Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864 – Salamanca, 1936)
Unamuno utilizó la novela para expresar sus preocupaciones existenciales y filosóficas. En su deseo de renovar la novela, le dio el nombre de nivola y pretendía reducir al máximo el ambiente en el que suceden los hechos y simplificar la acción externa, centrándose en la interioridad del personaje y sus problemas íntimos.
Novelas Destacadas (Nivolas)
- Paz en la guerra: donde narra su vida en Bilbao durante la invasión carlista de 1874.
- Amor y pedagogía: La razón y la ciencia fracasan a la hora de educar a un hijo.
- Niebla: sobre los problemas existenciales y de identidad de su protagonista.
- La tía Tula: en torno al tema de la maternidad.
- San Manuel Bueno, mártir (1931): historia de un sacerdote atormentado por su falta de fe en la vida eterna, situación que él oculta para no alterar la conciencia de sus feligreses, que viven en paz gracias a él. En la novela aparecen los temas unamunianos de siempre: la identidad personal, el sentimiento trágico de la vida, el destino del hombre y la inmortalidad…
Poesía
En su obra poética, más preocupada por la fuerza de las ideas y los sentimientos que por las formas, aparecen los mismos temas de su prosa: el sentimiento religioso, los conflictos existenciales, España, la interpretación del paisaje, las experiencias cotidianas y familiares. Obras destacadas: El Cristo de Velázquez, Rimas de dentro, Romancero del destierro…
Teatro
En sus obras teatrales, vuelve a plantear sus inquietudes. La acción externa es escasa y las acotaciones también. Todo se supedita al conflicto interior vivido por el protagonista. Es un teatro más intelectual que de acción dramática: La esfinge, Soledad…
Pío Baroja (San Sebastián, 1872 – Madrid, 1956)
Llegó a ser médico, pero abandonó la profesión por la literatura y el periodismo. Es el novelista más importante de su generación por sus dotes de narrador y su creación de novelas de acción amplia y rica en personajes, de ambiente y problemática urbanos. Consagrado como escritor de éxito, su vida transcurrió entre Madrid y su País Vasco.
Los rasgos más destacados de su personalidad son su visión pesimista de la vida y el mundo, su actitud individualista y solitaria y su carácter independiente.
Baroja, autor de más de sesenta novelas, las estructura en torno a un personaje central, inconformista o aventurero, que viaja constantemente de un lugar a otro. A su lado, multitud de personajes secundarios que matizan su personalidad.
Por otra parte, su estilo claro y sencillo, de frases cortas y párrafos breves, contribuye, junto con la abundancia de los diálogos, a crear la sensación de vida y naturalidad que transmiten sus novelas, muchas de ellas clasificadas en trilogías:
Trilogías Notables
- La lucha por la vida, formada por La busca, Mala hierba y Aurora roja.
- Tierra vasca, formada por La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz y Zalacaín el aventurero.
- La raza: La dama errante, La ciudad de la niebla y El árbol de la ciencia. Esta última, escrita en 1911, tiene como protagonista a Andrés Hurtado, que busca un sentido para su vida, centrándose el autor en los temas de la Generación del 98 como el conflicto existencial y el tema de España.
También escribió cuentos y otros títulos como Camino de perfección, Las inquietudes de Shanti Andía y la serie Memorias de un hombre de acción (22 novelas).
Azorín (José Martínez Ruiz) (Monóvar, Alicante 1873 – Madrid 1967)
José Martínez Ruiz, conocido como Azorín, inició su labor literaria como periodista y participó activamente en actos de protesta social y política. De ideas anarquistas en su juventud, adoptó al final ideas más conservadoras.
Obra
Los rasgos más destacados de su producción, en especial de sus novelas y ensayos, son el estilo, sencillo y claro, inconfundible por el uso de frases cortas; el vocabulario, exacto y preciso; la capacidad para describir y evocar nostálgicamente impresiones, sensaciones y paisajes; y su habilidad para percibir el detalle de las pequeñas cosas cotidianas.
Ensayos
En sus ensayos describió los paisajes y las gentes de España, particularmente de Castilla, con evocaciones del pasado. Destacan: Los pueblos, Castilla, La ruta de Don Quijote. Escribió también críticas literarias: Clásicos y modernos o Lecturas españolas.
Novelas
En sus novelas, el argumento y la acción tienen escaso interés; son, más bien, fragmentos de vida y descripciones de personajes y ambientes que sustituyen a la intriga. Destacan: La voluntad, Antonio Azorín, Don Juan o Doña Inés.
Escribió también teatro, pero el éxito no le acompañó.
Antonio Machado (Sevilla 1875 – Colliure, Francia 1939)
Nació en el seno de una familia burguesa liberal y a los 8 años se trasladó a Madrid, donde estudió en la Institución Libre de Enseñanza (aunque no obtuvo el bachillerato hasta 1900). Trabajó como traductor en París y allí conoció a Rubén Darío. En 1907 se trasladó a Soria para dar clase de francés en un instituto. Allí conoció y se casó con Leonor Izquierdo (de 16 años), pero su muerte en 1912 le causó una gran conmoción y se trasladó a Baeza (Jaén), Segovia y Madrid para seguir dando clases. Guiomar fue el nombre en los versos de su último amor, Pilar Valderrama. Partidario de la República, huyó a Francia poco antes de terminar la Guerra Civil y allí murió en 1939.
La Poesía
Su poesía es de un hondo lirismo y se pueden distinguir en ella varias etapas:
Etapa de influjo modernista:
Soledades (1903), su primer libro. Se plasma el Modernismo intimista e interior y el simbolismo. Predominan los temas de sentimientos personales: la melancolía, la nostalgia, el paso del tiempo, la muerte, los recuerdos, evocaciones del pasado, angustia, soledad… También abundan los símbolos: la fuente y el agua, el camino, la tarde, el huerto en sombra, la noria…
Etapa posmodernista:
Soledades, galerías y otros poemas (1907), es una ampliación y refundición del primero, pero en sus dos últimas partes aparece ya el poeta del paisaje castellano.
Etapa noventayochista:
Campos de Castilla (1912) revela el espíritu de la Generación del 98, su obra más lograda. Los temas fundamentales son la descripción del campo soriano y castellano –austero, árido y gris– y las reflexiones críticas y dolorosas sobre la decadencia de España.