El Arte del Renacimiento en España: Un Encuentro de Tradiciones


A finales del siglo XV y a lo largo del siglo XVI, el arte europeo experimentó una gran diversidad en la que las tradiciones locales se fusionaron con el lenguaje del Renacimiento italiano. Si bien las circunstancias que dieron lugar al Renacimiento se dieron principalmente en Italia, a finales del siglo XV, los grandes señores europeos comenzaron a interesarse por las obras de arte italianas, y los artistas europeos realizaron los primeros viajes a Italia para aprender de los maestros italianos.

La Arquitectura del Renacimiento Español

En España, la cultura estaba dominada por una religiosidad exaltada, lo que influyó en el desarrollo del arte renacentista. En los últimos años del siglo XV y durante el primer tercio del siglo XVI, se difundió por la Corona de Castilla un estilo decorativo conocido como Plateresco. Los motivos del Plateresco procedían de grabados y libros impresos procedentes de Italia, los cuales se suelen denominar grutescos. En ellos se encontraban diseños de origen clásico como la decoración vegetal estilizada y simétrica, medallones con supuestos retratos y figuras de atlantes.

El sistema constructivo de los edificios platerescos era gótico, pero las primeras innovaciones constructivas se introdujeron en los palacios, con un patio cuadrado rodeado de arquerías de medio punto y escaleras con decoración plateresca. El Plateresco fue un estilo característico de la Corona de Castilla, y los encargos procedían sobre todo de la Iglesia y la Monarquía.

Principales exponentes del Plateresco:

  • Lorenzo Vázquez (Palacio de Cogolludo, Fachada de Santa Cruz en Valladolid)
  • Juan de Álava (Convento de San Esteban en Salamanca)

Hacia 1525 surgió en Castilla una generación de artistas que viajaron a Italia, conocieron las obras de Bramante y Miguel Ángel, y a su regreso a España aplicaron el nuevo lenguaje renacentista.

Principales exponentes del Renacimiento en España:

  • Rodrigo Gil de Hontañón (Catedrales de Segovia y Salamanca, Palacio de Monterrey, Universidad de Alcalá de Henares)
  • Diego de Siloé (Escalera Dorada en la Catedral de Burgos, Iglesia de Santa María del Campo)

A partir de 1525 apareció en la Península Ibérica un estilo de arquitectura denominado Purismo, que llegó desde Italia y se implantó en las obras reales primero de Carlos V y luego de su hijo Felipe II. Las obras puristas son monumentales, tienen plantas sencillas y en las iglesias funerarias con formas simbólicas se combina el círculo de la capilla con el rectángulo de las naves.

Principales exponentes del Purismo:

  • Alonso de Covarrubias (Alcázar de Toledo)
  • Diego de Siloé (Catedral de Granada)
  • Andrés de Vandelvira (Catedral de Jaén)
El Escorial:

El Escorial, edificado entre 1563 y 1584 por orden de Felipe II, es un ejemplo destacado de la arquitectura renacentista española. Comprende el palacio real, la basílica, un monasterio jerónimo y un estudio. La planta cuadrada toma su modelo del palacio clásico con torres en las esquinas. La basílica tiene planta central de cruz griega y presenta elementos clásicos como pilastras dóricas y ventanas enmarcadas por molduras planas.

La Escultura del Renacimiento Español

El retablo adquirió un enorme desarrollo durante el Renacimiento español y quedó reservado para la escultura. Algunos de los escultores más importantes de la época fueron:

  • Felipe Bigarny (Relieves sobre la Pasión en la Catedral de Burgos)
  • Diego de Siloé (Cristo atado a la columna)
  • Alonso de Berruguete (Estilo gotico con recursos manieristas)
  • Juan de Juni (Escultura gotica con figuras voluminosas y rotundas)

La Pintura del Renacimiento Español

En la pintura renacentista española predominan los temas religiosos, siguiendo la iconografía tradicional de la Edad Media. Predomina la figura humana, y se evitan las referencias al mundo clásico. Los nobles y monarcas encargaron para sus colecciones privadas muchas pinturas profanas y mitológicas, en especial de Tiziano. Las pinturas flamencas fueron muy apreciadas por su carácter devoto. El retrato estuvo reservado a los grandes nobles y sobre todo a la familia real.

El Greco:

Domenikos Theotokopoulos, conocido en España como El Greco, fue el representante más importante de la pintura española del siglo XVI. Estudió la obra de Tintoretto y Veronés en Venecia. Su obra consiste sobre todo en imágenes religiosas y algunos retratos. En las grandes composiciones del Greco predominan figuras humanas de canon alargado. Empleaba la luz y el color para reforzar el efecto dramático, con preferencia por colores inverosímiles como azules y amarillos.

La Pintura Alemana y los Países Bajos durante el siglo XVI

El mejor representante del Renacimiento alemán fue Alberto Durero, quien destacó como pintor y grabador. Su pintura es precisa y muy luminosa. Destacó como autor de retratos y pinturas religiosas.

Hans Holbein se instaló en Inglaterra, donde trabajó para Enrique VIII. Destacó por sus retratos en los que incluye objetos alegóricos.

En los temas religiosos, la pintura alemana se mantuvo dentro del lenguaje gótico. Mathuias Grünewald fue el mejor representante de esta pintura, utilizando el color y los efectos luminosos para crear ambientes visionarios.

El Renacimiento en España fue un período de gran riqueza artística, en el que se fusionaron las tradiciones locales con las influencias italianas, dando lugar a un estilo único y diverso.

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