Estructura y Funciones de Dentina y Pulpa Dental

Dentina

Tejido duro, avascular que constituye la mayor parte del diente. Se encuentra por debajo del esmalte y del cemento, rodeando completamente la pulpa.

Túbulos dentinarios que se extienden desde la pulpa hasta la unión amelodentinaria.
Dentina peritubular (alrededor de los túbulos, más mineralizada).
Dentina intertubular (entre los túbulos).
Líquido dentinario dentro de los túbulos.
Prolongaciones odontoblásticas que penetran en los túbulos.

Primaria:
- Se forma antes de la erupción dental y hasta que se establece la raíz.
- Es la más abundante.
Secundaria:
- Se forma después de que se ha completado el desarrollo radicular.
- Se forma lentamente a lo largo de la vida.
- Reduce el tamaño de la cámara pulpar.
Terciaria:
- Se forma en respuesta a estímulos externos como caries o traumatismos.
- También llamada dentina reparativa o reaccional.
- Tiene estructura irregular.

Inicia durante la etapa de campana en el desarrollo dental.
Las células ectomesenquimatosas de la papila dental se diferencian en odontoblastos.
Los odontoblastos secretan predentina (no mineralizada).
La predentina se mineraliza para formar dentina.
La formación continúa durante toda la vida.

Tejido conectivo blando ubicado en la parte central del diente, rodeado por dentina.

La pulpa dental es un tejido conectivo laxo complejo, compuesto por diversos elementos:

Células: Incluye odontoblastos, fibroblastos, células inmunitarias y células madre.
Sustancia fundamental amorfa.
Fibras: Principalmente colágenas y reticulares.
Vasos sanguíneos y linfáticos.
Fibras nerviosas (sensoriales y autónomas).

Los odontoblastos son células especializadas situadas en la periferia de la pulpa, junto a la predentina. Son responsables de la formación de dentina primaria, secundaria y terciaria.
Los fibroblastos son las células más abundantes del tejido pulpar, encargadas de sintetizar y remodelar la matriz extracelular. Pueden transformarse en fibrocitos a medida que envejecen.
Los macrófagos participan en la defensa inmune mediante fagocitosis. Pueden activarse en presencia de inflamación, aumentando su tamaño y capacidad fagocítica.
Las células dendríticas son células presentadoras de antígenos, fundamentales en la iniciación de la respuesta inmune.
Las células madre pulpares (DPSC y SCAP) tienen capacidad para regenerar tejido pulpar y formar odontoblastos en procesos reparativos.
Otras células como linfocitos T, linfocitos B, células plasmáticas, mastocitos y eosinófilos participan especialmente en estados inflamatorios.

Las fibras colágenas son principalmente tipo I (55%) y tipo III (41%). Son escasas y dispersas en la corona, pero se agrupan paralelamente en la raíz.
Las fibras reticulares, compuestas de colágeno tipo III, forman una red fina y flexible en la pulpa.
Las fibras elásticas son muy escasas, localizadas en las paredes de los vasos sanguíneos.
Las fibras de oxitalán, consideradas fibras elásticas inmaduras, están presentes especialmente durante el desarrollo dental.

Zona Odontoblástica: Capa externa de la pulpa formada por odontoblastos en empalizada.
Zona Subodontoblástica o de Weil: Justo debajo de los odontoblastos, contiene fibras nerviosas, capilares y pocas células.
Zona Rica en Células: Posee una alta densidad de fibroblastos y células inmunitarias.
Zona Central de la Pulpa: Región más interna, con mayor presencia de vasos sanguíneos, nervios y células del sistema inmunitario.

Vascularización: La pulpa está ricamente irrigada por arterias que entran a través del foramen apical. El sistema vascular forma plexos capilares en la zona subodontoblástica, permitiendo el intercambio eficiente de nutrientes y la rápida respuesta inflamatoria.
Inervación: La pulpa posee una densa red de fibras nerviosas. Estas fibras, junto con el cilio primario de los odontoblastos, otorgan al tejido pulpar una alta capacidad sensorial para detectar estímulos térmicos, mecánicos y químicos.