Origen de Roma: Rómulo y Remo
Sobre el origen de Roma únicamente se conocen leyendas. La más importante de todas señala que, una vez terminada la larga y sangrienta guerra de Troya, el general troyano Eneas se asentó en la llanura del Lacio, donde más tarde su hijo fundaría la ciudad de Alba Longa.
Siglos después, la región conoció un período de guerras internas entre los descendientes de Eneas. Se cuenta que el monarca de aquella región fue expulsado del poder por su propio hermano. Lanzados por el Río Tíber en una canasta, Rómulo y Remo milagrosamente sobrevivieron, amamantados por una loba.
Una vez crecieron, encabezaron un alzamiento que repuso a su abuelo en el trono. En medio del conflicto, Rómulo mató a Remo, para luego fundar la ciudad de Roma.
A partir de su fundación, la historia de Roma se halla dividida en 3 grandes períodos:
- Monarquía: Se inicia el año 753 a.C. con Rómulo y concluye con el último monarca, Tarquinio el Soberbio, el año 509 a.C.
- República: Se inicia el año 509 a.C. y concluye el año 27 a.C.
- Imperio: La Roma imperial tiene su origen el año 27 a.C. y concluye el año 476 d.C.
Período Monárquico (753 a.C. – 509 a.C.)
Roma nació en una pequeña ciudad-estado gobernada por reyes etruscos. La sociedad romana estuvo dividida en dos clases sociales, abiertamente antagónicas y enfrentadas de forma permanente: los patricios, minoría dominante; y los plebeyos, mayoría de campesinos y artesanos.
Este período tuvo 7 reyes:
- Rómulo
- Numa Pompilio
- Tulio Hostilio
- Anco Marcio
- Tarquinio El Antiguo
- Servio Tulio
- Tarquinio el Soberbio
Período Republicano (509 a.C. – 27 a.C.)
El siglo VI a.C. Roma se vio estremecida por un alzamiento de los patricios, quienes buscaban expulsar a los gobernantes etruscos. La consecuencia de esa rebelión fue la abolición de la monarquía y el surgimiento de la República.
La República Romana tenía una organización que buscaba evitar la concentración del poder. Veamos:
- El gobierno se hallaba en manos de dos cónsules, quienes gobernaban un año cada uno, evitándose así la concentración del poder en una sola persona.
- El órgano encargado de controlar a los cónsules era el Senado, formado por 300 aristócratas patricios en forma vitalicia. Además, dirigía las acciones militares y fiscalizaba el cobro de impuestos. En casos extremos de inestabilidad interna o de peligro externo, el Senado podía elegir por seis meses a un dictador con plenos poderes.
- Además, existía la llamada Asamblea de las Centurias, organización militar de la ciudadanía, responsable de elegir a los cónsules. Se encontraba formada por patricios y plebeyos, pero con preeminencia de los primeros.
La lucha no terminó con la muerte de César. Sus seguidores, Marco Antonio, Octavio (su heredero adoptivo) y Lépido tomaron el poder, constituyeron un triunvirato y se dividieron Roma: para Octavio el Occidente, para Marco Antonio el Oriente y para Lépido el África.
Período Imperial (27 a.C. – 476 d.C.)
Con la victoria sobre Marco Antonio, Octavio concentró gran poder en sus manos. Inauguró su régimen anunciando el inicio de la “Restauración de la República”, la cual se basaría en un nuevo sistema político, conocido como Principado, el cual daría origen al Imperio Romano.
Controlado por los patricios, el Senado le otorgó el título de Augusto (el reverenciado). El hecho destacado fue que Octavio comenzó a gobernar usando al Senado sólo para aparentar que su gobierno actuaba apegado a las leyes romanas. Con Octavio nació el poderoso Imperio Romano.
El Senado pasó a estar formado por miembros de las poderosas familias patricias, además de partidarios del Principado y de miembros destacados de las oligarquías provinciales. No sólo eso, para garantizar un apoyo permanente al emperador, el cargo de senador pasó a ser hereditario.
A partir de entonces, los sucesivos emperadores buscaron ampliar la extensión del imperio, mientras mantenían mano dura dentro de las fronteras romanas. No estuvo ausente la intriga y en algunos casos, la lucha abierta entre caudillos militares.
Decadencia del Imperio Romano:
A fines del siglo III, el Imperio Romano comenzó a desintegrarse debido a la crisis interna, a la amenaza creciente de los pueblos bárbaros (extranjeros) y a las luchas por el control del imperio.
El Cristianismo:
En sus inicios, el cristianismo fue perseguido por los emperadores, ya que algunos de sus principios atentaban contra las bases de la sociedad romana, entre ellos la creencia en un solo Dios, la defensa de la igualdad de todas las personas y su negativa a rendir culto al emperador. Los cristianos se vieron obligados a refugiarse en catacumbas, donde practicaban sus ritos y enterraban a sus muertos.
En el año 313, el emperador Constantino, tras ganar una batalla bajo el signo de la cruz, promulgó la libertad religiosa a través del Edicto de Milán. Él mismo se convirtió al cristianismo y promovió la construcción de basílicas.
En el año 380, en el Edicto de Tesalónica, Teodosio declaró el cristianismo como religión oficial del Imperio.