Distribución y Características de las Formaciones Vegetales de España


Formaciones Vegetales Españolas y su Distribución

La vegetación es el conjunto de especies vegetales existentes en un territorio. Los geógrafos suelen asociarlas en formaciones vegetales, agrupaciones de plantas que tienen el mismo porte y aspecto: bosques, matorrales, praderas. La mayor parte de la superficie está desprovista de la vegetación originaria. Por ello, cuando nos referimos a la vegetación debemos distinguir entre la cubierta vegetal, realmente existente, y la vegetación potencial, es decir, aquella que existiría en condiciones naturales sin intervención humana.

Debido a su situación geográfica, en el extremo suroeste de Europa y como puente entre Eurasia y África, la vegetación de España es de gran riqueza. Algunas especies se han visto favorecidas por su aislamiento, dando lugar a gran cantidad de endemismos que se encuentran en zonas localizadas (ejemplo: Grazalema). El bosque es una formación natural de árboles, al que, en consonancia con el clima, se le une un sotobosque específico con matorral. Los bosques naturales se consideran vegetación clímax.

El Bosque Caducifolio (Región Eurosiberiana)

También llamado de frondosas, es propio de la región eurosiberiana, de clima oceánico o atlántico con lluvias suficientes. Es un bosque de hoja caduca, que pierden la hoja en la entrada del invierno.

Especies Características del Bosque Caducifolio

  • Roble (Carballo): Vive a menos altura que el haya, con la que se mezcla a veces. Su techo son los 1000 metros, pues tolera menos el frío. Es un árbol de suelos silíceos. La especie principal es el carballo, que se instala en suelos poco ácidos y llega a alcanzar los 40 metros de altura y un tronco de más de 1 metro de diámetro en algunos ejemplares centenarios.
  • Haya: Se encuentra sola o mezclada con el roble. Necesita humedad, siéndole favorables las nieblas y rocíos de las montañas. Se adapta a suelos calizos y silíceos, desde la Cordillera Cantábrica al Pirineo navarro, disminuyendo en el Pirineo central y oriental. Su madera es buena y densa, con gran interés económico, apta para celulosa, construcción, muebles, utensilios o para leña. Crece con bastante rapidez, por lo que los turnos madereros son de ochenta o cien años.
  • Otras especies: Castaño, avellano, tilo y arce (menos frecuentes).

Sotobosque y Formaciones Arbustivas

Los árboles que acompañan a los hayedos son arces, mostajos, sauces, tejos y alisos. Entre los arbustos encontramos:

  • Noreste (NE): Acebos, avellanos o boj.
  • Oeste (O.) de la Cordillera Cantábrica, Ibérica y Central: Arándanos y brezos.

Las formaciones arbustivas se desarrollan en aquellos lugares en los que el clima, el suelo o la degradación del bosque por la acción del hombre impide el crecimiento de árboles. Surge la landa, matorral formado por brezos, que se da en suelos ácidos. La formación herbácea típica de esta zona es la pradera, base de la actividad ganadera del norte de España.

El Bosque Esclerófilo Mediterráneo

La formación más extensa y general de España es el encinar. Junto a las asociaciones vegetales que le son propias, forma el bosque esclerófilo, de hojas duras y resistentes adaptadas a la vida en lugares secos.

La Encina y el Alcornoque

  • Encina (Quercus ilex): Abarca todo el territorio, desde el SE de Galicia a Almería y desde Girona a Cádiz, además de las Islas Baleares. Tiene un crecimiento lento (tarda siglos en llegar a su techo de altura, 20 m), hojas de colores mates (del gris al verde oscuro), pequeñas y coriáceas, con una espesa cutícula para impedir la evaporación por la radiación solar. Sus raíces son muy potentes para aprovechar al máximo las precipitaciones, soportando sin dificultad largos períodos de aridez. Usos: bellota (para alimentar el ganado), carbón vegetal y madera para carpintería.
  • Alcornoque (Quercus suber): Aparece donde hay más humedad, resistiendo peor que la encina las heladas y la sequía, por lo que se sitúa en zonas de inviernos suaves. Tiene hojas parecidas a las de la encina, aunque de tonos más pálidos, y sus copas menos densas, por lo que la luz penetra hasta el suelo. Su tronco es muy grueso y ramificado a pocos metros del suelo, no crece más de 20 m y no se encuentra en suelos calizos. Su corteza se utiliza para corcho, y su madera para hacer toneles y construcción naval.

El bosque mediterráneo es el que más ha retrocedido, debido a su enorme extensión. El encinar y gran parte de los alcornocales se aprovechan para dehesa.

Especies Secundarias y Endemismos

Como especies secundarias tenemos algunas especies de pinos. El pinsapo, especie endémica y muy protegida, se encuentra en Sierra de Grazalema (Cádiz), Sierra de las Nieves en Ronda (Málaga) y en el monte de los Reales (Estepona). Necesita abundantes lluvias (más de 1000 mm), dentro de un régimen térmico fresco, tolerando la aridez estival, por lo que se sitúa entre los 900 y 1800 m de altura.

Formaciones Arbustivas (Matorral Mediterráneo)

El matorral del bosque mediterráneo lo componen especies como la jara, acebuche (olivo silvestre), el lentisco, coscoja y romero. Dentro del matorral hay que destacar tres formaciones arbustivas:

  1. El Maquis: Rico en especies, denso y alto. Se encuentra en el área del alcornoque con especies como la jara, la retama, el madroño y el tojo.
  2. La Garriga: Más baja y menos densa, considerada una etapa inferior al maquis. Se encuentra en el área de la encina, cuyas especies más representativas son el romero, el tomillo, el espliego y la aliaga.
  3. La Estepa: En las zonas más secas, caso del sureste peninsular, se desarrolla esta formación herbácea en la que predomina el esparto, el espárrago y el palmito.

El Bosque de Coníferas

Las coníferas son plantas de frutos cónicos y ramas de contorno también cónico. La distribución de las especies pináceas de este bosque es desigual, ya que se adaptan, según la especie, a condiciones extremas de frío, calor, humedad y aridez. Presentan una copa cónica, pequeñas hojas o acículas y escaso sotobosque.

Principales Especies de Coníferas

  • Abeto: Necesita mucha agua. Lo encontramos en Pirineos, no en Cordillera Cantábrica, pues no soporta la humedad.
  • Pino Negro: Se encuentra en los Pirineos, resiste bien el frío y la altura.
  • Pino Silvestre: Se encuentra en zonas montañosas del norte e interior. Su madera es de gran calidad.
  • Pino Carrasco: Necesita menos agua, se adapta a suelos calizos y a laderas, en torno a los 600 m.
  • Pino Laricio: En suelos calizos con poca agua, bueno para producir madera y repoblar.

Sabinares

Los sabinares se encuentran entre la Cordillera Cantábrica y las Subbéticas. Se adaptan a medios difíciles y comparten su espacio con el quejigo y arbustos como el espliego y el tomillo. Los sabinares se asocian a los bosques de frondosas y al esclerófilo mediterráneo.

La Laurisilva Canaria

Es un bosque que aparece coincidiendo con el mar de nubes, donde se condensa la humedad de los alisios. Es un tipo de bosque nuboso subtropical o selva alta, propio de lugares húmedos, cálidos, y con leves heladas o sin ellas, con grandes árboles y lianas cuyas hojas se parecen a las del laurel, de lo cual toma el nombre. Se sitúa en el piso canario superior o termocanario: 800-1200 metros. El bosque de laurisilva es denso, compuesto de más de 20 especies de hoja perenne como el laurel. Por degradación de la laurisilva aparece el Fayalbrezal.

La Vegetación de Montaña (Estratificación Altitudinal)

La altitud genera estratificación en pisos. Por lo general encontramos:

  • Piso Basal: Protagonizado por el encinar.
  • Piso Montano: Con hayas y robles.
  • Piso Subalpino: Con pino negral, seguido de herbazales y prados.
  • Piso Nival: Presente en las montañas más altas.

La Vegetación de Ribera (Ripícola)

La vegetación de ribera existe en los lechos mayores de los cursos fluviales. Sus características principales son:

  • Desarrollo condicionado por la abundante humedad.
  • Disposición simétrica en bandas a lo largo de las márgenes.

Existe gran variedad de árboles y arbustos:

  • Especies de ribera: Abedul, olmo, fresno, sauce.
  • Especies más altas (toleran mal la inundación): Alisos.
  • Faja externa (más ancha): Chopos y álamos, además de fresnos y olmos, que forman la faja más ancha y externa de la vegetación ripícola, hasta rebasar el lecho mayor.

Los arbustos de las riberas son arraclanes, laureles, majuelos, rosales silvestres, zarzamoras, además de hiedras, madreselvas y lúpulo, junto a otras trepadoras. Hoy se observa un gran retroceso de esta vegetación espontánea, reduciéndose a sendas líneas de sauces en las márgenes.

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