Impresionismo y Cubismo: Revoluciones del Arte Moderno y sus Maestros


Impresionismo

La fotografía, al ofrecer diversas versiones de un mismo estímulo con apariencias distintas, animó a los impresionistas a investigar sobre fenómenos perceptivos relacionados con el color, antes que a hacer estudios descriptivos de la realidad. Para los impresionistas, la experiencia personal y cómo se sentían sobre ella era más importante que la propia realidad.

El Impresionismo busca captar en las obras la temporalidad, la apariencia fugaz del fenómeno que quieren representar. Ya se trate de un paseante, de un campo de amapolas o de la atmósfera cambiante frente a la fachada de una catedral, lo fundamental es lo que el artista percibe y cómo se siente frente a lo que percibe.

Los artistas impresionistas buscarán condiciones pintorescas de iluminación como retos a su genio, recurriendo a iluminaciones de interior por luz artificial, la iluminación natural filtrada o la iluminación al aire libre con reflejos en el agua o multitudes de gente. La pintura pasa a ocuparse de aquello que le es intrínseco: la luz y el color, y en ningún caso a la descripción formal del volumen heredada del clasicismo. Así, las formas se diluyen, se mezclan o se separan de forma imprecisa dependiendo de la luz a la que están sometidas, dando lugar a esa «impresión».

Origen del Impresionismo

La palabra «Impresionismo», utilizada para referirse a un movimiento artístico, tiene un origen muy concreto que se remonta al año 1874. En abril de ese año, un grupo de artistas fundó una «Sociedad anónima cooperativa de artistas pintores, escultores, grabadores, etcétera».

Lo que estos artistas tenían en común era su desprecio por el arte tradicional oficial en favor de nuevas formas de expresión artística mucho más innovadoras. Tenían en común que sus obras habían sido reiterada y casi sistemáticamente rechazadas por los distintos jurados de tendencia conservadora de las muestras oficiales del Salón.

Ese grupo de artistas estaba encabezado por Monet, Renoir, Degas, Pissarro, Sisley y Morisot.

El 15 de abril de 1874, en un local cedido por el fotógrafo Nadar, abrió sus puertas al público la primera exposición de este grupo de artistas.

La respuesta del público y de la crítica ante la muestra fue implacable: insultos, mofas, una auténtica humillación pública para los artistas. El 25 de abril, un crítico llamado Louis Leroy publicó un artículo en la revista Charivari que tuvo mucha repercusión y que se titulaba: «Exposición de los Impresionistas». El artículo era demoledor con los artistas y sus obras, y de ahí en adelante el término «Impresionismo» se extendería para referirse a la concepción del arte de este grupo de artistas, que pasaron a ser los impresionistas.

Oscar-Claude Monet

Pintor francés y uno de los creadores del impresionismo. El término Impresionismo deriva de su obra Impresión, sol naciente.

Sus primeras obras son de estilo realista. A partir de 1860 comienza a pintar obras impresionistas, una desviación del gusto de la época que empeoró su situación económica.

Su carrera fue impulsada por el marchante Paul Durand-Ruel, pero su situación económica permaneció siendo difícil hasta 1890, cuando Monet desarrolló el concepto de las «series», en las que un motivo es pintado repetidas veces con distinta iluminación. Al mismo tiempo, comenzó a trabajar en el jardín de su casa en Giverny, con estanques de nenúfares que utilizó como motivo para sus pinturas.

Pierre-Auguste Renoir

Pintor francés impresionista que se interesó por la pintura de cuerpos femeninos en paisajes, inspirado en pinturas clásicas renacentistas y barrocas.

Ofrece una interpretación más sensual del impresionismo, más inclinada a lo ornamental y a la belleza. En su pintura muestra la alegría de vivir, en una naturaleza agradable. Trató temas de flores, escenas dulces de niños y mujeres y, sobre todo, el desnudo femenino. Respecto a su estilo y técnica, se nota en él un fuerte influjo de Corot.

Renoir posee una vibrante y luminosa paleta que hace de él un impresionista muy especial. (Baile en el Moulin de la Galette, Pierre-Auguste Renoir).

Cubismo

El cubismo, considerado la primera vanguardia, rompe con la perspectiva renacentista, la última norma vigente en el arte occidental. En los cuadros cubistas desaparece la perspectiva tradicional y se adopta la perspectiva múltiple, donde todas las partes de un objeto se representan en un mismo plano. Se fragmentan líneas y superficies, mostrando simultáneamente diversas vistas de un objeto. Así, un rostro puede tener la nariz de perfil y el ojo de frente, o una botella aparecer en diferentes cortes. Este movimiento marca una ruptura radical con la idea tradicional del cuadro.

Pablo Picasso

Las señoritas de Aviñón (1907) marcó un punto de quiebre en la obra de Picasso, eliminando la profundidad espacial y la perspectiva tradicional.

Rompió con el realismo y el ideal del cuerpo femenino, reduciendo la figura a planos angulares sin fondo delimitado. Las formas se definen por líneas claro-oscuras, y los tonos ocre-rojizos, típicos de su época rosa, adquieren una agresividad inusual. Se cree que la obra estuvo influenciada por las figuras alargadas de El Greco y la composición de Las grandes bañistas de Cézanne. La retrospectiva de Cézanne en el Salón de Otoño de 1907 influyó en la evolución de Picasso.

Georges Braque

Inició su carrera con una etapa fauvista, caracterizada por colores intensos. En 1907, en L’Estaque, realizó paisajes pre-cubistas influenciados por Cézanne.

Su evolución en el cubismo tuvo tres fases bien definidas:

  • En la primera etapa, trabajó con superficies superpuestas y planos angulares, componiendo con formas cúbicas y utilizando una paleta cromática reducida.
  • Luego, entre 1909 y 1912, desarrolló el cubismo analítico, descomponiendo los objetos en múltiples facetas geométricas hasta hacerlos casi irreconocibles.
  • Posteriormente, evolucionó hacia el cubismo sintético, buscando mayor unidad compositiva e impulsando esta tendencia aún más que Picasso.

Tras la Primera Guerra Mundial, Braque desarrolló un estilo propio en el que integró forma y color con mayor libertad. En esta etapa, representó figuras de gran tamaño, pintó algunos paisajes y, sobre todo, creó numerosos bodegones de estructura similar, consolidando su legado en la pintura moderna.

El Cubismo Sintético y el Papier Collé

Georges Braque, dentro del cubismo, mantuvo un mayor vínculo con la realidad, buscando superar la abstracción extrema del cubismo analítico y hacer sus obras más legibles.

En septiembre de 1912, tras un verano pintando con Picasso en Sorgues, Braque trabajaba en un bodegón cuando, en un paseo por Aviñón, descubrió un papel pintado que imitaba la madera de roble. Inspirado, lo incorporó a su obra, creando el primer papier collé (papel pegado), técnica que luego seguiría explorando en otras composiciones.

Juan Gris

José Victoriano González-Pérez (Juan Gris) nació en Madrid en 1887. En su adolescencia fue ilustrador de publicaciones. En 1906, para evitar la milicia y conocer la vida artística, se mudó a París, donde conoció a Picasso y Braque. Sus primeros intentos en el cubismo datan de 1910. En 1912, dio el salto definitivo al cubismo y en 1913 empezó a trabajar la técnica del papier collé (recortes de cartón y papel pegados sobre el lienzo y combinados con el óleo), que fue su principal aportación al movimiento cubista.

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