La Gran Guerra: Un Conflicto que Transformó el Mundo (1914-1918)
Causas del Conflicto
La Primera Guerra Mundial, que tuvo lugar entre 1914 y 1918, fue el resultado de una compleja red de factores:
- Causas Político-Territoriales: La inseguridad en las fronteras y las crecientes reivindicaciones nacionalistas generaron tensiones significativas.
- Causas Imperialistas: El choque de hegemonías entre las potencias y las crisis prebélicas intensificaron la rivalidad.
- Causas Económicas: El desigual desarrollo industrial y la creciente competencia comercial crearon un caldo de cultivo para el conflicto.
- Causas Ideológicas y Psicológicas: El fervor nacionalista, la política armamentística, la manipulación de la opinión pública y el principio de la Unión Sagrada contribuyeron a la escalada bélica.
Características del Conflicto
La Gran Guerra se distinguió por:
- Su larga duración.
- La introducción de nuevas formas de lucha e innovaciones armamentísticas.
- Su carácter de guerra a escala mundial.
Estados Participantes
- Imperios Centrales: Alemania y Austria-Hungría, a los que se unieron Turquía y Bulgaria.
- Triple Entente: Francia, Gran Bretaña y Rusia, junto con Bélgica, Serbia y Japón. Posteriormente se sumaron Italia, Rumanía, Portugal, Grecia, Estados Unidos y China.
Antecedentes y Estallido
- Antecedentes: Las crisis prebélicas marroquíes y balcánicas ya habían puesto de manifiesto las tensiones latentes.
- La Crisis de 1914: El magnicidio de Sarajevo el 28 de junio desencadenó un ultimátum austriaco a Serbia, lo que llevó a la internacionalización del conflicto.
Etapas de la Guerra
La guerra se desarrolló en varias fases:
- La Guerra de Movimientos (1914): Fracasó la estrategia de una guerra rápida, lo que llevó a la estabilización de los frentes. Fue una etapa extremadamente dura, donde ganar terreno implicaba miles de bajas.
- La Guerra de Posiciones (1915-1916): Se caracterizó por batallas de desgaste en las trincheras y ofensivas de ruptura que resultaron en numerosas bajas en ambos bandos.
Los Tratados de Paz
Tras el fin de las hostilidades, se firmaron diversos acuerdos, destacando:
- Tratado de Versalles (28 de junio de 1919): Impuso a Alemania la división territorial, cuantiosas reparaciones económicas, garantías militares y responsabilidades morales.
Cambios Territoriales y Consecuencias
La guerra provocó profundas transformaciones:
- Cambios Territoriales: Se produjo la desintegración del Imperio Austrohúngaro, la creación de Checoslovaquia y Yugoslavia, la desmembración del Imperio Turco, la reducción de Austria y la pérdida de Alsacia y Lorena por parte de Alemania.
- Consecuencias Demográficas y Económicas: Hubo graves pérdidas humanas (nueve millones de muertos) y económicas, con la destrucción de infraestructuras y una subproducción generalizada.
- Remodelación del Mapa Europeo: La desintegración de los grandes imperios dio lugar a la aparición de nuevos Estados en el Báltico, Europa Central y los Balcanes.
- Nuevo Orden Político-Económico Internacional: Se evidenció el fin de la hegemonía europea y el auge de Estados Unidos y Japón.
- Revolución Rusa y Crisis del Liberalismo: La Revolución Rusa y la crisis del liberalismo burgués marcaron el panorama político.
Los Felices Años 20: Prosperidad y Especulación (1920-1929)
Entre 1920 y 1929, Europa y Estados Unidos experimentaron un período de notable prosperidad económica, especialmente en EE.UU., que se consolidó como la primera potencia económica mundial tras la Gran Guerra. Las bases de esta bonanza fueron:
- Desarrollo Industrial: La implementación de nuevos sistemas de producción en cadena permitió la fabricación masiva de bienes como automóviles y electrodomésticos.
- Incremento del Consumo: La publicidad y las facilidades de compra (venta a plazos, créditos bancarios) impulsaron el consumo.
- Inversiones en Bolsa: La bolsa se convirtió en un vehículo para obtener beneficios rápidos, atrayendo inversiones de empresas, bancos y particulares, lo que generó una espiral alcista en la cotización de las acciones.
El Crack de 1929: El Fin de una Era
El 24 de octubre de 1929, conocido como el Jueves Negro, la bolsa de Nueva York experimentó una caída repentina y drástica. El pánico generalizado y la venta masiva de acciones provocaron el desplome de sus precios y la quiebra de la bolsa.
Esta crisis bursátil desencadenó una profunda depresión económica que afectó a:
- La Banca: La quiebra de bancos que habían invertido en bolsa o concedido créditos para la compra de acciones.
- Millones de Personas: La ruina de inversores y ahorradores.
- La Industria y la Agricultura: La falta de crédito y la caída de la demanda paralizaron la producción y las ventas.
- El Comercio Exterior: La disminución en la compra de materias primas.
- La Sociedad: Un aumento masivo del desempleo.
- La Política: Crisis gubernamentales, desprestigio de las instituciones y el ascenso de ideologías extremas.
La crisis se extendió rápidamente por Europa (debido a la repatriación de capitales y el cese de los préstamos estadounidenses) y a los países subdesarrollados, afectando la demanda de materias primas.
El New Deal: La Respuesta a la Crisis (1933-1945)
El New Deal, que significa «nuevo reparto», fue una política económica implementada por el presidente Franklin D. Roosevelt a partir de 1933 para combatir los efectos de la crisis de 1929. Se basó en un mayor intervencionismo del Estado para reactivar la economía.
Sus principales medidas incluyeron:
- Medidas Económicas:
- Obras públicas para reducir el desempleo.
- Nueva legislación para prevenir la especulación bursátil y bancaria.
- Obligación a los bancos de facilitar préstamos a bajo interés para la creación de nuevos negocios.
- Reducción de cosechas para mantener los precios.
- Medidas Sociales:
- Garantía de un salario mínimo.
- Reducción de la jornada laboral.
- Establecimiento de seguros de desempleo y pensiones.
- Subvenciones a los agricultores.
Estas políticas contribuyeron a mejorar significativamente la situación económica y social.