Immanuel Kant (1724-1804)
Immanuel Kant nació, vivió y murió en Königsberg (Kalinigrado), ubicada en Prusia Oriental. Era profundamente religioso, pacifista y antimilitarista. Poseía un amplio conocimiento sobre casi todas las áreas científicas y filosóficas. A los 57 años publicó su primera obra importante: La crítica de la razón pura (1781).
¿Qué es la Ilustración?
“¿Qué es la Ilustración?” es un texto escrito por Immanuel Kant en noviembre de 1784, publicado como un artículo breve en una revista alemana. En él, Kant responde a la pregunta sobre la Ilustración definiéndola como la salida del ser humano de su “minoría de edad”, es decir, de su incapacidad para pensar por sí mismo. Sin embargo, aclara que esta incapacidad no se debe a una falta de inteligencia, sino a la falta de valentía y decisión para usarla sin la guía de otros.
Kant critica que muchas personas prefieren seguir siendo “menores de edad” por comodidad, permitiendo que otros piensen por ellas (ej. un libro que piensa por mí). Esta pereza y cobardía dan lugar a la aparición de “tutores” (autoridades, instituciones, etc.) que mantienen a las personas sometidas, incluso infundiéndoles miedo a liberarse. Aunque usar la razón pueda causar “algunas caídas” al principio, el ser humano está llamado a pensar por sí mismo.
Kant señala que es difícil salir individualmente de esa condición por estar acostumbrados a la guía. No obstante, si se deja a la gente en libertad, el proceso de ilustración del conjunto de la sociedad es inevitable, ya que siempre habrá personas valientes que piensen por sí mismas y contagien esa autonomía a otros.
Características de la Ética Kantiana
- Autonomía: Kant apela a la libertad frente a la ética heterónoma de la Edad Media, donde lo correcto e incorrecto estaba determinado por la iglesia. Se contrapone a ello, promoviendo un pensamiento autónomo y diferenciado. Plantea que todo ser humano es libre para determinar lo correcto e incorrecto conforme a las leyes que él mismo se da a través de la razón. Kant confía plenamente en la razón para tomar decisiones, idea que se relaciona con la tercera formulación del imperativo categórico.
- Deontología: Proviene del griego deon (deber) y logos (estudio). La ética kantiana se basa en el deber. Solo la razón puede determinar nuestros deberes, y lo importante no es el resultado de la acción, sino haber actuado por deber, es decir, “el deber por el deber mismo”. Actuar en base a él implica ir en contra de cualquier inclinación.
- Universalidad: Kant busca la coherencia en los valores de todas las personas recurriendo a la razón. Se deben transformar los principios morales en leyes universales, actuando siempre mediante la razón. Por ello rechaza las inclinaciones, ya que representan intereses particulares y no surgen del uso racional. Si todos usamos nuestra razón y no inclinaciones, llegaríamos a una misma ley universal. Esta idea se vincula con la primera formulación del imperativo categórico.
- Formalidad: Se centra en las estructuras, formas o métodos que debemos usar para razonar. A diferencia de Aristóteles, quien indicaba directamente qué se debía hacer, Kant no nos dice lo que es correcto, sino que propone un método para razonar y deducir por nosotros mismos lo correcto de lo incorrecto. Esto se estructura a partir de los imperativos categóricos, de los cuales se deduce cómo deberíamos razonar para actuar correctamente.
- De móviles: Kant enfatiza la buena voluntad, es decir, el motivo de la acción, y no sus consecuencias. Una acción tiene valor moral cuando se realiza con buena intención y con el acopio de todos los recursos disponibles para cumplir con el deber. Esto se opone a Aristóteles, para quien el valor moral dependía del logro del fin propuesto.
- Racionalidad: Esta característica atraviesa toda la ética kantiana. El deber moral surge de la razón, y es la racionalidad la que permite establecer principios éticos universales, autónomos y válidos más allá de cualquier interés particular.
Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres
Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785) es una de las obras más importantes de Immanuel Kant. Es anterior a su otra gran obra ética: La Crítica de la razón práctica (1788), donde desarrolla más a fondo sus ideas morales.
Conceptos Centrales
- Deber: Consiste en la necesidad de una acción por respeto a la ley moral, excluyendo por completo cualquier inclinación.
- Inclinación: Tendencias subjetivas que nos impulsan a actuar (ej. deseos, impulsos). La acción deja de tener valor moral para Kant si no surge del deber.
- Inclinación mediata: Impulsa a actuar para obtener un beneficio personal directo o algo a cambio.
- Inclinación inmediata: Impulsa a actuar movidos por algún sentimiento, sin buscar algo a cambio (ej. ayudar a un amigo por cariño). Kant no considera estas acciones moralmente correctas, ya que la motivación es subjetiva y relativa, perdiendo valor moral.
Tipos de Actos Morales
- Moralmente correcto: Cuando se actúa por deber y contra cualquier inclinación.
- Moralmente neutro: Cuando se actúa conforme al deber, pero por una inclinación inmediata.
- Moralmente no correcto: De acuerdo al deber, pero movido por una inclinación mediata.
- Moralmente incorrecto: Cuando se actúa en contra del deber, por una inclinación de cualquier tipo.
- Buena voluntad: Para Kant, la buena voluntad es lo único bueno en sí mismo. Tiene valor moral porque se basa en la intención de cumplir con el deber, excluyendo las inclinaciones y poniendo en juego todos los recursos posibles para cumplir dicho deber. Esta idea es clave dentro de su ética deontológica. La buena voluntad orienta y da valor moral a las cualidades o talentos de una persona; su valor depende de si son guiadas por una buena o mala voluntad. Una acción tiene valor moral si nace de la buena voluntad, y esta se manifiesta cuando se actúa por deber, no por interés o inclinación.
Imperativos
Mandatos o indicaciones de lo que “debe ser” hecho.
Dos tipos:
- Hipotéticos: Relacionados con inclinaciones o deseos. Kant los reconoce, pero cree que la moral no puede basarse en ellos. Son condicionales, es decir, dependen de un deseo o meta personal (Ej: “Si quiero aprobar el examen, entonces tengo que estudiar.”).
- Categóricos: Proporcionan la forma y el método para pensar y descubrir las leyes morales. Cuando una persona deduce y sigue dichas leyes, actúa por deber y, en consecuencia, con buena voluntad. Para Kant, los imperativos categóricos son los que realmente regulan la conducta moral (Ej: “Decí la verdad.”). No dicen “si querés algo…”, sino simplemente: “Actuá así, porque es lo que se debe hacer.”, siendo un mandato universal que vale para todos.
Imperativos Categóricos: Formulaciones
- Universalizar la máxima: “Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo se torne ley universal”. Esto significa transformar nuestros principios morales subjetivos (máxima) en leyes universales morales. Kant confía en que la razón nos dirá lo correcto e incorrecto, llevando a todos a la misma conclusión y, por tanto, a la misma ley universal. Debemos preguntarnos: ¿Qué pasaría si todos hicieran lo mismo?
- Hombre como fin (Dignidad): “Obra de tal modo que te relaciones con la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre un fin y nunca sólo como un medio”. Esto refiere a tratar a las personas como seres dignos (simplemente por ser racionales), siempre como un fin y no como un medio para alcanzar nuestros propósitos.
- Principio de la autonomía de la voluntad: “La idea de la voluntad de todo ser racional como una voluntad universalmente legisladora”. Plantea que debemos actuar como si cada una de nuestras acciones estableciera una ley válida para todos los seres racionales. Esto implica que somos autónomos, capaces de darnos nuestras propias leyes morales mediante la razón, y debemos actuar conforme a principios que podrían ser compartidos por toda la humanidad. Así, la moralidad no depende de mandatos externos, sino de la capacidad racional de cada persona para autolegislarse éticamente.
Ejemplo: Estás por hacer trampa en un examen. ¿Podrías aceptar que la regla sea: «Todos pueden hacer trampa cuando lo necesiten»? ¿Querrías vivir en una sociedad así? ¿Estarías respetando tu rol como legislador moral?