La Restauración Borbónica y el Sistema Canovista (1875-1931)
El Fraude Electoral en la Restauración: Caricatura de «El Motín»
Nos encontramos ante una caricatura satírica, una fuente primaria publicada en el periódico republicano y anticlerical El Motín el 27 de abril de 1884 en Madrid, titulada “Antes de la batalla electoral. Levantar muertos”. Su autor pertenece al equipo del periódico y los destinatarios son lectores interesados en la política de la época. Su finalidad es denunciar el fraude electoral característico del sistema canovista, mediante la manipulación de votos, incluyendo incluso a personas fallecidas.
La imagen se sitúa en el contexto de la Restauración Borbónica (1875-1931), iniciada tras el Sexenio Democrático con la restauración de la monarquía en Alfonso XII y el sistema político diseñado por Antonio Cánovas del Castillo, basado en la alternancia pactada de partidos manteniendo el control mediante el caciquismo.
Contenido y Relevancia Histórica
El contenido muestra un cementerio en el que figuras humanas levantan muertos para votar, metáfora visual del pucherazo y del falseamiento del censo. Representa el fraude electoral de la Restauración y denuncia la falta de democracia real, cuestionando la legitimidad del sistema político y mostrando cómo la estabilidad se lograba mediante prácticas corruptas. Su relevancia histórica reside en visibilizar el funcionamiento real del sistema y las limitaciones de la vida política durante la Restauración.
Bases del Sistema Canovista
Tras el Sexenio Democrático (1868-1874) se inició la Restauración (1875-1931), dividida en el reinado de Alfonso XII, la regencia de María Cristina y el reinado de Alfonso XIII, con la dictadura de Primo de Rivera desde 1923. El objetivo de Cánovas era crear un sistema estable, sólido y duradero, evitando los problemas del reinado de Isabel II: partidos excluyentes y pronunciamientos militares.
El sistema se apoyó en la Constitución de 1876, flexible y moderada, que establecía la soberanía compartida entre el rey y las Cortes con amplias competencias de la Corona:
- Nombrar al jefe de gobierno.
- Disolver Cortes.
- Derecho de veto y control del Ejército.
Era un Estado centralista, confesional católico y con derechos regulados posteriormente para limitar su alcance.
Bipartidismo y Caciquismo: El Turno Pacífico
La estabilidad se garantizaba mediante el bipartidismo y el turno pacífico entre el Partido Conservador de Cánovas y el Partido Liberal de Sagasta, partidos de élites con diferencias ideológicas mínimas. El turno no se basaba en la voluntad popular, sino en un proceso controlado: cuando un partido se desgastaba, el rey llamaba al líder del otro para formar gobierno, y este realizaba el encasillado.
El caciquismo era fundamental: los caciques locales, con el apoyo de gobernadores civiles y alcaldes, controlaban el resultado mediante corrupción y fraude electoral (pucherazo), manipulación del censo (incluyendo personas fallecidas, como muestra la imagen), compra de votos, coacciones y control ideológico a través de la Iglesia y la educación tradicional católica. El sufragio censitario primero, y el sufragio universal masculino de 1890, mantuvieron el fraude, favorecido también por la abstención generalizada y el predominio de áreas rurales y analfabetas.
En conclusión, aunque la Restauración implantó un régimen liberal y estable, no puede considerarse un sistema democrático, pues la voluntad popular no determinaba los resultados electorales. Bajo la apariencia parlamentaria se ocultaba el poder real de oligarcas y caciques, y la vida política solo respetaba formalmente la Constitución.
El Auge de los Nacionalismos Periféricos: Catalán y Vasco (Finales del Siglo XIX)
Catalanismo vs. Nacionalismo Vasco: Bases Ideológicas
Ambos documentos son fuentes primarias, de carácter político y naturaleza histórica, centrados en el auge de los nacionalismos periféricos en España a finales del siglo XIX y comienzos del XX. El tema común es la definición de la nacionalidad catalana y vasca frente al centralismo de la Restauración.
El primer texto pertenece a Enric Prat de la Riba, referente del catalanismo y miembro de la Lliga Regionalista. Va dirigido a un público catalanista y busca justificar que Cataluña es una nacionalidad con cultura propia, defensora de un proyecto no separatista, sino federal dentro de las nacionalidades ibéricas. El segundo texto es de Sabino Arana, fundador del PNV, y se dirige a lectores vascos. Su finalidad es denunciar la pérdida de los fueros en 1876 y afirmar la necesidad de recuperar la identidad vasca, mediante un discurso inicial antiespañolista e independentista.
Arana escribe en 1894, en el momento de surgimiento del nacionalismo vasco tras la abolición de los fueros. Prat lo hace en 1906, en plena consolidación del catalanismo político. Ambos textos son relevantes porque fijan las bases ideológicas de los nacionalismos catalán y vasco durante todo el siglo XX.
Ideas Principales por Movimiento
- Texto Catalán (Prat de la Riba): La nacionalidad como unidad cultural con voluntad propia; la necesidad de instituciones políticas que respondan a esa identidad; y un catalanismo moderado, partidario de una federación ibérica.
- Texto Vasco (Sabino Arana): La reivindicación de la antigua independencia foral; la denuncia de la “dominación extranjera”; el tono antiespañolista y la defensa de una identidad basada en tradición, lengua y “pureza” vasca.
Contexto y Otros Movimientos Periféricos
El auge de los nacionalismos periféricos en España a finales del siglo XIX se sitúa en un contexto internacional de fortalecimiento de las identidades nacionales, vinculado al romanticismo cultural y al desarrollo de los Estados modernos. En España, la Restauración consolidó un modelo centralista que generó reacciones desde las periferias, especialmente en Cataluña y el País Vasco.
Otros movimientos periféricos, como el gallego y el canario, surgieron con menor peso político:
- Galicia: Se centró en la defensa cultural y lingüística a través del Rexurdimento.
- Canarias: Respondió a crisis económicas (como la Crisis de la Cochinilla) y emigración, vinculándose al movimiento obrero, a diferencia de Cataluña y el País Vasco.
Similitudes y Diferencias
Similitudes:
- Ambos nacionalismos son conservadores.
- Surgieron en regiones industrializadas y derivan de los regionalismos.
- Sus líderes (Prat de la Riba y Arana) fundaron la Lliga Regionalista y el PNV, respectivamente.
- Comparten la defensa de la lengua, la historia y el proteccionismo económico, vinculadas al auge de la burguesía local.
Diferencias:
- Origen y Proyecto: El catalanismo surgió en las élites culturales y económicas, con un proyecto federalista y no separatista. El nacionalismo vasco nació como reacción tradicionalista a la pérdida de los fueros, con un componente identitario basado en lengua, religión y pureza étnica, siendo claramente independentista y antiespañolista.
- Lengua: La lengua catalana tenía tradición literaria (Renaixença), mientras que el euskera era principalmente oral.
- Objetivo Político: El catalanismo buscó construir instituciones propias y modernizar Cataluña dentro de España, mientras que el vasquismo planteó una ruptura basada en la recuperación de una supuesta soberanía perdida.
En conjunto, ambos movimientos representan respuestas distintas al centralismo de la Restauración, apoyadas en regiones económicamente dinámicas. Comparten raíces regionalistas e industriales, pero sus objetivos, discurso y bases sociales marcarán su evolución y papel en la historia política española del siglo XX.
El Movimiento Obrero y Campesino en la Restauración
Contexto y Condiciones de Vida del Proletariado
Durante el tránsito entre los siglos XIX y XX, España vivió un proceso de transformación económica y social marcado por una industrialización desigual y más lenta que en otros países europeos. Este contexto generó tensiones entre las estructuras agrarias tradicionales y las nuevas relaciones laborales del capitalismo industrial, situando al movimiento obrero y campesino en un marco de movilización frente a la precariedad.
En las regiones industrializadas como Cataluña, País Vasco y Asturias surgió un proletariado urbano sometido a duras condiciones de vida. En el campo persistían estructuras latifundistas y economías de subsistencia, con jornaleros sin tierra y crisis agrícolas que impulsaron el éxodo rural.
Los grupos menos favorecidos compartían condiciones de extrema precariedad:
- Ciudades: Jornadas largas, salarios bajos, viviendas hacinadas y falta de derechos laborales.
- Campo: Temporalidad, desempleo estructural y desigualdad.
Esta situación convirtió la organización colectiva en una necesidad material y un medio de articulación política y social.
Las Grandes Corrientes Ideológicas
El Socialismo: PSOE y UGT
El socialismo, influido por el marxismo y liderado por Pablo Iglesias, fundó en 1879 el PSOE y, en 1888, la UGT. Su estrategia combinó movilización obrera con participación institucional, mediante huelgas, negociación colectiva y representación política. Sus zonas de influencia fueron los núcleos industriales del norte, Madrid y sectores como minería, metal y ferrocarriles. Sus resultados se reflejaron en la consolidación de estructuras estables y en huelgas relevantes, pese a la represión.
El Anarquismo y el Anarcosindicalismo: CNT
El anarquismo, introducido tras 1868 por militantes como Giuseppe Fanelli e influido por Bakunin, rechazaba la autoridad del Estado y la propiedad privada, promoviendo la autogestión. Su estrategia inicial de acción directa (huelgas espontáneas, sabotajes, atentados) provocó una dura represión, como el Proceso de Montjuïc (1896). Con el tiempo evolucionó hacia el anarcosindicalismo, consolidándose en 1910 con la CNT, fuerte en Cataluña y el campo andaluz, defendiendo la huelga general revolucionaria.
Otras Formas de Organización
Otras formas de organización obrera incluyeron:
- Sociedades de Socorros Mutuos: Con funciones asistenciales.
- Sindicalismo Católico: Impulsado por la encíclica Rerum Novarum (1891), promovía la cooperación entre obreros y patronos y se implantó en zonas rurales, ofreciendo una alternativa moderada al socialismo y al anarquismo.
En conjunto, el movimiento obrero y campesino español se configuró por las duras condiciones de vida, la desigualdad económica y la influencia de ideas transformadoras. Las respuestas fueron diversas: socialismo reformista, anarquismo radical y opciones mutualistas o confesionales. Todas reflejan la lucha por la dignidad laboral y la justicia social, conformando la identidad de la clase trabajadora y preparando el terreno para los grandes conflictos sociales y políticos del siglo XX.
Glosario de Términos Clave de la Restauración
Soberanía compartida
Principio fundamental de la Constitución de 1876 que establecía la división del poder entre el rey y las Cortes. No obstante, el monarca mantenía amplias competencias (como nombrar al jefe de gobierno o disolver las Cortes), lo que le otorgaba una posición preeminente en el sistema político canovista.
Oligarquía
En la España del siglo XIX, se refiere al pequeño grupo de personas muy ricas e influyentes (grandes terratenientes y financieros) que detentaba el poder real, controlando la política y bloqueando cualquier reforma que pudiera perjudicar sus intereses. Parafraseando a Joaquín Costa, este grupo dirigía el país solo para su beneficio, causando gran desigualdad e inestabilidad.
Diputados cuneros
Término utilizado durante la Restauración para referirse a los políticos que no eran originarios de la circunscripción por la que se presentaban. Eran impuestos por el gobierno central mediante el fraude electoral y el sistema de caciques (encasillado), demostrando la falta de representatividad y el carácter antidemocrático del sistema.
Institución Libre de Enseñanza (ILE)
Escuela innovadora creada en 1876 por Francisco Giner de los Ríos, basada en el krausismo. Frente al sistema tradicional, la ILE defendía la libertad de pensamiento, la ética y el desarrollo completo de la persona, utilizando métodos activos (excursiones, debates). Tuvo una gran influencia en la educación y la cultura de la élite intelectual española.
Fueros
Privilegios y derechos históricos que otorgaban a ciertas regiones de España, especialmente el País Vasco y Navarra, una autonomía significativa en su gobernanza, leyes y costumbres. La defensa de estos derechos históricos (fuerismo) se convirtió en un elemento clave del nacionalismo vasco tras su abolición en 1876.
Regionalismo
Movimientos políticos y culturales que buscan promover y defender las identidades, lenguas y tradiciones de regiones específicas dentro de un país. En España, se manifestó en la defensa de la cultura tradicional de comunidades como Cataluña y el País Vasco, siendo el precursor de los nacionalismos periféricos.
Sindicalismo católico
Movimiento obrero surgido en el marco de la doctrina social de la Iglesia Católica (Rerum Novarum, 1891). Promovía la defensa de los derechos de los trabajadores, pero desde una perspectiva de cooperación con los patronos, oponiéndose a las ideologías socialistas y anarquistas.
Sociedades de Socorros Mutuos
Organizaciones formadas por trabajadores para ofrecerse apoyo mutuo en caso de enfermedad, desempleo o necesidad económica. Funcionaban como una forma de seguro social primitivo, fortaleciendo la solidaridad obrera antes de la existencia de sistemas de protección social formales.
Éxodo rural
Fenómeno de migración masiva de personas desde las zonas rurales hacia las ciudades. En el contexto de la Restauración, fue impulsado por la industrialización y la búsqueda de mejores oportunidades laborales, impactando significativamente en la urbanización y la configuración social de España.
Crisis de la Cochinilla
Crisis económica que afectó principalmente a las Islas Canarias durante el siglo XIX. Se debió a la caída de la demanda de cochinilla (un colorante natural) por la competencia de los colorantes sintéticos, generando tensiones sociales y económicas en las regiones dependientes de esta producción.