Sensaciones algesicas


1) El aporte de las neurociencias al problema del conocimiento:


el término de neurociencia es aquel que se aplica a la ciencia que se dedica al estudio, observación y análisis del sistema nervioso central del ser humano. Mientras que el concepto de neurobiología a veces suele ser utilizado como equivalente, la verdad es que la neurociencia es la ciencia o el sistema estructurado de investigación y análisis sistematizado del sistema nervioso.

La neurociencia es un fenómeno que se inscribe fundamentalmente en el siglo XX. Representa una amalgama de disciplinas, algunas aproximaciones han tratado de relacionar los cambios moleculares y celulares con la génesis de los procesos cognitivos.

Según Mora y Sanguinetti la neurociencia es la ciencia que estudia el desarrollo, estructura, función, farmacología y patología del sistema nervioso
Durante la ultima parte de este milenio, el estudio del cerebro se traslado desde una posición periférica dentro de las ciencias biológicas y psicológicas hasta convertirse en este campo interdisciplinario denominado neurociencia que ahora ocupa una posición central en cada una de dichas disciplinas.

El cerebro se incorporo en un marco general de conocimiento que contaba, pro un lado, con los avances de la biología celular y molecular y, por otro, con el surgimiento de la psicología como disciplina científica. El alcance de neurociencia fue capaz de abarcar desde el estudio de los genes y de las moléculas hasta la cognición y la propia mente del individuo.

Visión del cerebro en el siglo XIX:


toda la tradición científica acaecida en el siglo XIX se decanto hacia tres premisas vertebrales:

El cerebro se comunica con el cuerpo a través de los nervios y mediante la electricidad.

Las lesiones del sistema nervioso pueden afectar a las sensaciones, el movimiento e incluso al propio pensamiento.

El cerebro tiene distintas partes identificables que probablemente podrían llevar a cabo diferentes funciones: la percepción, la emoción y el lenguaje se podrían localizar. El lenguaje de la neurociencia del siglo XIX esta basado principalmente en la electrofisiología y neuroanatomía.

El lenguaje estructural y electrofisiología:


entre la biología y el estudio del sistema nervioso existía una gran barrera teórica, dado que, el lenguaje con el que se estaba escribiendo la neurociencia del momento se versaba fundamentalmente en la neuroanatomía y en la electrofisiología, y el lenguaje utilizado por la biología se basaba en la bioquímica. Durante las cinco ultimas décadas, esta barrera se ha ido solventado, estableciendo poco a poco una neurociencia celular y molecular. Esta instauración se ha basado en la doctrina neuronal y en el surgimiento de la hipótesis iónica.

El conocimiento humano desde sus bases biológicas:


cuando nos rodea lo físico como la materia es capaz de impresionar nuestro ser psíquico a través de los sentidos, y determinar una vivencia que constituye la conciencia del objeto.
Nos referimos a un conocimiento que existe fuera de nosotros. También existen objetos pertenecientes a nuestro propio mundo psicológico que pueden ser reconocidos como objetos.

Al hablar de conciencia de objeto, nos referimos al conocimiento que adquirimos de cuanto nos rodea y que es capaz de impresionar nuestros sentidos, que son los dispositivos que nos unen al mundo exterior. Sin los sentidos el hombre quedaría totalmente aislado y carecería de medios para conocer el mundo.

Para llegar a un concepto pleno de conciencia objetiva, es necesario estudiar la percepción y la representación así como la sensación e incluso las estructuras anatomo-físicas participantes.

El hombre estado dotado de una trama de mecanismos que le proporcionan noticias del ambiente que le rodea como de la intimidad de su propio cuerpo. Por medio de su sistema nervioso y sus órganos periféricos puede orientarse a si mismo en el espacio y en si mismo, a través de las impresiones. Estas parten del estimulo originado a nivel de los receptores periféricos, y produce a través de los nervios, las sensaciones correspondientes al llegar a los centros encefálicos. Las sensaciones se dividen en sensibles y sensoriales. Las primeras se refieren a la sensibilidad muscular, visceral, mucosa y cutánea. Las segundas aluden a los órganos específicamente sensibles a determinados estímulos (gusto, olfato, odio y vista).

La sensación puede ser definida como un fenómeno psíquico físico elemental por el que el sujeto tiene conciencia de la impresión producida sobre las estructuras sensitivas de su sistema nervioso.

Para que haya una sensación es necesario que se de un estímulo de intensidad suficiente que excite al sistema nervioso central y que se produzca una respuesta del psiquismo ante esa excitación. De esta manera nuestro YO convierte en psicológico el hecho fisiológico originado por el excitante. Así muchas impresiones sensitivas o sensoriales no alcanzan la categoría de sensaciones, ya sea porque en ellas no interviene el proceso consciente o cuando el estimulo no es adecuado al órgano nervioso impresionado.

Ciertos estudios neurofisiológicos sobre las relaciones entre la intensidad del estimulo y la sensación, han encontrado que las fibras sensitivas se rigen en su funcionamiento por la luz del todo o nada que expresa que un receptor sensitivo solo será impresionado por un estimulo en caso de que su intensidad alcance el umbral necesario, si esto sucede la excitación se transmite y cuando queda agotada la energía de las fibras sensitivas sobreviene un periodo de descanso denominado periodo refractario, una vez pasado se regenera.

Los órganos sensitivos y sensoriales deberían reaccionar siempre al máximo, originando un grado de sensación uniforme.

Los fisiólogos admiten que cuando mayor es la energía del excitante sensorial, mayor es el número de receptores estimulados y por lo tanto más numerosas las fibras, haciendo mas intensa la sensación.

Otra ley importante es la del umbral absoluto, por la que sabemos que nuestros sentidos no son capaces de impresionarse por ondas especificas de una cierta frecuencia. La percepción es un proceso psíquico consciente, del cual reconocemos un objeto que, por alguna de sus cualidades, produjo en nosotros sensaciones. Nuestro psiquismo utiliza la sensación para estructurar intelectualmente y formar de ella una percepción.

La percepción es un fenómeno plenamente consciente, diferenciado, interpretativo, intelectual y mucho más complejo ya que, es puramente intelectivo y casi nunca es suficiente una sola sensación para integrar procedentes de diversas esferas sensitivas.

Mediante la percepción completamos la conciencia de objeto, su identificación; para ello, son indispensables los fenómenos más elementales constituidos por la sensación. Igualmente, para llegar a la conciencia de objeto es necesario un conocimiento previo de dicho objeto.

Durante los primeros meses de la vida humana, el mundo cognoscitivo esta reducido a meras sensaciones. Cuando la experiencia va relacionando dichas sensaciones, se van almacenando un cúmulo de experiencias que le permiten identificar, a expensas de sensaciones diversas, los objetos que lo rodean. Por este motivo se puede comprender porque no es necesario percibir todas las sensaciones para identificar un objeto.

2) Nuestra percepción también puede ser modificada por aquello que conocemos de antemano, por nuestras experiencias.

Nuestra percepción posee una gran capacidad de síntesis. Esta capacidad de síntesis se logra solo cuando nuestra mente alcanza un cierto nivel madurativo y evolutivo. Los neurofisiólogos denominan gnosis a este proceso de identificación de los objetos de acuerdo con las sensaciones recibidas de estos en la corteza cerebral. La capacidad gnótica aumenta con la experiencia.

Cada tipo de sensación tiene asignada un área específica de proyección en el cortex cerebral que permite la función gnótica, y entre las distintas áreas se establecen vías asociativas con su representación cortical, que permite la identificación de objetos completos.

3) La percepción no se trata solo de una suma de sensaciones sino que el mundo de las percepciones es distinto cuantitativa y cualitativamente para cada individuo.

La percepción tiene por un parte menor sensaciones de las que nos da el objeto, pero encierra muchos elementos que no proceden del objeto, sino del sujeto. Esta debe ir siempre unida al juicio de realidad.

La representación, llamada también imagen, puede estar presente junto con la percepción o cuando el objeto que la generó ya no se encuentra presente. Para formarla debemos usar como base estructural las percepciones disociadas en sus elementos sensitivos y vueltas a asociar. Las imágenes y las representaciones no son simples reproducciones de la percepción. La imagen no es una copia fuel de la realidad, es decir, de un lado es mas laxa e imprecisa, y de otro, mas exacta e intelectiva.

La representación puede haber tenido su origen en un hecho real que es traído desde el pasado a la conciencia, o puede ser producto de la fantasía, asi como una mezcla de ambos.

La mecánica de nuestro pensamiento esta siempre llena de imágenes.

El filosofo empírico Locke creo la famosa frase de que “nada hay en el intelecto que no haya estado antes en los sentidos”.

4) El mundo físico es el mundo real, y el metafísico es el mundo inmaterial; ambos están en constante interrelación. El mundo metafísico actúa sobre el mundo físico cuando el hombre no solo percibe biológicamente los diversos estímulos del mundo que lo rodea, sino que es capaz de comprendernos, de poseer su esencia.

Cuando decimos auto nos imaginamos un vehículo de cuatro ruedas, pero lo que nos permite reconocerlo como tal es su esencia. De esta forma ambos mundos se relacionan.

5)

Conocer:

la verosidad/verosimilitud depende de una referencia extrínseca. Existen modos no sapienciales de conocimiento: experiencia, opinión fe. No implican conocimiento cierto, evidente en virtud de principios.

Experiencia:


tanto el ser humano como también muchos animales pueden obtener esta forma de conocimiento llamada experiencia a lo largo de sus vidas.

El concepto de experiencia generalmente se refiere al conocimiento procedimental (como hacer algo)(, en lugar del conocimiento factual (que son las cosas). Los filósofos tratan al conocimiento basado en la experiencia como conocimiento empírico o un conocimiento a posteriori. La experiencia contribuye sensiblemente a la sabiduría.

Opinión:


una opinión es una idea que las personas generan al percibir un objeto, fenómeno o acción material, la cual es única en cada individuo, pero no para quedarse en un plano mental, sino que por lo general tiene la finalidad de transmitirse para producir un cambio en algo o alguien con respecto al tema tratado o bien percibido.

Fe:


la palabra fe permite nombrar al conjunto de creencia de alguien o de un grupo. También hace referencia a la confianza o al buen concepto que se tiene de algo o alguien. La fe, por otra parte, es la aseveración de que algo es cierto o el documento que verifica la verocidad de algo. La razón, la moral y las emociones son los factores que intervienen. Conocer es solo tener la idea de que el concepto existe, saber es tener el dominio del tema.

El conocimiento de los rasgos de una persona para que se transformen en saber se le debería hacer un test a la persona por ejemplo.

Saber:


agrega al concepto de conocer la nota de perfección. Conocimiento verdadero, cierto, evidente en virtud de principios: modos:

Técnica: lo fabricable.

Prudencia: regulación de la acción humana.

Ciencia: lo universal y necesario que constituye la realidad (esencia de las cosas, propiedades, relaciones cansables).

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