Modelos de Estado de Bienestar
Modelo Residual
Atención a los individuos “desviados” o “dependientes”, solo ante situaciones relacionadas con la supervivencia. Intervención temporal y subsidiaria a la familia. Restricción del gasto social, supeditado al desarrollo económico. Estigmatización de los usuarios. Corresponde con el modelo anglosajón o liberal. El Reino Unido es considerado el representante europeo de este modelo. Los ciudadanos se ven obligados a acudir a la sanidad privada y a contratar planes de pensión porque las prestaciones del Estado no van más allá del nivel de ayuda social. La flexibilidad de su mercado de trabajo y el relativo bajo costo económico que le representa el Estado de Bienestar, permiten al Reino Unido adaptarse a situaciones estructurales diversas sin necesidad de llevar a cabo reformas profundas.
Modelo Desarrollista
El bienestar social está considerado una función propia y legítima de la sociedad moderna. Busca la autorrealización de los individuos. Considera que hay obstáculos al desarrollo personal generados socialmente. Planifica el cambio social y la provisión de recursos. Es un modelo basado en el consenso social, con mecanismos de redistribución a partir de un fuerte sistema de tributación fiscal. Se corresponde con el modelo escandinavo o socialdemócrata. Es el que ha conseguido más altas cuotas de empleo y de reforzamiento en las políticas de igualdad. En los países escandinavos, los colectivos vulnerables están reforzados por un sistema social “generoso”. El objetivo es conseguir la máxima calidad de vida. Además de las contribuciones económicas para sostenerlo, también existe una densa red de servicios sociales de carácter universal. La tasa de paro es relativamente baja, y el nivel impositivo de los ciudadanos es alto.
Modelo del Logro Personal y Laboral
El pleno empleo y la seguridad social ligada a este. Los derechos subjetivos se adquieren a partir de las cotizaciones: enfermedad, vejez, discapacidad. Se corresponde con el modelo continental o conservador. Alemania, Francia e Italia son considerados como los representantes de este modelo. Este modelo se situaría entre el generoso modelo escandinavo y el anglosajón. Su objetivo es que el trabajo remunerado cubra las necesidades de los individuos. Las prestaciones sociales recibidas están estrechamente ligadas a la contribución que cada uno hace durante los periodos de actividad laboral. Los sistemas de protección social se financian gracias a las cotizaciones individuales. Los principales problemas para las sociedades que basan su EB en este modelo conservador se dan en épocas de desempleo estructural.
El Estado de Bienestar: Concepto y Fundamentos
El estado de bienestar tiene límites definidos en el tiempo (desde la Segunda Guerra Mundial hasta principios de los años 80) y en el espacio (los países desarrollados de la Europa Occidental, excepto España, Portugal, Grecia y Suiza). España ha realizado una inversión inferior a la que realmente debería, y por tanto no consigue llegar a una calidad de vida como la de otros estados de la UE. La inversión española queda en los últimos puestos europeos; el Estado español no ha invertido lo suficiente en los pilares necesarios para la creación de un estado de bienestar.
Antecedentes del Estado de Bienestar
Los antecedentes del estado de bienestar son la caridad de las organizaciones eclesiásticas, la ayuda mutua de los gremios y otras organizaciones comunales, la beneficencia privada (la filantropía) y la beneficencia pública.
Sistemas de Protección Social
El estado de bienestar es una forma concreta e histórica de intervención económica en los diferentes sistemas de protección social: sistema de salud, de dependencia, servicios sociales, seguridad social, judicial, laboral, de vivienda y educativo.
Valores y Pilares Fundamentales
El estado de bienestar provee bienes y servicios sociales, consta de una normativa para repartirlos, un sistema impositivo para la renta, y los valores a los que se acoge son la igualdad de oportunidades, la garantía mínima de oportunidades y el rechazo a la desigualdad.
Los pilares básicos para conseguir un óptimo estado de bienestar son la protección social, educación, protección sanitaria y mundo laboral. Hay que tener en cuenta que por medio de la protección social se consiguen ayudas, prestaciones, etc., que son esenciales en situaciones de necesidad que surgen en individuos o grupos y, por tanto, es una inversión valiosa para conseguir calidad de vida que da lugar al estado de bienestar. En estos pilares, la sanidad también participa en la protección integral de la salud y, por tanto, se consigue una protección esencial para la calidad de vida. La educación es un pilar necesario para disminuir las posibilidades de crear sectores marginales, ya que sin unos buenos resultados escolares es muy probable que no haya muchas posibilidades de encontrar un buen trabajo, lo cual conllevará problemas económicos a los individuos, dando lugar a la pérdida de buenas ofertas en el mercado laboral. Tanto el tema económico como laboral también participan de manera activa en la calidad de vida; sin la obtención de estos factores no podemos hablar de encontrarnos en un estado de bienestar. Por tanto, un mercado laboral de baja calidad y de pocas ofertas provoca malestar entre la población.