El Movimiento Natural de la Población
Los movimientos naturales de población son aquellos cambios que se producen en sus efectivos demográficos debido a la natalidad y a la mortalidad. Los sociólogos utilizan términos como la Tasa Bruta de Mortalidad (TBM) y la Tasa Bruta de Natalidad (TBN). Otras variables importantes son las Tasas de Fecundidad, las Tasas de Mortalidad Infantil (TMI) y la Esperanza de Vida al Nacer (EVN).
Tasas de Natalidad en España
Las tasas brutas de natalidad en España se han considerado altas hasta comienzos del siglo XX (35%); esta tendencia desciende a lo largo del primer tercio del siglo XX (26% en 1935) hasta llegar al 9% en 1998. Se recupera entre 2001 y 2008 por la buena coyuntura económica, los nacimientos aplazados de las generaciones del baby boom y la inmigración. Pero desde la crisis del 2008 descendió a consecuencia del paro y las dificultades económicas familiares. Hoy, pese a la recuperación económica en 2024, vuelve a bajar a un 7%. No obstante, existen diferencias interiores: Melilla 11%, Murcia 9% y Asturias 4,5%.
Tasa de Fecundidad
La tasa de fecundidad, cuyo descenso ha sido de 4,1 hijos por mujer en edad fértil en 1925 a 1,2 en 2024, dato que aleja a España del umbral del relevo generacional, establecido en 2,1 hijos por mujer. Las causas son la incorporación de la mujer al mundo laboral, con la dificultad de compaginar vida laboral y familiar; el uso de anticonceptivos; el retraso en la edad de tener el primer hijo a los 32 años de media; y los gastos excesivos en la manutención de los hijos. En este sentido, Ceuta, Melilla y Andalucía son las comunidades con mayores TF, mientras Galicia, Cantabria, Asturias y Castilla y León presentan los menores índices.
Tasa Bruta de Mortalidad
La Tasa Bruta de Mortalidad (TBM) superaba el 26% a comienzos del siglo XX, pero los avances técnicos y sanitarios, la difusión de la medicina rural y las mejoras alimenticias han contribuido claramente a su descenso. Hoy se asiste a un claro repunte de la TBM al 9,5% debido al mayor grado de envejecimiento de la población española.
Tasa de Mortalidad Infantil
La Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) ha seguido una tónica claramente descendente, pues de un 204% a comienzos del siglo XX se ha situado en el 43% en 1960, y hoy tenemos una de las TMI más bajas del mundo (2,5%).
Esperanza de Vida al Nacer
En cuanto a la Esperanza de Vida al Nacer (EVN), precisaremos que no ha parado de aumentar a lo largo del siglo XX, pues si en 1900 la EV se situaba en torno a los 35 años, hoy la esperanza de vida continúa creciendo, situándose en 83 de media, existiendo ciertas diferencias según el sexo: 80 años los varones frente a 86 las mujeres.
El Crecimiento Vegetativo
El crecimiento vegetativo (CV) es la diferencia entre los nacimientos y las defunciones que se producen en un lugar concreto y durante un periodo determinado. En el caso de la población española se establecen tres fases:
- Régimen demográfico antiguo
- Transición demográfica
- Régimen demográfico moderno
A. Régimen Demográfico Antiguo
Hasta mediados del siglo XIX, demográficamente, se caracterizó por sus elevadas TBN y TBM, con el consiguiente estancamiento del Crecimiento Vegetativo (CV), generado por epidemias, guerras y hambrunas.
B. Transición Demográfica
Se inició a mediados del XIX. Se caracterizó por el descenso continuado de las TBM y el mantenimiento de unas TBN elevadas, con lo cual se genera un fuerte CN. Entre 1857 y 1900 la población española se incrementa en el 20%. Un segundo periodo, desde comienzo de siglo hasta la década de 1970, determinado por el importante descenso de las TBM y la desaceleración de la natalidad. Desde 1955 y durante toda la década de los 60 se observa un incremento de las tasas de natalidad (baby boom), desarrollo económico, disminución de la mortalidad infantil y los evidentes avances científico-sanitarios.
C. Régimen Demográfico Moderno
Comienza a finales de la década de los 70, con la estabilización de la mortalidad y del descenso continuado de la natalidad y de la fecundidad (incorporación de la mujer al mundo laboral). Durante los primeros 10 años del siglo XXI (2000-2011) se constató nuestro crecimiento vegetativo sobre el 2%. En los últimos años, desde 2011 a la actualidad, estos datos volvieron a descender debido a la disminución del flujo de inmigrantes por la crisis económica. No obstante, este volumen de crecimiento no afecta del mismo modo a todas las comunidades autónomas.
Movimientos Migratorios
Se refiere a la inmigración o emigración de personas en un área determinada. Los motivos que favorecen este proceso son esenciales para conocer el crecimiento real de una población determinada que, junto con el crecimiento vegetativo y el saldo migratorio, nos permiten conocer las cuatro variables demográficas de un colectivo concreto en un lugar y en un tiempo determinado.
Impacto de la Migración
La emigración tiene consecuencias negativas para el lugar de origen (descenso de la población, envejecimiento e incremento de la mortalidad), y también afecta negativamente a la estructura económica. La inmigración favorece el crecimiento de la población en la zona de destino, el incremento de la natalidad y afecta positivamente a la estructura económica.
Clasificación de los Movimientos Migratorios
Los movimientos migratorios se clasifican según: duración (definitivos, temporales y diarios) y destino (interiores y exteriores).
Movimientos Interiores
Los movimientos interiores consisten en los desplazamientos de personas dentro del territorio nacional y reflejan la situación socioeconómica del país en cuestión. Destacan:
- Éxodo rural: del campo a la ciudad, provocado por el excedente de mano de obra. Resultado del desarrollo español, supuso el desplazamiento masivo de personas desde el interior a las áreas más desarrolladas del país.
- Migraciones interregionales: movimientos que implican desplazamientos dentro de una provincia o comunidad. Hoy en día, tienen gran importancia.
- Movimientos habituales: se realizan entre el lugar de trabajo o estudio y el área de residencia (movimientos pendulares). Madrid, Cataluña y País Vasco absorbieron gran cantidad de mano de obra.
Es precisamente en el éxodo rural de los años 50 donde está el origen de los actuales desequilibrios poblacionales de España. Posteriormente, el turismo se constituyó en un importante subsector necesitado de mano de obra. Con la crisis de 1973, llegó la recesión industrial y el paro, lo que provocó cierto retorno. Desde 1986 se apreció un incremento importante de las migraciones a nivel interprovincial e interregional, incrementando los movimientos pendulares. Hoy en día, se produce un descenso de los movimientos interiores que, en caso de producirse, se reflejan en dos tipologías:
- Desplazamiento temporal de población joven hacia las provincias litorales y las islas.
- Emigración de retorno hacia el lugar de origen, por parte de población madura que se encuentra desempleada o jubilada.
Movimientos Exteriores
Las migraciones exteriores se refieren a los movimientos demográficos que se realizan con intención de desplazarse y establecerse en territorio extranjero. En nuestro país los destinos preferidos han sido:
- América: emigrantes de Galicia, Asturias y Cantabria hacia Argentina, Cuba, Brasil y México. Se trató de mano de obra cualificada al sector primario y secundario. Este flujo hacia América se moderó a raíz del Plan de Estabilización de 1959. En la actualidad la emigración hacia América es mínima.
- Europa: el Plan de Estabilización animó a la población de los años 60 y 70 a establecerse en Alemania, Francia y Suiza principalmente. Se trató de jóvenes de zonas de interior. Las repercusiones fueron impactantes: mejoró muchas economías familiares, saneó balanzas de pago, etc. Tras la crisis de 1973 comenzó la vuelta de los emigrantes a nuestro país.
El Proceso de Urbanización
Fenómeno que ha desembocado en el predominio de lo urbano sobre lo rural, mediante la concentración de los habitantes, de las funciones, de los servicios y de las actividades económicas en las ciudades.
Fases de la Urbanización
Urbanización Preindustrial
Desde el nacimiento de las ciudades en la Antigüedad hasta el siglo XIX. La población urbana era aún muy inferior a la rural y las ciudades eran, en comparación con las actuales, pequeñas. Varios eran los criterios para levantar y hacer crecer una ciudad: concentrar los recursos económicos, contratar el territorio o bien organizarlo desde el punto de vista político, religioso y administrativo. Los fenicios y griegos fueron los primeros colonizadores de la península que fundaron ciudades, mientras que los romanos extendieron la urbanización a todo el territorio y comunicaron las ciudades entre sí. Casi todas las ciudades españolas provienen de la etapa romana, como Mérida. Las ciudades romanas presentaban un plano hipodámico con dos ejes principales y foro. La crisis del Bajo Imperio en el siglo IV y las posteriores invasiones germánicas condujeron a una desurbanización y una vuelta a la vida rural. Los musulmanes destacaron por revitalizar algunas de las ciudades romanas. Las ciudades medievales cristianas o musulmanas tenían planos irregulares o radiocéntricos; desde el siglo XIII la reactivación económica benefició a las ciudades situadas en los puertos o en el Camino de Santiago. En la época Moderna, se destacan las plazas mayores, palacios burgueses y los elementos decorativos como plazas, alamedas y fuentes.
Urbanización Industrial
El crecimiento demográfico general, la constante instalación en ellas de industrias, el éxodo rural y la mejora de las comunicaciones. Por primera vez en la historia, la población urbana supera a la población rural a la altura de 1950, diferencia que se incrementará en los años 60 coincidiendo con el desarrollismo, el baby boom y el turismo y la explosión del éxodo rural. Para adaptarse a las nuevas circunstancias, las ciudades pusieron en marcha los planes de reforma interior y los ensanches. Los proyectos de reforma interior perseguían aliviar la presión social, mejorar las condiciones de vida de la población y los servicios urbanos. Las ciudades experimentaron la construcción de infraestructuras de transporte público y la verticalización de edificios. Lo que caracterizó a estos proyectos es la remodelación de la trama viaria, con nuevas plazas y grandes vías. Las ciudades crecieron más allá de las murallas, lo que llevó a su derribo.
Urbanización Postindustrial
España se halla ahora en una fase de menor crecimiento urbano, y dentro de pocos años pasaremos a una etapa de desurbanización, puesto que la población tiende a instalarse en el extrarradio y en el entorno rural de las grandes ciudades. Las chimeneas de las industrias ya no son las protagonistas de las ciudades, sino los edificios de oficinas. Mientras la actividad industrial ha perdido peso, el sector terciario va ganando importancia como factor de urbanización. Adquiere protagonismo las actividades hacia especies más baratas y abundantes, es el fenómeno de la ciudad difusa.