Feudalismo y Repoblación: Modelos de Ocupación del Territorio en la España Medieval


Las Formas de Ocupación del Territorio y su Influencia en la Estructura de la Propiedad. Modelos de Repoblación y Organización Social

3.1. Feudalismo y Repoblación

La Edad Media peninsular estuvo marcada por la implantación del feudalismo. Se caracterizaba por una economía fundamentalmente agraria, en la que la propiedad estaba en manos de la nobleza y de la Iglesia, y el trabajo lo realizaban los campesinos.

Los señores obligaban a los campesinos a realizar prestaciones personales. Estas prestaciones consistían básicamente en trabajo en las tierras y en una serie de pagos.

La implantación del sistema feudal fue paralela al proceso de repoblación.

3.2. El Modelo de Repoblación de las Tierras del Norte: Colonización Campesina y Apropiación Señorial

3.2.1. El Reino Astur

Se formó una nobleza guerrera, constituida por los jefes de las tribus locales y los magnates visigodos.

La llegada de los mozárabes reforzó la autoridad feudal sobre las poblaciones locales. Fundaron monasterios, comenzando el doble sistema feudal: nobiliario y eclesiástico.

3.2.2. El Valle del Duero

La cuenca del Duero permaneció durante siglo y medio como región poco poblada. A mediados del siglo IX, muchos campesinos ocuparon la región. Comenzó la colonización. Los reyes ratificaron la legalidad de esas ocupaciones.

A comienzos del siglo XI, los nobles, que se habían apropiado de las mejores tierras, dominaban a los campesinos mediante relaciones de vasallaje.

3.2.3. Castilla

Se formó una sociedad particular, de campesinos-guerreros.

Las comunidades campesinas recibían un estatuto especial, las *behetrías* (o *bahaterías*), que facilitaban la emigración a tierras nuevas.

Otras comunidades se dedicaron a la ganadería; destacaron los ganaderos que poseían caballos, que podían participar en las cabalgadas o expediciones a al-Ándalus. Aparecieron los caballeros-villanos. En el siglo XI comenzó un proceso de feudalización.

3.2.4. Los Territorios Pirenaicos

El valle del Ebro había sido muy romanizado, por ello el proceso de feudalización estaba avanzado cuando se produjo la invasión.

En Cataluña, los condes francos sancionaron legalmente la colonización de tierras.

En Aragón y Navarra, la independencia de las familias gobernantes también permitió garantizar que la colonización de tierras continuara hacia el sur.

3.3. El Modelo de Colonización entre el Duero y Sierra Morena y en el Sur del Ebro: Repoblación Conceji y Órdenes Militares

3.3.1. La Repoblación entre el Duero y el Tajo

A lo largo del siglo XI, la presencia cristiana fue aumentando poco a poco. Fue la Corona la que promovió el proceso de colonización, no solo para asegurar el control, también para limitar el poder territorial de las grandes casas nobiliarias.

La repoblación se organizó a través de grandes concejos, entregando un territorio bastante extenso y unos privilegios y libertades muy amplios. Estas ventajas se recogían en un documento real, llamado fuero.

En estos concejos, el grupo dominante era el de los caballeros villanos. Encargados de la defensa, pronto acapararon las principales magistraturas de los concejos, hasta convertirse en una especie de aristocracia que dominaba la vida de las ciudades. Por debajo de ellos se encontraban los artesanos y los campesinos. Eran los únicos que no pagaban impuestos.

Tras la conquista de Toledo en 1085, el valle del Tajo quedó bajo dominio de Castilla y León. El pacto de rendición obligó a la población islámica a abandonar la ciudad.

Si al principio la población autóctona (mudéjar, judía y mozárabe) era claramente dominante, poco a poco fue decayendo.

3.3.2. La Repoblación del Valle del Ebro

En las zonas situadas cerca del Pirineo, la Corona aragonesa entregó tierras a los nobles que participaron en la conquista, en régimen de tenencia feudal.

En el valle, las tierras eran ricas y con bastante población.

Al sur del río, los reyes adoptaron la fórmula de las cartas de población, concediendo libertades y privilegios a quienes se arriesgasen a repoblar una región de frontera.

En la Cataluña Nueva, la repoblación corrió a cargo de los catalanes, que llevaron su idioma y su derecho.

3.3.3. La Región de La Mancha

Región fronteriza con al-Ándalus, poco poblada. Fueron las Órdenes Militares las que asumieron el protagonismo del proceso repoblador.

Recibieron una gran cantidad de señoríos.

La población se fue aglutinando en torno a los castillos de las Órdenes, que recibían la protección de los cruzados a cambio de trabajar para ellos en sus tierras.

3.4. El Modelo de Repoblación del Sur: Nobles Cristianos y Campesinos Moriscos

3.4.1. La Repoblación del Sur de Extremadura, Andalucía y Murcia

La conquista de los valles del Guadiana y del Guadalquivir y de la zona murciana se produjo sobre una región rica, pero devastada por las campañas militares.

La mayor parte de las viviendas y de las tierras fueron adjudicadas a los conquistadores. Las propiedades disponibles se distribuían en lotes de tamaño grande o menor. Los primeros se adjudicaban a la aristocracia poderosa y a los obispados. Las sedes de Toledo y Sevilla recibieron grandes extensiones de tierras (dando lugar a latifundios).

Por último, los campesinos concebían pequeñas parcelas.

En Murcia, las tierras se entregaron a la aristocracia y a las Órdenes Militares. También allí se produjo un proceso de feudalización.

3.4.2. La Repoblación de las Baleares y Valencia

En las islas, las tierras fueron repartidas entre los servidores de Jaime I y la Orden del Temple, y los magnates de la Iglesia y la nobleza. La población musulmana fue masacrada.

En el Reino de Valencia, la entrega pacífica de la mayor parte de los ciudadanos evitó devastaciones y permitió la permanencia de una población musulmana abundante. Las tierras del interior fueron adjudicadas a la nobleza aragonesa.

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