El Franquismo: Ideología y Apoyos Sociales


Esquema Ideológico y los Apoyos Sociales del Franquismo

a) Franco asumió todos los poderes del Estado (jefatura del Estado, jefatura del gobierno, control de la FET y de las JONS, mando del Ejército…), no hay división de poderes.

b) Se ilegalizaron todos los partidos políticos excepto la FET y de las JONS, único cauce de participación política, rechazando la soberanía popular y la democracia representativa.

c) Se suprimieron todos los derechos y libertades individuales y se reprimió cualquier asomo de manifestación del nacionalismo periférico.

El Estado estuvo en manos de la Falange hasta finales de la década de los 50. Desde el Plan de Estabilización de 1957, el gobierno pasa al control de los tecnócratas del Opus Dei, dándole a la dictadura unos tintes liberalizadores, aunque en el fondo continuó siendo una dictadura personalista. El régimen de Franco tuvo carácter totalitario, pero no fue una dictadura de partido, ya que Franco ejerció el poder en solitario e, incluso, actuó como árbitro y equilibrio entre las distintas familias políticas que sustentaban al régimen. Para mantener este sistema político a lo largo de los años, Franco se apoyó en lo que se llamó las “familias del régimen” o grupos de influencia social, con poder político, que fueron tres fundamentalmente:

A/ La Iglesia

Firme apoyo del régimen desde la sublevación militar, bautizó a esta como “cruzada contra el ateísmo marxista”. En pago al apoyo ideológico que desde el principio dio la Iglesia al régimen, la Iglesia recuperó tras la guerra todos sus antiguos privilegios en el terreno social y, sobre todo, en la enseñanza. Toda la legislación laicista de la etapa republicana fue derogada, y Franco impuso el catolicismo como religión oficial del Estado. La Iglesia acabaría imponiendo la moral y las pautas de conducta de la sociedad. De esta forma la cultura católica adquirió papel dominante, bajo la protección del Estado, forjándose así una fuerte alianza entre ambos, esta unión tan estrecha, ha recibido el nombre de “nacionalcatolicismo”. Su importancia se acentúa a partir de 1945, cuando el régimen comienza a nutrirse de personas vinculadas a la Acción Católica Nacional de Propagandistas, y más tarde (años 60), del sector del Opus Dei. Por otra parte, el concordato con el Vaticano de 1953 resultó muy favorable a la Iglesia. A partir de 1962-65, las relaciones con la Iglesia empezaron a cambiar a raíz del Concilio Vaticano II.

B/ El Ejército

Fue la segunda familia en la que se apoyó Franco. Principal artífice y defensor del régimen de Franco, monolíticamente fiel a los principios del Movimiento Nacional, el ejército se convirtió en la columna vertebral de la Dictadura y en un elemento fundamental para el mantenimiento del orden, ya que entre sus competencias estaba, además de la defensa del territorio, la jurisdicción sobre los delitos políticos hasta 1948 (el estado de guerra se mantuvo hasta esa fecha).

A costa de no poner nunca en entredicho el poder del Generalísimo, los militares accederán a altos puestos en la Administración. Solo en los últimos años surge la Unión Democrática Militar, un grupo minoritario de oficiales del ejército español, cuyos miembros fueron procesados y expulsados del mismo. La fidelidad del ejército a Franco fue tal que será la institución que más tarde le cueste reconocer los valores de la democracia en la Transición.

C/ F.E.T. de las JONS

Falange Española fue el único partido, de inspiración fascista, permitido por Franco. Tras el Decreto de Unificación, en 1937, los carlistas se unirían al mismo y fruto de esa unión surgió la FET y de las JONS. Propugnaba una síntesis de patriotismo tradicional y autoritarismo fascista que extendió su influencia en la sociedad y la administración del Estado a través de una serie de organizaciones como el Frente de Juventudes, el Sindicato de Estudiantes Universitarios, la Sección Femenina, el Sindicato Único, instituciones como el Auxilio Social o la enseñanza de la asignatura Formación del Espíritu Nacional.

Sin embargo, la influencia de los falangistas fue perdiendo peso a medida que pasaban los años, a partir de finales de la década de los 50 fueron sustituidos en puestos de gobierno por otras familias políticas. Franco diluyó a la Falange en lo que se denominó el Movimiento y el ideario político de la Falange acabó transformándose en los principios del Movimiento Nacional enunciados en 1957.

Resulta complejo concretar los apoyos sociales al franquismo, ya que, si bien por su duración y carácter totalitario el número de disidentes no dejó de aumentar, sí existieron una serie de colectivos que no solo ayudaron a mantener la dictadura, sino que se beneficiaron de ella. Los terratenientes, la burguesía industrial y financiera, los medianos propietarios acompañados de algunos intelectuales y periodistas, quienes después de haber sentido peligrar su preeminencia social durante la Segunda República como consecuencia de las políticas impulsadas por el régimen republicano, trataron de ofrecer una imagen de unidad, orden y bienestar de la sociedad española, un país salvado del caos que representaba la República. Puede decirse que a partir de los años 50, Franco cuenta con el apoyo de la “mayoría silenciosa”, formada por clases medias y obreros desideologizados.

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