Historia de la Península Ibérica


Prehistoria

En la Península Ibérica, la prehistoria empieza hace 1,5 millones de años y se divide principalmente entre dos periodos: paleolítico (se tallaba la piedra a base de golpes) y neolítico (se pulía la piedra lijándola). Durante el Paleolítico, las especies eran cazadoras-recolectoras. La caza, la pesca y la recolección de alimentos determinaban el estilo de vida nómada y el tamaño de pequeñas comununidades humanas que vivían en cuevas o cabañas cerca de ríos. Fueron evolucionando constantemente, desde herramientas generales, simples y grandes hasta más especializadas, complejas y pequeñas. Expresaban sus creencias mediante rituales funerarios que indican un pensamiento abstracto y las manifestaciones artísticas podían ser mobiliarias, placas de hueso y piedras grabadas, como las pinturas rupestres. Estas pinturas representaban animales y se consideran mágicas y espirituales para hacer más favorable la caza. En el Mesolítico hay una transición hacia un clima más cálido, son cazadores-recolectores pero de caza menor.

Neolítico

En el Neolítico se pasa a una economía productora, se desarrolla la agricultura y la ganadería, permitiendo la sedentarización de las comunidades. Los grupos son más complejos con división del trabajo y hay diferencia social y económica. Se utiliza la cerámica y la pintura levantina (monocromática y esquemática), representa figuras humanas y animales y narra actividades. Existen dos fases artísticas, la cerámica cardial imita productos de cestería y los sepulcros de fosa, manifestaciones funerarias.

P.Prerromanos

La Península Ibérica estaba habitada por diversos pueblos prerromanos y hubo colonizaciones por motivos geoestratégicos y por su riqueza en metales. Los fenicios procedían de Tiro. Comerciaban metales de los pueblos peninsulares a cambio de bienes manufacturados y aportaron la construcción de salinas y la escritura alfabética. Los griegos procedían de la colonia de Massalia y se establecieron en el cabo de Rosas. Introducen la economía monetaria, nuevos cultivos como la vid y el olivo y nuevas técnicas agrarias y tecnológicas. Los cartagineses procedían de la colonia fenicia de Cartago, se hicieron con las factorías fenicias y fundaron ciudades como Cartago Nova. Aparte del comercio, explotaron los territorios conquistados y controlaron las rutas comerciales del sur y levante tras vencer a los griegos. Los Tartessos se extienden por Andalucía y Extremadura y tenía una sociedad jerarquizada. Destaca su agricultura avanzada y su actividad minera. Entró en decadencia por el fin de las vetas de mineral y finalmente su territorio se fraccionó. Los Íberos tenían una cultura homogénea, una monarquía y la sociedad estaba muy estratificada. Según la influencia mediterránea, había más desarrollo en zonas costeras y menor en los núcleos de montaña. La economía se basaba en la agricultura, ganadería y artesanía y dominaban el trabajo del hierro y bronce. El arte se centra en esculturas funerarias, animales fantásticos y joyería. Los Celtas y Celtíberos son los pueblos del interior peninsular, que están al margen de las influencias del mediterráneo. Tienen una estructura tribal, gobernada por una aristocracia elegida por los jefes de las familias más importantes. Predomina la economía ganadera y conocían la metalurgia del hierro.

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