelectuales. Denominamos valores intelectuales al conjunto de cualidades cuyo referente es la naturaleza racional del ser humano, ya sea en su contenido, proceso o resultado.
Los antivalores intelectuales representan la carencia, oposición o dificultad para el desarrollo de esta naturaleza racional.
Valores Afectivos
Las emociones, sentimientos y pasiones son estados afectivos valorados de modo diverso por el ser humano. De esta dimensión surgen los valores afectivos, cuyo contenido se relaciona con nuestras reacciones psíquicas de agrado, como el amor. Algunos son tan urgentes que su carencia puede generar deficiencias psíquicas; otros, como la amistad o el enamoramiento, son necesidades importantes pero de menor gravedad en la formación humana.
En oposición, los antivalores afectivos comprenden un conjunto de carencias a rechazar, vinculadas a reacciones de desagrado.
Valores Individuales y de Libertad
Gracias a su individualidad, la persona es real, única, irrepetible, autónoma y libre. Denominamos valores individuales al conjunto de cualidades que se refieren al aspecto singular, íntimo y único de la persona y sus consecuencias, como la autonomía. La libertad es la capacidad de la persona para elegir por sí misma con el fin de autorrealizarse y perfeccionarse. De esta capacidad surgen valores que permiten actuar con independencia y autonomía, sin imposiciones. Nos referimos al conjunto de valores relacionados con la autodeterminación y la posibilidad de elección.
Por el contrario, los antivalores individuales son la negación, oposición o carencia de esta dimensión (como la alienación), incluyendo las decisiones sometidas a coacción interna o externa, o las imposiciones sin posibilidad de opción.
Valores Morales
Gracias a la libertad, la persona es un ser moral. Por ello, busca alcanzar valores morales, que se ocupan de la estimación ética (la bondad o malicia de las acciones humanas) atendiendo al fin o al deber. Estos valores afectan a la persona en su intimidad y dignidad más profundas, con un ámbito de actuación personal y social. Un ejemplo es la verdad.
Los antivalores morales son su antítesis: la negación u oposición a los valores morales, como el robo.
Valores Estéticos
Pocas cosas son tan personales como el gusto por lo bello. Esto sitúa al ser humano ante los valores estéticos, deseados o deseables por su belleza en manifestaciones de la naturaleza, las personas o el arte.
Los antivalores estéticos son aquellos rechazados por carecer de belleza u oponerse a ella.
Valores Sociales
La relación con los semejantes origina una comunicación en igualdad de naturaleza y dignidad. Los valores sociales afectan directamente a las relaciones personales e institucionales en su contenido, procedimiento o finalidad. Un ejemplo es la amistad, que mantiene una estrecha vinculación con los valores afectivos.
Los antivalores sociales son la negación u oposición a estas relaciones humanas, como la enemistad.
Valores Ecológicos
La apertura hacia la naturaleza y su transformación originan los valores ecológicos e instrumentales. Llamamos valores ecológicos a aquellos que relacionan al ser humano con el conocimiento, cuidado y disfrute del medio ambiente (ej. un río).
Los antivalores ecológicos son la ausencia de valoración, el descuido o la oposición a estos valores (ej. la contaminación).
Valores Instrumentales
Los valores instrumentales son aquellos que estimamos más como medios que como fines, por los beneficios que reportan (ej. los medicamentos).
Los antivalores instrumentales son aquellos que rechazamos por su carencia o exceso, por ser nocivos en sí mismos, por su mal uso, abuso o por sus consecuencias negativas (ej. el consumismo).
Valores Religiosos
La apertura hacia un Ser Supremo conduce a los creyentes a desear los valores religiosos: aquellos que aluden al sentido último de la vida, más allá de la existencia inmanente, o a las instituciones y acciones relacionadas con la religión.
Los antivalores religiosos son la negación u oposición a la estima y valoración de lo relacionado con la trascendencia religiosa.
Valores Espaciales
Desde el aspecto axiológico (relativo a los valores), el espacio puede ser tanto un valor como un antivalor según el contenido, las circunstancias o la actividad. Los valores espaciales se refieren al lugar o espacio como algo positivo y deseable para el desarrollo de la vida humana, individual o colectiva.
Los antivalores espaciales aluden al espacio en sentido negativo, por su carencia o exceso, siendo por ello rechazables.
Valores Temporales
La persona es un ser temporal; la edad es una de sus manifestaciones más visibles. El tiempo, como categoría antropológica, significa el carácter contingente y el ritmo cambiante de la existencia. En consecuencia, los valores temporales aluden al tiempo como valor, es decir, a la duración relacionada con algún bien que nos agrada.
Los antivalores temporales aluden al tiempo en el que el bien o la bondad están ausentes.