Introducción a la Pirámide de Población
La pirámide de población es un gráfico que muestra la estructura demográfica por sexo y edad en un momento dado. Además, refleja en su perfil los sucesos que han tenido repercusiones demográficas en los últimos años.
El Régimen Demográfico Antiguo: Hasta Principios del Siglo XX
La natalidad presentaba valores elevados a principios del siglo XX, aunque experimentó un descenso a partir del último tercio del siglo XIX. La alta natalidad se debía al predominio de una economía y una sociedad rurales. Tampoco existían sistemas eficaces de control de natalidad. La natalidad podía hundirse en momentos de hambre y guerra. La mortalidad general era alta y oscilante, aunque desde la década de 1870 experimentó también un ligero descenso. Sus causas eran el bajo nivel de vida y las precarias condiciones médicas y sanitarias. La dieta alimenticia era escasa y desequilibrada. Como consecuencia, la mayoría de la población estaba malnutrida.
Las enfermedades infecciosas transmitidas a través del aire o del agua, el atraso de la medicina, el desconocimiento de las vías de transmisión de enfermedades y la falta de higiene privada y pública, eran también otra serie de causas. Había momentos de mortalidad catastrófica, causada por epidemias, guerras y malas cosechas, que provocaron la subida del precio del grano, el hambre y la muerte. La esperanza de vida era de unos 40-50 años. Como resultado de las altas tasas de natalidad y de mortalidad, el crecimiento natural era bajo debido a las crisis de sobremortalidad.
La Transición Demográfica: 1900-1975
Esta etapa se caracteriza por una disminución de la natalidad, un brusco descenso de la mortalidad y, en consecuencia, un elevado crecimiento natural. Al principio se mantuvo la alta natalidad, debido a la mejoría en las condiciones económicas y sanitarias. La natalidad se mantuvo alta durante la dictadura franquista por la política pronatalista (que daba premios a las familias numerosas), la prohibición del uso de anticonceptivos y el fin del bloqueo internacional que produjo una recuperación de la economía española, originando el Baby Boom entre los años 1955 y 1965, aunque la emigración de los años 60 supuso una contención importante. La natalidad descendió de forma suave y discontinua en relación con los acontecimientos históricos que se desarrollaron. Los principales descensos de la natalidad coincidieron con estos momentos:
- La crisis económica de 1929 y la inestabilidad política de la Segunda República.
- La Guerra Civil y la posguerra.
- Los años finales del desarrollismo.
La mortalidad general descendió notablemente y de forma constante durante la transición demográfica. La causa fue la reducción de la incidencia de las principales enfermedades, gracias a los avances médicos y sanitarios (vacunas como las de viruela y difteria, antibióticos), la elevación del nivel de vida con la mejora de la dieta desde 1960, mejoras en el nivel educativo y cultural, y el aumento de la higiene pública y privada. Especialmente importante fue el descenso de la mortalidad infantil por la aparición de clínicas para los partos. La esperanza de vida subió a los 65 años. Episodios de mortalidad catastrófica fueron la guerra en el norte de África, la gripe de 1918 y la Guerra Civil (1936-1939), causados por hambre, guerras y epidemias. Como consecuencia, el crecimiento natural de la etapa de la transición fue alto; la mortalidad descendió y la natalidad pasó por dos máximos separados por la Guerra Civil. Desde 1970, el crecimiento se recortó porque la mortalidad decreció suavemente, mientras que la natalidad disminuyó deprisa.
El Régimen Demográfico Actual: A Partir de 1975
Se caracteriza por bajas tasas de natalidad y de mortalidad y, por tanto, un escaso crecimiento natural. El hundimiento de la natalidad se inició en 1975, siendo más tardío y brusco que en el resto de los países de Europa occidental. La tasa actual de natalidad es muy baja, reflejando un comportamiento maltusiano, cuyas causas han sido la situación económica desde 1975, el cambio de mentalidad en la sociedad española a partir de la transición a la democracia y la elevación del nivel de vida, educativo y cultural:
- La situación económica, tras la crisis, redujo los nacimientos en las parejas ya existentes y retrasó la edad del matrimonio debido a la dificultad para encontrar trabajo. La precarización laboral y el alto precio de compra y alquiler de viviendas impidieron la emancipación juvenil.
- El cambio de mentalidad se dio a partir de 1975 con la disminución de la influencia religiosa, la despenalización y difusión de los anticonceptivos, la legalización del aborto, el nuevo papel social de las mujeres, la preponderancia de las relaciones de pareja sobre las reproductoras y de cuidado de los hijos, y el desarrollo de formas familiares distintas al matrimonio.
- El aumento del nivel de vida ha supuesto un progreso en la protección social y en el nivel cultural. La aspiración a mejoras materiales compite con los gastos y la dedicación que requieren los hijos.
La mortalidad se mantiene en cifras bajas. Las causas de la mortalidad general han cambiado. En los últimos años está aumentando debido al envejecimiento de la población. Las causas de la mortalidad actual son las «tres C» (Cáncer, Enfermedades Cardíacas y Accidentes de Carretera), el SIDA y el Alzheimer. Hoy la mortalidad infantil es muy baja. La esperanza de vida es cada vez más alta: hombres: 78 años; mujeres: 81 años. Las próximas generaciones serán centenarias.
El crecimiento natural actual es muy pequeño como consecuencia de las bajas tasas de natalidad y mortalidad.
Como conclusión, cabe decir que en la actualidad, debido al envejecimiento de la población y a la pandemia, el crecimiento natural está siendo muy bajo, cero o incluso negativo. Esto conlleva una alta tasa de dependencia y un alto gasto social para sanidad y pensiones.