El Franquismo en España: Características Clave, Pilares de Apoyo y Legislación Fundamental del Régimen


El Franquismo: Un Régimen Autoritario en España

El franquismo es el nombre del régimen político instaurado en España por el general Francisco Franco. Se caracterizó por ser una dictadura personal de extrema derecha, militarista, antiparlamentaria, antiliberal y antimarxista, en la que Franco concentraba todos los poderes, superando la autoridad de cualquier gobernante anterior.

Pilares Ideológicos del Franquismo

La ideología del franquismo se fundamentaba en los siguientes principios:

  • Nacionalcatolicismo

    Franco afirmaba que los españoles eran ultracatólicos por naturaleza. Defendía haber sido elegido y ayudado por Dios en la guerra, por lo que contó con el apoyo incondicional de la Iglesia Católica. Esta convicción se reflejó en la inscripción de las monedas: “Caudillo de España por la gracia de Dios”, y en su autodenominación como Generalísimo. La ausencia de un movimiento laico y democrático significativo le permitió explotar las ventajas del nacionalcatolicismo sin apenas oposición.

  • Militarismo

    El franquismo siempre mantuvo un marcado carácter militar. Miembros del Ejército formaron parte de su Gobierno con un papel crucial desde la Guerra Civil, lo que se reflejó en el autoritarismo con el que Franco ejercía su poder. Para él, el ejército era el núcleo de la esencia nacional, por lo que los incluyó en gobiernos civiles y los responsabilizó del orden público. A pesar de ello, para el control de las calles, se apoyó más en la Policía Armada y la Guardia Civil que en el propio ejército.

  • Nacionalismo Centralista

    Los militares y falangistas compartían una visión centralista, opuesta a cualquier posibilidad de autonomía regional, especialmente la vasca y la catalana. Franco adoptó esta ideología nacionalista y centralista, promoviendo el concepto de una nación fascista: una unidad histórica y de destino universal.

  • Corporativismo Fascista

    El régimen rechazó el sistema de partidos políticos, estableciendo uno único: la FET y de las JONS (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista), aunque la afiliación solo era obligatoria para los funcionarios del Estado. El concepto de “democracia orgánica” del régimen significaba que la representación política no recaía en los individuos, sino en las instituciones de la sociedad (como el municipio o el sindicato), mediante designación y elección indirecta de los candidatos.

Soportes y Longevidad del Régimen Franquista

El franquismo se mantuvo durante casi 40 años, en gran parte, gracias a la longevidad política y física de Franco. Sin embargo, no habría perdurado tanto sin el apoyo de sus tres pilares fundamentales: la Falange, el Ejército y la Iglesia, a los que se sumaron la oligarquía, el campesinado y la pequeña burguesía.

  • La Falange

    Aunque Franco nunca fue un falangista convencido, la Falange le resultó extremadamente útil. Tras la desaparición de José Antonio Primo de Rivera, Franco contó con seguidores fieles que apoyaban sus iniciativas y reformas sociales. Entre sus filas se encontraban monárquicos, carlistas, católicos, militares, entre otros.

  • La Iglesia

    El Estado y la Iglesia Católica eran inseparables, ya que el Estado le otorgaba amplios privilegios en enseñanza, trabajo, salarios y censura. La Iglesia, por su parte, gozaba de bienestar económico, gran poder social, control sobre los disidentes y facilidad para la práctica religiosa y la difusión de su doctrina. Este apoyo mutuo beneficiaba a Franco al ser la Iglesia un instrumento clave de legitimación del Estado y de los ideales patrióticos.

  • El Ejército

    Los militares protagonizaron un papel fundamental tras la guerra. Aunque Franco no resolvió todos los problemas militares (como salarios y ascensos), la mayoría se mantuvo fiel. Solo algunos generales monárquicos le causaron problemas, aunque figuras como Carrero Blanco se mantuvieron incondicionalmente leales.

  • Oligarquía, Campesinado y Pequeña Burguesía

    Franco fue respaldado por aquellos que lo habían apoyado en la sublevación militar: grandes terratenientes, empresarios, la pequeña burguesía y el campesinado católico del norte. Durante el régimen, surgió una clase media formada por funcionarios franquistas que, a cambio de un buen nivel de bienestar, renunciaban a su libertad política. A su vez, surgió una nueva clase trabajadora de obreros apolíticos, denominados despectivamente “estómagos agradecidos” por la oposición. La industria vasca y catalana también lo apoyaron debido al proteccionismo. El apoyo de las familias afines al régimen, la represión, el control de la prensa y la educación fueron factores clave para el mantenimiento del régimen.

Marco Legal del Franquismo: Las Leyes Fundamentales

Franco fijó en detalle las atribuciones del poder y se opuso firmemente a una constitución que recordara el periodo liberal. Por ello, promulgó un conjunto de leyes complejas, a veces contradictorias, que se promulgarían según las necesidades del régimen. Entre las más destacadas se encuentran:

  • Fuero del Trabajo (1938)

    Inspirada en la Carta del Lavoro italiana, esta ley establecía los fundamentos sobre los que se organizaría la economía del régimen.

  • Ley Constitutiva de las Cortes (1942)

    Esta ley reforzaba el poder totalitario. Las Cortes estaban formadas por procuradores nombrados por Franco, pertenecientes a las principales instituciones: la familia, el municipio y el sindicato. Su función era meramente consultiva, con el fin de aparentar una democracia, pero solo Franco ostentaba la potestad legislativa.

  • Leyes de Apariencia Liberal (1945)

    • Fuero de los Españoles

      Una aparente declaración de derechos y deberes, que proponía un sistema político autoritario con derechos limitados, solo accesibles para aquellos que no se oponían al régimen.

    • Ley del Referéndum

      Con el objetivo de aparentar democracia, esta ley establecía que los españoles podían votar, por decisión de Franco y para consultar cuestiones de Estado.

Por ejemplo, Franco aplicó esta ley diez años más tarde para aprobar la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, que fue sometida a referéndum y aprobada en uno de los episodios de manipulación electoral más notorios de la historia del régimen, con más del 93% de los votos a favor y una abstención de solo el 18%. Esta ley consistía en que Franco se reservaba el derecho de nombrar a su sucesor bajo la forma de rey, como haría posteriormente con Juan Carlos I.

  • Leyes Fundamentales Posteriores (1958-1966)

    • Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958)

      Esta ley reconocía al Movimiento Nacional (FET y de las JONS) como la única organización política del régimen.

    • Ley Orgánica del Estado (1966)

      Sometida a referéndum para aparentar una mayor apertura democrática ante la presión internacional.

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