Literatura Barroca Española: Quevedo, Gracián y Calderón


Quevedo

Obra poética

Sus poesías, que aparecieron póstumas en el Parnaso español (1648) y Las tres últimas musas (1670), son, en gran parte, de orientación conceptista: ingenio expresivo, condensación del pensamiento, juego de ideas o conceptos, equívocos, antítesis, paradojas, paronomasias, neologismos, etc. Aunque muy amplia y variada, sus poemas pueden clasificarse en tres grandes grupos: filosófico-morales, amorosos y satírico-burlescos.

Tipos de poemas

  • De tema filosófico-moral: expresan el pesimismo del autor y de la época, así como su visión desengañada del mundo y de la vida: el paso del tiempo, la fugacidad y el escaso valor de las cosas terrenales; la inevitable llegada de la muerte, la brevedad de la vida. Son muy conocidos algunos sonetos: «Fue sueño ayer; mañana será tierra», “Miré los muros de la patria mía», «¡Ah de la vida!… ¿Nadie me responde?», «Vivir es caminar breve jornada».
  • De tema amoroso: Aunque misógino y misántropo, Quevedo escribió muchos y muy bellos poemas de amor, gran parte de ellos siguiendo la tradición petrarquista. Destacan los sonetos «Cerrar podrá mis ojos la postrera…», «Es hielo abrasador, es fuego helado» y los dedicados a Lisi (doña Luisa de la Cerda).
  • De tema satírico y burlesco: Es la faceta más conocida de Quevedo, hacia la que se sentía predispuesto por su carácter y por su capacidad para jugar con las palabras y las ideas. Son características de estos poemas la deformación y caricatura, la ironía, la hipérbole, el contraste y la comicidad. Son famosas las letrillas «Poderoso caballero es don Dinero» y «Sabed, vecinas», el soneto «Érase un hombre a una nariz pegado» y las sátiras dirigidas a sus enemigos literarios, especialmente a Góngora. En este apartado podría incluirse también la Epístola satírica y censoria contra las costumbres presentes de los castellanos, dirigida al conde-duque de Olivares.

Prosa narrativa

El género narrativo de mayor éxito es la novela picaresca, con las obras siguientes:

La novela picaresca

  • Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, publicada en 1599. Sigue el modelo iniciado con el Lazarillo, pero aporta algunos rasgos nuevos, como la intención moralizadora, una mayor amargura y pesimismo, una actitud más crítica y despiadada de la realidad y nuevas orientaciones retóricas en el uso del lenguaje.
  • La pícara Justina (1612), de Francisco López de Úbeda.
  • La hija de Celestina (1612), de Salas Barbadillo.
  • La vida del escudero Marcos de Obregón (1618), de Vicente Espinel.
  • El bachiller Trapaza (1637) y La garduña de Sevilla y anzuelo de bolsas (1647), de Castillo Solórzano.
  • Vida y hechos de Estebanillo González, hombre de buen humor, compuesta por él mismo (1646), autobiografía anónima.
  • El buscón (1626), de Quevedo.

La novela satírica y costumbrista

En la novela satírica y costumbrista cabe reseñar El diablo cojuelo (1641) de Luis Vélez de Guevara. En esta narración, el estudiante Cleofás libera del infierno al diablo encerrándolo en una botella y el diablo, en agradecimiento, le permite contemplar la vida social de Madrid destapando los tejados de las casas.

La novela filosófico-alegórica

La novela filosófico-alegórica está marcada por la figura de Baltasar Gracián y su obra más célebre, El Criticón, publicada en tres partes en 1651, 1653 y 1657. Es una novela filosófica construida sobre una leve trama: el peregrinaje de los dos protagonistas, Critilo (símbolo del hombre juicioso guiado por la razón) y Andrenio (símbolo del hombre natural guiado por el instinto) por diversas tierras de España, Francia, Alemania e Italia.

Critilo, desengañado y pesimista, impone al final su visión de las cosas al ingenuo Andrenio, engañado por las apariencias: la razón triunfa sobre el instinto, la inteligencia sobre la naturaleza. La novela se divide en tres partes que pretenden representar simbólicamente las cuatro edades del hombre: Primavera de la niñez y Estío de la juventud (1ª parte); Otoño de la varonil edad (2ª parte); Invierno de la vejez (3ª parte). Cada una de estas partes está dividida a su vez en capítulos o «crisis» (de donde proviene el título: Criticón = conjunto de crisis). Toda la novela no es sino la exposición del pensamiento radicalmente desengañado y pesimista de su autor sobre el mundo y el hombre. El estilo de Gracián representa la intensificación de los procedimientos conceptistas: frases breves y muy concentradas, juegos de palabras y conceptos, paradojas, antítesis, equívocos, elipsis.

Prosa no narrativa

La más importante es la prosa didáctico-moral destinada a propagar el pensamiento filosófico y moral de la época y representada sobre todo por Quevedo, que valoró el esfuerzo humano y el poder de la voluntad para alcanzar la virtud, la sabiduría, la prudencia y el dominio de uno mismo. Tanta o mayor trascendencia tuvo toda la obra de Baltasar Gracián, orientada a la formación humana y espiritual de un hombre superior y completo en todos los órdenes de la vida. Sus libros importantes en este aspecto son:

Prosa didáctico-moral

  • El héroe, tratado sobre las cualidades que distinguen al hombre perfecto de la multitud: prudencia, nobleza de corazón, moralidad intachable, etc.
  • El discreto, sobre las normas de conducta del hombre prudente en todas las circunstancias de la vida.
  • El político don Fernando el Católico, en el que presenta la figura del rey Católico como modelo de hombre de estado y gobernante.
  • Oráculo manual y arte de prudencia, colección de trescientas frases o aforismos con su correspondiente glosa que resumen las ideas básicas de su pensamiento sobre las cualidades del hombre completo: prudencia, cautela, discreción, ingenio, inteligencia, astucia, etc.

Prosa satírica

La prosa satírica estuvo representada por el espíritu crítico y burlón de Quevedo. Muestras de ello fueron sus obras festivas El siglo del cuerno o Cartas del caballero de la Tenaza y Los sueños.

Obras de carácter político

En las obras de carácter político, tratados que se refieren a aspectos de comportamiento público, administrativo o de gobierno, vuelven a destacar Quevedo y Gracián. Quevedo: Política de Dios, gobierno de Cristo y tiranía de Satanás presenta una imagen del príncipe cristiano, opuesta al príncipe renacentista de Maquiavelo. En Vida de Marco Bruto comentó aspectos políticos de España. Gracián: En El político don Fernando el Católico, propuso el ideal del hombre políticamente perfecto a través del análisis de la figura de este rey.

Prosa de crítica literaria

La prosa de crítica literaria también estuvo representada por estos autores. Quevedo ejerció la sátira contra el culteranismo en obras como La culta latiniparla o Aguja de navegar cultos. Por su parte, Gracián en Agudeza y arte de ingenio, escribió el más completo tratado retórico del estilo barroco con numerosos ejemplos tomados de diferentes autores (en realidad, un manual para que el perfecto escritor pueda triunfar en el arte literario). El estilo condensado y conceptista lo resume en estas dos frases: «Lo bueno, si breve, dos veces bueno» y «Más obran quintaesencias que fárragos».

Calderón de la Barca

El teatro de Calderón presenta algunas diferencias con respecto al de Lope de Vega, entre las que podrían destacarse las siguientes:

Diferencias con Lope de Vega

  • a) Tiende más a la reflexión intelectual y filosófica, por lo que sus personajes se convierten en símbolos de valores o de ideas.
  • b) La acción dramática y el lenguaje están más elaborados.
  • c) Presenta escasa variedad de escenas y anécdotas: la acción se concentra en el contraste de personajes o de ideas que se oponen; todos los elementos se subordinan a un tema central y a un personaje que destaca claramente del conjunto.
  • d) La escenografía es más complicada y brillante.

Obra teatral

Calderón escribió únicamente teatro. Hoy conocemos de él unas 120 comedias y 80 autos sacramentales, además de algunas obras menores, como loas y entremeses. Según los temas, su obra puede agruparse de la siguiente manera:

Tipos de obras

  • Dramas filosóficos: La vida es sueño.
  • Dramas de historia y leyenda española (o dramas trágicos): El alcalde de Zalamea.
  • Dramas de honor: El código del honor es llevado a sus extremos: la única forma de recuperar el honor conyugal perdido es la muerte de la esposa culpable: El médico de su honra, A secreto agravio, secreta venganza.
  • Dramas religiosos: El mágico prodigioso, La devoción de la Cruz.
  • Comedias de capa y espada: Intriga, ambiente costumbrista, acción complicada, casi siempre en torno al tema amoroso: La dama duende, Casa con dos puertas mala es de guardar.
  • Comedias mitológicas: Efectistas y espectaculares, con intervención de elementos mecánicos y musicales: Eco y Narciso, La hija del aire.
  • Autos sacramentales: Breves piezas en un acto, escritas en verso, con personajes alegóricos (el Pecado, la Religión, etc.), en las que se desarrolla un tema religioso relacionado con la Comunión. Sus autos más importantes son: El gran teatro del Mundo, La cena del rey Baltasar y La vida es sueño (distinto del drama filosófico del mismo título). El gran teatro del mundo tiene por tema «la vida como representación teatral: el Autor o Director de la compañía (Dios) asigna los papeles a los actores (los hombres) para una representación única (la vida); al final, cada actor recibirá el premio o castigo según haya sido su actuación en el papel asignado.»

Obras destacadas

Las dos grandes obras de Calderón son La vida es sueño y El alcalde de Zalamea.

La vida es sueño

Argumento: Basilio, rey de Polonia, tiene encerrado en una torre a su hijo, el príncipe Segismundo, para impedir que se cumpla la predicción de que iba a sublevarse contra él. Para comprobar si la predicción es cierta, Basilio ordena que le administren un narcótico y lleva a Segismundo a su palacio, haciéndole creer que es el rey. Segismundo, viéndose poderoso, se comporta con orgullo y crueldad. Su padre, convencido de que se han cumplido las predicciones, decide narcotizarle de nuevo y encerrarle otra vez en la torre. Al despertar, Segismundo no sabe si la experiencia del palacio ha sido un sueño o ha sido realidad. El pueblo, al enterarse de la existencia del príncipe, se subleva y le libera. Segismundo vence a su padre, pero la experiencia pasada le hace actuar con prudencia y generosidad.

Temas:

  • La vida como sueño o ilusión pasajera.
  • La libertad del hombre para elegir su destino (de este último es símbolo universal el protagonista de la obra, Segismundo).

El alcalde de Zalamea

Argumento: Las tropas del general don Lope de Figueroa llegan a Zalamea, pueblo de Extremadura. Un capitán se aloja en casa de Pedro Crespo, rico labrador del pueblo, e intenta seducir a su hija Isabel, a la que rapta y abandona en un monte. Pedro Crespo, que ha sido nombrado alcalde, detiene al capitán y le ruega que se case con su hija para reparar la deshonra. Al negarse, le manda ahorcar, a pesar de las protestas del general don Lope de Figueroa. Llega el rey al pueblo y, al enterarse de lo ocurrido, aprueba la decisión de Pedro Crespo y le nombra alcalde para siempre.

Temas:

  • La justicia igual para todos, sin distinción de privilegios.
  • El honor, patrimonio de todos, incluso de un villano como Pedro Crespo, y que debe ser defendido frente a cualquier ofensa.

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