El resultado de este proceso es que, al internalizar una filosofía que postula el individualismo radical como experiencia de libertad, nos encontramos cada vez con menos capacidad para elegir y actuar. Cada persona, aisladamente considerada, tiene muy poca capacidad de actuación ante las fuerzas del mercado y ante grupos organizados que presionan para orientar la economía y la evolución social en una determinada dirección.
En este contexto, cualquier modelo de Trabajo Social Comunitario debe tener en cuenta, en primer lugar, los conocimientos, habilidades y actitudes requeridos para poder ejercer la actividad profesional. En segundo lugar, expondremos las características propias de un modelo de Trabajo Social Comunitario en el siglo XXI.
Desafíos del Trabajador Social Comunitario en el Siglo XXI
Para poder alcanzar los objetivos propuestos, el trabajador social debe estar formado y, a su vez, formar a los participantes, generando equipos de trabajo que interioricen un conjunto de buenas prácticas vinculado a la igualdad, dignidad y derechos de todas las personas, independientemente de su condición y origen.
En este sentido, tiene que adquirir un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que le permitan dinamizar la comunidad y afrontar correctamente el desarrollo de su actividad profesional:
Conocimientos Esenciales para el Trabajador Social Comunitario
- Conocer el substrato ético de la interacción social y la vida en comunidad.
- Conocer la historia del Trabajo Social, analizando su evolución teórica, las técnicas específicas que se han desarrollado y los resultados obtenidos.
- Conocer la dinámica de grupos y la dinámica comunitaria, analizando los principales modelos teóricos y las técnicas de organización, comunicación y evaluación más adecuadas.
- Conocer el entorno en que va a desarrollar su actividad, diagnosticando, planificando y evaluando cada fase del proyecto.
- Conocer el entorno institucional en que se desenvuelven las personas que constituyen la comunidad potencial objeto de intervención.
Habilidades Clave para el Trabajador Social Comunitario
- Desarrollar las habilidades necesarias para desempeñar diversos papeles dentro de la comunidad.
- Desarrollar las habilidades relacionadas con un enfoque científico de su actividad.
- Desarrollar la capacidad de evaluar los requisitos necesarios para generar, mantener y orientar el esfuerzo colectivo de la comunidad.
- Desarrollar una flexibilidad suficiente para poder organizar la dinámica comunitaria partiendo de las características concretas de la población.
- Trabajar con eficacia en entornos muy diferentes de su estilo de vida personal y de su cultura de procedencia.
- Afrontar adecuadamente la dinámica de poder que siempre está inscrita en cualquier grupo.
Actitudes Fundamentales para el Trabajador Social Comunitario
- Valorar positivamente la progresiva organización de la comunidad y los avances que se generan.
- Clarificar y favorecer la extensión de valores de autodeterminación, fortalecimiento y cooperación altruista.
- Distinguir con claridad los valores, las normas y las actitudes de personas, grupos y comunidades que proceden de diferentes entornos y tradiciones culturales.
- Analizar con objetividad sus limitaciones personales y las del equipo multidisciplinar en el que se integra.
Principios para un Modelo de Trabajo Social Comunitario
Podemos diferenciar algunos principios que guían la actividad de los trabajadores sociales comunitarios, agrupándolos en tres ámbitos:
Principios en el Ámbito del Diagnóstico
- Metodología científica: Llevar a cabo una observación rigurosa basada en el método científico, diseñando con especial atención los cuestionarios, las entrevistas, la observación en sus diversas modalidades o los grupos de discusión.
- Participación de la comunidad: Se trata de convertir el diagnóstico en un autodiagnóstico, de forma que la comunidad se implica en el estudio de su problemática y, por lo tanto, puede convertirse en un actor privilegiado para cambiarla.
- Realismo institucional: El poder formal de las instituciones, al igual que los mecanismos de poder informal operativos en el entorno, deben ser correctamente considerados para poder planificar metas alcanzables.
- Objetivos adecuados al potencial de la comunidad: Se trata de diseñar de forma realista las actividades que permitirán alcanzar determinadas metas, de tal forma que no se propongan logros imposibles de alcanzar.