El Reinado de Alfonso XIII: Inicios y Crisis del Sistema (1902-1912)
En mayo de 1902, Alfonso XIII es declarado mayor de edad, con 16 años. En 1906 se casó con la inglesa Victoria Eugenia de Battenberg, nieta de la reina Victoria de Inglaterra, y después de la ceremonia de bodas sufrió un atentado del anarquista Mateo Morral del que salió ileso.
Su reinado se caracterizó por una gran inestabilidad, debido, en parte, a la injerencia del propio rey: se convirtió en el jefe del ejército e interviene en el gobierno, designando a los jefes de gobierno y disolviendo las Cortes. Ello provoca las «crisis orientales» (término que señala el origen de las crisis: el Palacio de Oriente). Entre 1902 y 1931 se suceden en España 23 gobiernos diferentes.
Podemos establecer varias etapas:
Primera Etapa: La Lucha por el Liderazgo (1901-1907)
Tras el asesinato de Cánovas (1897) y la muerte de Sagasta (1903) aparece una lucha por la jefatura de los partidos y surgen nuevos líderes, pero se mantiene el turnismo:
- 1902-1905. Gobiernos conservadores. Se incluye el Gobierno corto de Maura, en el que los conservadores intentaron atraerse a Cambó y la Lliga Regionalista, un nuevo partido catalanista nacido en 1901, fruto de Unió Catalanista y el Centre Català.
- 1905-1907. Gobiernos liberales de Montero Ríos y Moret. Destaca la Ley de Jurisdicciones (1906), por la cual quedan bajo jurisdicción militar las ofensas al ejército, la bandera y la unidad de la patria. Fue la respuesta a un chiste ofensivo contra el ejército del periódico catalanista «Cu-Cut». La respuesta de los catalanistas fue la creación de Solidaridad Catalana, coalición de todos los partidos catalanistas para defender sus derechos, desde la Lliga hasta los carlistas y republicanos catalanes.
Segunda Etapa: La Revolución desde Arriba (1907-1912)
Esta etapa es conocida como la de Maura y Canalejas o de la “Revolución desde arriba”.
- Gobierno Largo del conservador Antonio Maura (1907-1909). Finalizó tras la Semana Trágica de Barcelona (26 al 31 de julio de 1909) en protesta contra la guerra de Marruecos.
- Gobierno del liberal José Canalejas (1909-1912). Solo pudo gobernar 3 años al ser asesinado por un anarquista. Pese a todo, inició la democratización del país y un mayor reformismo social. Las principales medidas de su gobierno fueron:
- La Ley del Candado (diciembre de 1910) que prohibió instalar nuevas órdenes religiosas para acallar así el creciente anticlericalismo. Ello provocó cierta tensión con la Santa Sede.
- La Ley de Mancomunidades para resolver el problema regionalista. Fue aprobada en 1913 (tras la muerte de Canalejas) por el gobierno de Eduardo Dato, y creó la Mancomunidad de Cataluña.
- Supresión del impuesto de consumos (1911), sustituido por un impuesto progresivo sobre las rentas urbanas, lo que provocó la protesta de las clases acomodadas.
Canalejas murió asesinado (noviembre de 1912) en un atentado del anarquista Manuel Pardiñas frente a una librería en la Puerta del Sol de Madrid. Este hecho frustró la realización de su política de renovación.
Tercera Etapa: La Época de los Idóneos y la Huelga Revolucionaria de 1917 (1912-1918)
Gobiernos del conservador Eduardo Dato (1913-1915), del liberal Romanones (1916-17) y de García Prieto (1917). Este último tuvo que enfrentarse a la protesta social y militar que derivaría en la Huelga Revolucionaria de 1917.
La Huelga General de 1917
En marzo de 1917, UGT (Unión General de Trabajadores) y CNT decretan una Huelga General revolucionaria para octubre de 1917, aunque se adelantó al 13 de agosto. La huelga solo se extendió a Madrid, Barcelona, Vizcaya, Asturias, León y Huelva (Minas de Riotinto) donde se produjeron violentos incidentes entre el ejército y los huelguistas. Los huelguistas fueron derrotados en 3 días con más de 70 muertos, 200 heridos y unos 2.000 detenidos. Los miembros del comité de huelga fueron juzgados en consejo de guerra y condenados a cadena perpetua, entre ellos los socialistas Largo Caballero o Julián Besteiro, aunque no la cumplieron finalmente.
Tras ella, los problemas de fondo (problema político y la crisis económica) continuaban en pie. La Crisis dejó maltrecho al régimen de la Restauración, aunque no lograron derribarlo.
La Descomposición del Sistema Canovista: Problemas Sociales y Pistolerismo (1917-1923)
Entre 1917 y 1923 se produce la descomposición definitiva del sistema canovista.
Radicalización Social y Pistolerismo
Son años de gran agitación social:
- En Andalucía: La miseria del campesinado, reforzada por la inflación y la Revolución Rusa de 1917, derivó en numerosas revueltas durante el «Trienio Bolchevique» (1918-1921). Los anarquistas y, en menor medida, los socialistas impulsan revueltas, donde se queman cosechas, se ocupan tierras y se reparten entre los jornaleros. Destacaron las huelgas de Córdoba con más de 30.000 jornaleros involucrados que se extendieron a otras provincias andaluzas, manchegas y extremeñas. Los centros obreros fueron clausurados y numerosos obreros encarcelados.
- En Cataluña: Destacan las huelgas contra «La Canadiense» de 1919, principal empresa eléctrica y de tranvías de Barcelona. La patronal respondió con una durísima represión. Entonces surge el pistolerismo: grupos de anarquistas atentan contra autoridades, patronos y fuerzas del orden. A su vez, empresarios y patronos pagan a pistoleros a sueldo para asesinar a los dirigentes obreros, y recurren al lockout o cierre de empresas. El general Martínez Anido fue nombrado gobernador civil de Barcelona: protegió a los pistoleros de la patronal y reprimió a los sindicalistas. Entre 1916 y 1923 fueron asesinadas 226 personas, entre ellas conocidos empresarios y líderes sindicales (Salvador Seguí), e incluso el propio Eduardo Dato, jefe del gobierno, en marzo de 1921.
La Guerra de Marruecos
(El documento original no desarrolla este punto, solo lo menciona como un problema de la época).
El Declive de la Rusia Zarista en el Siglo XIX y Principios del XX
La Rusia del siglo XIX estaba caracterizada por:
- Autocracia: Los zares gobernaban de una forma absoluta. El zar controlaba el país por medio de la aristocracia, el ejército y una policía secreta (la Ojrana). Gobernaba mediante los «ucases» o decretos y era el patriarca o cabeza de la iglesia ortodoxa, por herencia de la civilización bizantina. Su lema era: «Dios es dueño del mundo; el zar es el dueño de su país».
- Dinastía Románov: La dinastía Románov gobierna Rusia desde el siglo XVII, desde Miguel I (1613), y dirigió el país hasta que la Revolución de Febrero de 1917 obligó a Nicolás II a abdicar. En el siglo XIX destacan: Alejandro I (1801–1825), su hermano, Nicolás I (1825–1855), su hijo Alejandro II (1855–1881), Alejandro III (1881–1894) y Nicolás II.
Nicolás II (1894–1917)
Último zar de Rusia. Sucede a su padre, Alejandro III, y siguió su política autocrática, si bien cayó bajo la influencia de la zarina Alejandra Fiódorovna y de su consejero Rasputín, monje al que se le atribuía el poder de curar enfermedades y predecir el futuro. Sanó al joven Alexis, único hijo varón de Nicolás II. Con un inmenso poder, Rasputín designó a muchos altos funcionarios del gobierno, aunque todos incompetentes.
Principales Medidas y Desarrollo Industrial
Nicolás II trata de realizar cambios desde arriba para sacar al país de su atraso:
Intento de desarrollo industrial: Gracias al conde Serguéi Witte, ministro de Hacienda, quien incentivó el ferrocarril (pasó de 14.000 millas a 52.000 millas en 1915) y multiplicó por 10 la producción de hierro y acero. Pero esta industrialización provocó desajustes:
- En 1914, el 80% de la deuda exterior rusa estaba en manos de inversores franceses.
- La burguesía rusa era inexistente, ya que las industrias fueron montadas con capital extranjero.
Por ello, serán los campesinos y los proletarios los grupos sociales llamados a la revolución.
