Francia: De la Derrota a la Tercera República (1871-1914)
Después de la Guerra Franco-Prusiana, Francia experimentó la transición del régimen imperial al republicano. En 1871, París, poblada por alemanes, fue testigo del estallido de un levantamiento obrero conocido como la *Comuna*. Esta fracasó.
Se convocó una Asamblea Nacional en la que se decidió la forma de gobierno. Se estableció una República provisional, presidida por Adolphe Thiers, quien ordenó a los ejércitos controlar la situación, lo que desencadenó una guerra civil. En 1875, la Tercera República se estableció formalmente como un régimen parlamentario.
Cambios y Consolidación Republicana
La Tercera República trajo consigo grandes cambios, promoviendo un estilo de vida republicano, burgués y laico. Entre las reformas más importantes se encuentran:
- Libertad de reunión y de prensa.
- Educación obligatoria, no religiosa y gratuita.
- Matrimonio civil.
- Libertad sindical.
Entre 1871 y 1914, Francia vivió una etapa de grandes controversias sobre la forma de gobierno, la educación y la relación con la Iglesia, ya que se había formado un grupo de *revanchistas* que buscaban vengar la derrota de 1871. A pesar de las tensiones internas, Francia se consolidó como un gran estado colonial tras ejercer una activa política exterior y ocupar extensas regiones en África y Asia.
El Imperio Alemán (1871-1914)
Luego de su unificación en 1871, Alemania constituyó un gran estado poderoso que transformó el panorama europeo. Se organizó como un Imperio Federal, donde los estados mantenían cierta autonomía.
- Poder Ejecutivo: El *Káiser* gobernaba por medio de un Canciller.
- Poder Legislativo: El Parlamento.
Debido a esta estructura, el gobierno no era totalmente democrático.
La Era de Bismarck y Guillermo I (1871-1890)
Otto von Bismarck, bajo el reinado de Guillermo I, fue el protagonista de la política alemana. Su principal preocupación era la consolidación de la unificación y la desconfianza del resto de Europa.
Política Interna
Bismarck fracasó en disminuir la influencia de la Iglesia Católica y del Partido Socialdemócrata. Sin embargo, generó una red de protección social y sancionó leyes laborales pioneras.
Política Exterior
Mantuvo el *statu quo* (el estado de las cosas), consolidando a Alemania como una gran potencia mundial, solo superada por Inglaterra. Estableció un complejo sistema de alianzas con Rusia, Austria-Hungría e Italia. Evitó chocar con Inglaterra, participando menos activamente en la conquista de África.
La Era de Guillermo II (1888 en adelante)
En 1888, muere Guillermo I y es reemplazado por Guillermo II, quien asumió el poder con Alemania en pleno desarrollo. Guillermo II impulsó una nueva ideología de liderazgo, contraria a la de Bismarck, por lo que lo destituyó de su puesto.
Política Alemana
Guillermo II se convirtió en un emperador popular y abandonó la persecución de los socialdemócratas.
Política Exterior
Adoptó un rol activo y expansionista, buscando la expansión colonial al igual que Francia y Gran Bretaña, lo que despertó gran desconfianza en las demás potencias.
Expansión Económica y Liderazgo Industrial
La Unión Aduanera (*Zollverein*), el desarrollo industrial y el sistema ferroviario fueron las bases económicas del país desde 1870. Este crecimiento se completó con la unificación de la moneda y la creación de grandes bancos.
A partir de 1880, el crecimiento se aceleró en industrias clave, ferrocarriles y nuevos tipos de energía. Las universidades impulsaron la industria química, convirtiendo a Alemania en líder y pionera en este sector. La naciente empresa locomotriz produjo los primeros automóviles.
Los acelerados cambios económicos, el crecimiento de la población y la unión del sector industrial con el bancario generaron una gran expansión económica. Alemania se convirtió en la principal potencia de Europa, solo superada a nivel mundial por Estados Unidos.
Austria-Hungría: La Monarquía Dual
El territorio se reorganizó en una Monarquía Dual:
- Austria: Capital en Viena, población predominantemente alemana.
- Hungría: Población magiar, capital en Budapest.
El territorio de Bosnia-Herzegovina, que hasta 1878 era turco, pasó a ser administrado por ambas partes.
La Monarquía Dual estaba liderada por el emperador de Austria y rey de Hungría, Francisco José. Las áreas de guerra, relaciones exteriores y finanzas eran comunes a ambos reinos, pero el resto de las administraciones estaban separadas. Este compromiso no solucionó los problemas internos y produjo mucha inestabilidad. A inicios del siglo XX, el estado parecía carecer de futuro, aunque evolucionó lentamente hacia un gobierno democrático.
El Imperio Ruso: Autocracia y Reformas Fallidas
El Imperio Ruso era muy extenso y poblado. El Zar o emperador ejercía un poder similar al de una monarquía absolutista.
Alejandro II y las Reformas
El Zar Alejandro II impulsó una serie de reformas debido al gran atraso del país: la población campesina vivía en condiciones miserables y la burguesía era escasa. Los cambios incluyeron:
- Abolición de la servidumbre.
- Reforma de la justicia y creación de gobiernos autónomos locales.
- Desarrollo de ferrocarriles.
A pesar de las reformas, la situación social y política continuó siendo tensa. En 1881, el Zar fue asesinado por la organización terrorista «Voluntad del Pueblo», lo que generó un gran miedo a nuevas reformas.
Nicolás II y la Industrialización
El nuevo Zar, Nicolás II, adoptó una política conservadora. Rusia entró en un proceso de industrialización, lo que propició el nacimiento de una clase obrera. El estado era multinacional (con mayoría de eslavos rusos). Nicolás impulsó la *rusificación*, promoviendo el idioma ruso y la religión cristiana ortodoxa. Rusia mantuvo una política expansionista constante.
El Imperio Otomano: El «Enfermo de Europa»
A mediados del siglo XIX, el Imperio Otomano experimentó una notable decadencia, siendo conocido como el «Enfermo de Europa». Dominaba la península balcánica y tenía su capital en Estambul. Era un estado complejo, extenso y multinacional.
El Sultán/Califa gobernaba, asesorado por ulemas (hombres santos) y aplicando las leyes sagradas del islam. Los *Jóvenes Otomanos* presionaron para que se promulgara una Constitución que garantizara la igualdad de derechos, libertades individuales y un gobierno parlamentario. Sin embargo, fueron expulsados por el Sultán Abdul Hamid II.
La escasez de recursos económicos, la dependencia de Francia y Gran Bretaña, y los problemas exteriores debilitaron aún más el Imperio. En 1908, un golpe de Estado restableció la Constitución, motivado por los Jóvenes Turcos.
Turquía fue conocida por las persecuciones contra los armenios, que desembocaron en el trágico genocidio de 1915.