Concepto de ciencias de la educación


SENSIBILIDAD: La sensibilidad es la facultad más baja (pero no por eso menos importante) del conocimiento humano que nos permite conocer a través de los sentidos, distintos fenómenos del mundo material. Las condiciones trascendentales de la sensibilidad que posibilitan el conocimiento son el espacio y el tiempo, intuiciones puras de la sensibilidad. La manera carácterística en la que se da el conocimiento sensible son las intuiciones.

 ENTENDIMIENTO: Es la facultad del conocimiento humano que trabaja con conceptos. El material heterogéneo e indeterminado que aporta la sensibilidad, es transformado por el entendimiento de tal forma que el simple fenómeno se transforma en objeto propiamente dicho, mediante la aplicación de los conceptos. Cuando estos conceptos son puros (es decir, a priori)
Se llaman categorías. El entendimiento, por tanto, va analizando el fenómeno tratando de aplicar alguna de sus categorías al mismo, aspirando a la comprensión.
Kant no le da más importancia al entendimiento que a la sensibilidad. Ambos deben colaborar para que se pueda dar el conocimiento, tal y como aparece recogido en una de las frases más citadas de la Crítica de la razón pura: “Los conceptos sin intuiciones son vacíos, las intuiciones sin conceptos son ciegas.” El resultado al que llega el entendimiento es el objeto de conocimiento sobre el que es posible formular juicios.

 RAZÓN: Es la tercera facultad de conocimiento, que se encarga de relacionar los juicios entre sí, buscando nuevos juicios más abstractos, con más capacidad comprensiva. La tarea de la razón es descubrir nuevo conocimiento combinando entre sí los juicios creados por el entendimiento. La razón busca ir más allá de los límites del entendimiento, y esto lo hace pensando (no conociendo) mediante ideas. La tarea de la razón corre el peligro constante de ir más allá de su capacidad: cuando el punto de partida no es el objeto, sino las ideas. La razón crea argumentos, teorías e ideas que no pueden contrastarse con la realidad y por tanto carecen de validez. Esto es precisamente lo que ocurre con la metafísica.

 TRASCENDENTAL: dentro de la filosofía kantiana hace alusión a las condiciones necesarias para que pueda haber conocimiento. Incluiría, por ejemplo, el espacio y tiempo como formas a priori de la sensibilidad y las categorías del entendimiento. Estas estructuras son constitutivas del sujeto trascendental de conocimiento.

 FACTUM DE LA CIENCIA: Kant parte de lo que llama el “factum” de la ciencia, es decir, de aquellas disciplinas que, sin lugar a dudas son “ciencias” de hecho de manera indiscutible. Estas son la Física y las Matemáticas. ¿Qué es lo que las caracteriza? Pues que en ellas encontramos “juicios sintéticos a priori”, es decir, juicios que amplían nuestro conocimiento y que son “universales y necesarios”.

 INNATO: Es una estructura de conocimiento previa a la experiencia empírica. Es importante destacar que para Kant no hay ideas innatas tal y como las podía entender, por ejemplo, Descartes. La clave del innatismo no reside en una idea concreta, sino en una estructura del conocimiento humano que forma parte del sujeto. Así, son innatas las formas a priori de la sensibilidad (el espacio y el tiempo) y las doce categorías del entendimiento. Estas estructuras, junto a la razón, forman parte de lo que Kant llama sujeto trascendental. En consecuencia, lo innato es la forma del conocimiento, la estructura que “recibe” la realidad, pero no una idea determinada.

 A PRIORI: anterior a la experiencia. Los juicios a priori son aquellos que se pueden formular antes de conocer el objeto del que se habla. Buena parte del conocimiento a priori es también analítico, es decir, el predicado no añade información al sujeto. El conocimiento a priori es propio de la lógica y las matemáticas. Sin embargo, no todo el conocimiento a priori se mueve el terreno de las ciencias formales. Precisamente la tesis fuerte de la Crítica de la razón pura de Kant es que existe conocimiento a priori relacionado con la experiencia, y formulado en lo que Kant llama juicios sintéticos a priori. Estos juicios previos a la experiencia son posibles porque el sujeto de conocimiento somete la experiencia particular a sus estructuras innatas y universales de conocimiento lo cual permite generalizar esa experiencia y elaborar una ley. De esta forma es posible afirmar, a priori, cuándo habrá un eclipse lunar o cuál será la velocidad de un objeto sometido a una fuerza determinada.

 A POSTERIORI: posterior a la experiencia. El conocimiento basado en la experiencia se formula en juicios sintéticos a posteriori, en los que el predicado sí que añade información al sujeto. Es decir, gracias al conocimiento a posteriori podemos saber y describir cómo son las cosas aquí y ahora. El conocimiento a posteriori, cuando no está organizado o sistematizado por alguna idea, es el propio de la vida cotidiana, por lo que resulta esencial para el ser humano, aunque carece de validez científica.

 INTUICIÓN: Es el conocimiento directo e inmediato de los objetos. Existe, por tanto, para Kant una intuición sensible que sería la experiencia empírica que tenemos de las cosas, de la naturaleza, del mundo que nos rodea. Con este concepto empieza la llamada “revolución copernicana” de Kant que consiste precisamente en plantear cómo los objetos han de ajustarse a la intuición.

 CATEGORÍA: Es la herramienta principal que utiliza el entendimiento para pensar el fenómeno. Serían conceptos puros, vacíos de contenido y que necesitamos para comprender la naturaleza. Kant ofrece un listado de las que serían las 12 categorías del entendimiento (agrupadas de tres en tres, según la “cantidad”, la “cualidad”, la “relación” y la “modalidad”).

 IDEA: La idea es una construcción abstracta de la razón, que parte de datos empíricos concretos para englobarlos o subsumirlos en un concepto abstracto. Las ideas van más allá de los meros conceptos y buscan alcanzar lo incondicionado. Pero la razón humana fracasa en este intento, al verse envuelta, de manera constitutiva en contradicciones que le impiden alcanzar un conocimiento objetivo. Mediante las ideas, por tanto, podemos pensar, pero no conocer. 

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