Características Clave de la Intervención en Educación Social y su Didáctica


Características de la Intervención en Educación Social

1. Diversidad de los ámbitos de intervención y la dificultad para delimitar el campo

La educación social se puede desarrollar en una variedad de campos, diversidad de ámbitos, pluralidad de instituciones, programas y proyectos. Este rasgo de la educación social nos permite conocer las características del ámbito en el que intervenir de un modo profesional, llevándonos a plantear alternativas eficaces a la hora de formarnos como educadores sociales.

2. Educación no formal, distinta a la escolar

Presenta algunas características diferentes:

  • No existe la obligación de asistencia, a diferencia de las instituciones escolares.
  • El educando no es consciente de encontrarse en un proceso de aprendizaje, aunque sí lo es de su crecimiento personal y su formación.
  • La educación social requiere procedimientos distintos a los que se utilizan en la escuela.
  • En la educación social y escolar, a menudo se dirige la educación a aquellas personas que han fracasado o que se han quedado fuera. El fracaso escolar incluye una serie de tensiones en la interacción educativa, provocando rechazo y afectando al proceso de aprendizaje.

3. Las personas destinatarias en la diversidad de situaciones problemáticas

La educación social puede dirigirse a niños/as, jóvenes, pero también a personas adultas, encontrándose en situaciones problemáticas que hacen necesaria la intervención. Incluso la intervención se dirige a colectivos en los que se han detectado situaciones de riesgo social.

4. Papel relevante de la instrucción, enseñanza-aprendizaje de habilidades, actitudes y valores

En la educación social, el aprendizaje conceptual ocupa un lugar menos relevante que el del aprendizaje procedimental o incluso el aprendizaje de habilidades, actitudes y valores. Otra peculiaridad de la educación social, a diferencia de la educación escolar, es que prioriza los aprendizajes relacionándolos con la vida cotidiana, como pueden ser las relaciones sociales, ayudando a mejorar la calidad de vida y la participación social. Por lo que se entiende que la educación social es un proceso que, por medio de la conducción del aprendizaje, nos permite una independencia y una autonomía personales.

5. Relación de los educadores/as con otros profesionales y con el voluntariado

La intervención educativa en el ámbito social plantea la necesidad de implantar procesos de intercambio de información, comunicación y coordinación entre profesionales de la educación social y otros profesionales de la acción social. El trabajo social desempeña un papel relevante junto a la figura del voluntariado, ya que muchas instituciones son gestionadas por personas voluntarias que dedican parte de su tiempo a ello. El fenómeno del voluntariado es uno de los más gratificantes en nuestra sociedad hoy en día.

6. Escasa formulación de planteamientos didácticos

En algunos ámbitos de intervención de la educación social existe poca formulación de planteamientos didácticos. El papel de la didáctica en la educación social también pasa por la formalización, ayudando a clarificar las justificaciones de las decisiones y a facilitar los resultados.

Una Didáctica Específica para el Educador/a Social

En la formación de la educación social, la didáctica ocupa un lugar muy importante. Estudios y planteamientos didácticos reflejan publicaciones sobre educación social y pedagogía. Muchas de las aportaciones didácticas son fundamentales para la intervención intencional en procesos de enseñanza-aprendizaje, como también lo son para la intervención de enseñanza que desarrolla un educador/a social. Por tanto, se requiere construir una didáctica, no escolar, sino una didáctica de la educación social para todos los ámbitos de intervención en los que actúa el educador/a social. Pero para ello es importante dotar a la educación social de orientaciones que le permitan llevar procesos de enseñanza y aprendizaje de gran calidad.

Los Procesos de Enseñanza

La enseñanza es la acción que se desarrolla con la intención de conducir a una persona hacia el aprendizaje. Por tanto, la acción, la intención y el aprendizaje son tres términos importantes, como pueden ser entrenamiento, condicionamiento y adoctrinamiento.

1. El carácter de la enseñanza-aprendizaje

La enseñanza adquiere su sentido en su vinculación al aprendizaje, convirtiéndose en un proceso interactivo entre profesor y alumnado. Los procesos de enseñanza-aprendizaje se viven y se crean dentro y fuera del aula (ámbito de intervención), pues son un sistema de comunicación que se produce en un marco institucional y en el que se generan estrategias para provocar el aprendizaje. Considerar la enseñanza como un proceso de comunicación enfatiza el papel del lenguaje como instrumento esencial para intercambios simbólicos.

2. La enseñanza como actividad deliberada e intencional

Es una actividad cuyo objetivo es inducir al aprendizaje, aunque en el peor de los casos este no se produzca. La enseñanza como actividad intencional ofrece apoyo a las investigaciones que estudian el pensamiento del profesor. La actuación de los profesores está basada en el sistema de creencias. Estamos ante un nuevo paradigma en el que se prima la conciencia sobre la conducta, los valores subjetivos sobre los objetivos, donde la reflexión ocupa un lugar muy importante.

3. La enseñanza como actividad normativa y el compromiso moral que implica

La enseñanza como actividad normativa implica que las actividades docentes se adapten a ciertas condiciones éticas, descartando aquellas acciones no didácticas. La Didáctica explica y comprende la desventaja que existe en el aula, entre el profesor y el alumno, y entre la experiencia del alumno, quedando en una gran desigualdad. Por lo tanto, la propuesta moral de la educación es con la sociedad, cambiando individual y colectivamente.

4. La enseñanza como práctica social y no solo como actividad individual

Aunque la enseñanza actúa sobre el desarrollo de los individuos y de sus procesos cognitivos, las prácticas educativas no son hechos en los que se involucran el profesorado y el alumnado en actividades solitarias e individuales. Considerar la enseñanza como una actividad social tiene, al menos, dos consecuencias importantes:

  • En primer lugar, la didáctica debe desarrollar una función reflexiva acerca de la función social de la escuela y de la enseñanza, considerando la enseñanza como una práctica social, afirmando que es una práctica guiada por acciones políticas, culturales, económicas basadas en las formas de convivencia vigente y materiales.
  • En segundo lugar, la enseñanza como práctica social realizada en un contexto no institucional de escolarización.

Por tanto, la actividad educativa es una actividad práctica institucional en la que destaca el contexto social del aula, el propio centro y su zona comunitaria, que deben ser analizadas desde las perspectivas micropolíticas. Las perspectivas que se han sucedido en el enriquecimiento semántico-didáctico del concepto de enseñanza atienden a una serie de etapas:

Etapas en la Evolución del Concepto de Enseñanza

  • 1ª Etapa: Desde esta perspectiva, la función de la escuela y la práctica docente es transmitir a las nuevas generaciones conocimientos disciplinares de nuestra cultura, centrándonos en los contenidos disciplinares más que en las habilidades o en los intereses de los alumnos.
  • 2ª Etapa: El conocimiento de las disciplinas requiere esquemas de recepción en los individuos. El alumno que carece de esquemas no puede relacionar el conocimiento con sus esquemas de comprensión.
  • 3ª Etapa: La enseñanza como entrenamiento de habilidades y hábitos.
  • 4ª Etapa: La enseñanza como manejo de situaciones didácticas, desde las cuales los tipos de acciones se condicionan al aprendizaje previsto.
  • 5ª Etapa: La enseñanza como orientación del aprendizaje.
  • 6ª Etapa: La enseñanza como experiencia extra e intraescolar.

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