El Sistema de Bretton Woods y la Gran Depresión: Transformaciones Económicas del Siglo XX


El Sistema de Bretton Woods y el Nuevo Orden Económico Post-Guerra

Tras la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional entendió que era necesario establecer un sistema económico y monetario internacional más estable. La crisis de los años 30 había demostrado que la falta de cooperación podía provocar depresiones económicas globales. Por eso, en julio de 1944 se celebró la conferencia de Bretton Woods, con la participación de 45 países. Aunque la URSS participó, no se adhirió finalmente al sistema que allí se acordó.

En Bretton Woods se diseñó un sistema que combinaba ideas liberales y keynesianas, y se apoyaba en tres pilares:

  1. El reconocimiento del dólar estadounidense como la única moneda convertible en oro, lo que lo convertía en divisa internacional.
  2. La adopción de tipos de cambio fijos entre monedas.
  3. El establecimiento de mecanismos de cooperación monetaria internacional.

Este sistema, conocido como patrón dólar-oro, pretendía dar estabilidad al comercio internacional, restaurar la confianza en las monedas y evitar devaluaciones competitivas. Para garantizarlo, se crearon varios organismos clave:

Fondo Monetario Internacional (FMI)

El FMI fue creado para prestar apoyo financiero a países con desequilibrios en la balanza de pagos. Cada país debía aportar una cuota al fondo (parte en oro y parte en su propia moneda). Cuando un país tenía déficit, podía recibir dólares a cambio de su moneda local, con el compromiso de recomprarla en el futuro. Así se evitaban devaluaciones abruptas y se ganaba tiempo para aplicar políticas de ajuste.

Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD) – Banco Mundial

El BIRD fue fundado para conceder préstamos a largo plazo a países destruidos por la guerra, con el fin de ayudarlos en su reconstrucción. Desde 1950, el Banco Mundial solo presta a países de renta baja, especialmente para proyectos de desarrollo e infraestructuras.

Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT)

Aunque no tenía poder legal, el GATT funcionaba como un código de conducta internacional para fomentar el comercio. Sus principios fundamentales eran: no discriminación entre países, reducción de aranceles, eliminación de restricciones cuantitativas y lucha contra el dumping y los cárteles. Aunque sus resultados fueron limitados, favoreció la cooperación internacional y la liberalización progresiva del comercio mundial.

Control del Capital y Represión Financiera

El sistema de Bretton Woods no defendía la libre circulación de capitales. Al contrario, se aplicaron controles a los movimientos financieros internacionales para poder mantener los tipos de cambio fijos y conservar autonomía en la política monetaria. Esto llevó a la creación de mercados financieros nacionales muy regulados, con tipos de interés y niveles de inversión controlados.

El Papel del Estado en la Economía: El Estado de Bienestar

El periodo posterior a la guerra marcó un cambio en el papel del Estado. Influido por la crisis de los años 30 y la amenaza del comunismo, el Estado asumió la responsabilidad de garantizar estabilidad económica, pleno empleo y acceso universal a servicios básicos. Esto dio lugar al Estado de Bienestar, un modelo de intervención pública para asegurar oportunidades y protección social.

El modelo keynesiano se convirtió en la referencia. Los gobiernos intervinieron en la política monetaria (ajustando los tipos de interés para influir en la inversión) y en la política fiscal (a través de impuestos progresivos y el gasto público en servicios y transferencias sociales). También se usaron instrumentos comerciales (como los aranceles) y de control de divisas (como los tipos de cambio fijos del sistema Bretton Woods). Un concepto clave en este periodo fue la curva de Phillips, que mostraba la relación entre inflación y desempleo. Según esta teoría, era imposible mantener al mismo tiempo un desempleo muy bajo y una inflación muy baja. Por tanto, la política económica debía encontrar un equilibrio.

La Edad de Oro del Crecimiento (1950–1973)

Este nuevo modelo económico funcionó con gran éxito entre 1950 y 1973, un periodo conocido como la Edad de Oro del Crecimiento Económico en Europa occidental. El PIB per cápita se triplicó, y la calidad de vida mejoró notablemente. Se redujeron las horas de trabajo, aumentó el tiempo libre, se alargó la esperanza de vida y bajó la tasa de fertilidad tras el baby boom. El desempleo se mantuvo muy bajo (2,6 % de media entre 1950 y 1973), se incrementaron los salarios y se extendieron los servicios sociales (educación, sanidad, pensiones). Todo esto fue posible gracias al aumento de la productividad y al compromiso de los gobiernos con el pleno empleo.

La Consolidación del Estado de Bienestar

La consolidación del Estado de Bienestar consistió en la aplicación de las políticas keynesianas:

  • Herramientas monetarias y fiscales: incremento de la presión fiscal y sus efectos redistributivos.
  • El nuevo Estado empresario: economías de red, servicios públicos, banca y seguros, operando con criterios mercantiles, pero evitando los fallos de mercado.
  • La concertación social: las políticas de rentas y el acceso a bienes preferentes a cambio de moderación salarial.
  • La política keynesiana, definida por su carácter anticíclico: incremento del presupuesto en los momentos de desaceleración y viceversa.
  • Queda mediatizada por otro tipo de comportamiento: el ciclo político o electoral, donde los dirigentes políticos, ante un período electoral, anuncian reducciones de impuestos e incrementos de gasto para conseguir votos, independientemente del comportamiento de la economía, produciéndose una dislocación del ciclo y la ruptura de la confianza de los agentes económicos.

Europa no estuvo exenta de choques externos. Entre 1945 y 1973 hubo serias perturbaciones de los mercados internacionales como fueron el crecimiento de los precios de las materias primas durante la Guerra de Corea; la crisis del canal de Suez de 1956; la presión sobre las reservas de oro de Estados Unidos (elecciones de 1960); y los desequilibrios en la economía norteamericana de los años 60, surgidos de la política fiscal expansiva de Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam.

Pero, estos choques externos no resultaron desastrosos en Europa; lo significativo fue que el marco institucional permitió aprovechar las favorables circunstancias internacionales, y las instituciones europeas fueron favorables a la inversión, la moderación salarial y a las exportaciones.

La Crisis de 1929 y la Gran Depresión

La crisis económica de 1929, iniciada en EE. UU., marcó el final de la etapa de recuperación tras la Primera Guerra Mundial. La caída de la bolsa de Wall Street (octubre de 1929) fue el desencadenante de una profunda depresión que afectó tanto a la economía como al orden social y político a escala mundial.

La crisis supuso una ruptura respecto al modelo liberal clásico:

  • Político: el Estado pasó a desempeñar un papel más activo, surgiendo nuevas ideas sobre el poder y también movimientos antiliberales y autoritarios.
  • Social: se desarrolló una nueva conciencia social, que reclamaba mayor igualdad y justicia frente al fracaso del liberalismo clásico.
  • Económico: se cuestionó el modelo neoclásico (basado en el libre mercado y mínima intervención estatal). Surgió una nueva mentalidad de corte keynesiano, que defendía la necesidad de una intervención activa del Estado para corregir desequilibrios.

Causas de la Crisis

1. Crisis del Sector Agrario

  • Tras la Primera Guerra Mundial, el sector agrícola entró en crisis: el consumo interno bajó y los aranceles redujeron las exportaciones.
  • Muchos agricultores habían contraído deudas durante la guerra, confiando en precios altos sostenidos, pero al desplomarse estos, no pudieron devolver los préstamos.
  • El gobierno intentó sostener el sector comprando excedentes, pero no fue suficiente para evitar los embargos masivos de tierras.

2. Problemas en la Industria

  • La productividad creció gracias a nuevas tecnologías y métodos organizativos, pero los salarios no aumentaron en la misma medida.
  • Se fomentó el consumo a través del crédito, y muchas empresas comenzaron a invertir más en mercados financieros que en su producción real.
  • Esto generó una descapitalización industrial: se invertía en bolsa, pero se desatendía el mantenimiento del aparato productivo.

3. Especulación con Bonos de Guerra

  • Durante la guerra, EE. UU. emitió muchos bonos de deuda pública que fueron comprados masivamente.
  • Tras la guerra, siguieron siendo atractivos frente a las deudas de otros países con economías debilitadas.
  • En 1926, EE. UU. comenzó a recomprar bonos por encima de su precio de mercado, aumentando la masa monetaria, lo que alimentó aún más la especulación bursátil.

4. Innovaciones Financieras y Burbuja Especulativa

  • Propaganda y facilidad de inversión atrajeron a pequeños ahorradores al mercado bursátil.
  • Surgieron sociedades de cartera (como fondos de inversión actuales) que captaban ahorros e invertían en bolsa.
  • Se popularizó la compra de acciones a crédito: el bróker adelantaba hasta el 90% del valor de los títulos, usando las acciones como garantía.
  • Este sistema multiplicó artificialmente el dinero en bolsa y dio lugar a la burbuja especulativa, con acciones cuyo valor ya no reflejaba la actividad real de las empresas.

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