Conceptos Fundamentales de Biología: Evolución y Anatomía Humana


Teorías de la Evolución Biológica

Lamarckismo: La Primera Teoría Evolucionista

Jean-Baptiste Lamarck fue el primero en oponerse a la inmutabilidad de las especies. Sostenía que todas las especies evolucionan de forma gradual y continua a lo largo de su existencia. Esta evolución partía desde los organismos más pequeños y simples hasta los animales y plantas más complejos. Los seres vivos cambian hacia la complejidad y el progreso, lo que resulta en la transformación de las especies.

Principios Fundamentales del Lamarckismo:

  1. Tendencia a la complejidad: Según esta teoría, los seres vivos tienen un impulso interno hacia la perfección y la complejidad. Se adaptan a los cambios del ambiente, provocando la aparición de órganos nuevos que, supuestamente, pasan a sus descendientes.
  2. Aparición de adaptaciones (Uso y Desuso): La necesidad provoca la aparición de órganos nuevos, y cuando se deja de usar algún órgano, este se atrofia y desaparece. Se trata de la hipótesis del uso y desuso, que se suele simplificar con las expresiones: “la función crea el órgano” y “el órgano que no se utiliza se atrofia”.
  3. Herencia de los caracteres adquiridos: Los caracteres adquiridos durante la vida del individuo se conservan y se transmiten a la descendencia. Esta idea está arraigada en la cultura popular, incluso hoy día se mantiene en muchas personas.

El Caso de las Jirafas según Lamarck:

Lamarck explicaba que las jirafas, al esforzarse por alcanzar las hojas más altas, estiraban sus cuellos y patas. Como sus descendientes en la siguiente generación ya nacían con el cuello y las patas un poco más largos, según el principio de herencia de los caracteres adquiridos, estarían mejor adaptados y podrían seguir esforzándose en estirar sus miembros. A medida que pasaba el tiempo y se sucedían las generaciones, estos animales se iban pareciendo más a las jirafas actuales.

Inconvenientes del Lamarckismo:

La teoría de Lamarck tuvo un gran mérito al proponer la evolución; sin embargo, se equivocó al suponer que las características adquiridas son heredables. Estas son características producidas por el ambiente, no por los genes, por lo que no pueden heredarse.

Darwinismo: Evolución Basada en la Selección Natural

La Revolución Darwiniana:

A los 22 años, Charles Darwin viajó alrededor del mundo en el Beagle, visitando Sudamérica y muchas islas (Malvinas, Galápagos, Tahití, Nueva Zelanda, Australia, Mauricio) en las que se convenció de la evolución y diversidad de los organismos. Durante más de 20 años, investigó y recogió pruebas de la evolución de las especies. A partir de estas observaciones, Darwin se dio cuenta de que estas diferencias podían estar conectadas con el hecho de que cada especie vivía en un medio natural distinto, con diferente alimentación.

Darwin observó que las islas estaban aisladas entre sí, pero que las diferentes especies provenían de un antecesor común. Esto le hizo empezar a formular su teoría sobre el origen de las especies y la evolución de los organismos. Su teoría sobre la evolución la plasmó en su libro: “El Origen de las Especies”, basada en la selección natural y la supervivencia de los mejor adaptados a su entorno.

Bases del Darwinismo:

La teoría de Darwin se basa en tres principios:

  1. La elevada capacidad reproductiva de los seres vivos: Las especies suelen tener mucha más descendencia de la que sobrevivirá y llegará a hacerse adulta. La población de una especie no aumenta de forma exponencial por muchos factores, entre ellos porque los recursos alimenticios son limitados.
  2. La variabilidad en la descendencia: Los individuos de una misma especie son parecidos, pero no idénticos entre sí; hay variabilidad de caracteres. Estas diferencias son mucho más acusadas en los seres vivos con reproducción sexual, en los cuales los hijos no son copias de los padres.
  3. La selección natural de los individuos de una especie: Entre los miembros de una especie se establece una “lucha por la supervivencia”, sobre todo si los recursos son escasos por la superpoblación. Solo los que están mejor adaptados consiguen sobrevivir y reproducirse.

Anatomía y Fisiología Humana

El Sistema Digestivo

Órganos del Tubo Digestivo:

  • Boca: Donde comienza la digestión; se trituran los alimentos y se mezclan con la saliva.
  • Faringe: Conducto común con el sistema respiratorio. Dirige el alimento hacia el esófago.
  • Esófago: Tubo muscular que transporta el alimento desde la faringe hasta el estómago mediante movimientos peristálticos.
  • Estómago: Mezcla el alimento con jugos gástricos. Inicia la digestión de proteínas.
  • Intestino Delgado: Compuesto por duodeno, yeyuno e íleon. Aquí ocurre la mayor parte de la digestión y absorción de nutrientes.
  • Intestino Grueso: Incluye ciego, colon y recto. Absorbe agua, forma las heces y las expulsa por el ano.
  • Ano: Orificio final por donde se eliminan los residuos no digeridos.

Órganos Accesorios del Sistema Digestivo:

  • Glándulas Salivales: Producen saliva que comienza la digestión de almidones.
  • Hígado: Produce bilis, que emulsiona las grasas.
  • Vesícula Biliar: Almacena y libera la bilis al intestino delgado.
  • Páncreas: Secreta enzimas digestivas y bicarbonato al intestino delgado.

El Oído Humano

El oído se divide en tres partes principales: oído externo, oído medio y oído interno.

Oído Externo:

Está constituido por el pabellón auditivo (oreja), el conducto auditivo externo y el tímpano. Las ondas sonoras son recogidas por el pabellón, que las conduce a través del conducto auditivo hacia la membrana del tímpano.

Oído Medio:

Es una cavidad limitada por el tímpano por un lado y por la base de la cóclea por el otro. En su interior hay tres huesecillos, denominados martillo, yunque y estribo. La cabeza del martillo se apoya sobre el tímpano y transmite vibraciones a través del yunque al estribo. A su vez, este último se apoya en una de las dos membranas que cierran la cóclea, la ventana oval.

Oído Interno:

Es una cavidad hermética cuyo interior está anegado por un líquido denominado linfa. Consta de tres elementos: los canales semicirculares, el vestíbulo y la cóclea. Los canales semicirculares no tienen relación directa con la audición, sino con el equilibrio. Las vibraciones de la ventana oval del vestíbulo son transformadas en la cóclea. Las señales de la cóclea son codificadas y transformadas en impulsos electroquímicos que se propagan por el nervio acústico hasta llegar al cerebro.

El Proceso de Audición:

  1. El sonido es recogido por el oído externo y canalizado a través del conducto auditivo externo hasta llegar al tímpano.
  2. El tímpano convierte el sonido entrante en vibraciones.
  3. La cadena de huesecillos (martillo, yunque, estribo) se pone en movimiento por las vibraciones, transfiriéndolas a la cóclea.
  4. El fluido en la cóclea comienza a moverse, estimulando las células ciliadas.
  5. Las células ciliadas crean señales eléctricas que son recogidas por el nervio auditivo. Las células ciliadas del extremo superior de la cóclea envían el sonido de baja frecuencia, y las células ciliadas del extremo inferior envían el sonido de alta frecuencia.
  6. El cerebro interpreta las señales eléctricas como sonidos.

El Sistema Reproductor Humano

El gameto masculino y el gameto femenino se unen en el sistema reproductor femenino y conforman un nuevo individuo. Tanto el sistema reproductor masculino como el femenino son esenciales para la reproducción. La mujer necesita que un hombre fertilice su óvulo, aunque es ella quien lleva la descendencia durante el embarazo y el parto. Durante la pubertad, los órganos de los aparatos reproductores femenino y masculino maduran. A partir de ese momento, los hombres y las mujeres son fértiles y pueden reproducirse.

Partes del Aparato Reproductor Femenino:

  • Ovarios: Producen óvulos y hormonas sexuales femeninas (estrógeno y progesterona). Cada ovario pesa alrededor de 15 gramos y comunica con una trompa de Falopio que desemboca en el útero.
  • Trompas de Falopio: Tubos que comunican los ovarios con el útero, lugar donde se produce la fecundación. Miden aproximadamente 10 centímetros de largo y son muy estrechas, con un pequeñísimo canal interno. En su extremo, una zona de bordes irregulares envuelve al ovario sin conectarse totalmente. Los diminutos pelos del recubrimiento del tubo empujan el óvulo hacia el útero.
  • Útero: Su función es albergar el embrión durante 9 meses, nutrirlo y protegerlo en las distintas etapas de la gestación. Es un órgano muscular hueco, de paredes gruesas, con capacidad de expandirse durante el embarazo. Cuando una mujer no está embarazada, mide tan solo 7,5 centímetros de largo y 5 centímetros de ancho.
  • Vagina: Un tubo muscular hueco que comunica el cuello del útero con el exterior. Mide de 8 a 12 centímetros en una mujer madura y puede expandirse y contraerse. Es el lugar donde se introduce el pene durante las relaciones sexuales y el canal de parto.
  • Vulva: Parte exterior del aparato reproductor femenino, ubicada entre las piernas. Está formada por los labios mayores y menores y el clítoris. Cubre la abertura que conduce a la vagina y a otros órganos reproductores internos.
  • Cuello Uterino (Cérvix): Conecta la vagina con el útero. Tiene paredes fuertes y gruesas, con una abertura muy pequeña que puede expandirse considerablemente durante el parto.

A diferencia del hombre, la mujer tiene el sistema reproductor ubicado íntegramente en la pelvis.

El sistema reproductor femenino permite que una mujer: produzca óvulos, tenga relaciones sexuales, proteja y nutra el óvulo fertilizado hasta que se desarrolle completamente y dé a luz.

Partes del Aparato Reproductor Masculino:

Parte Externa:
  • Escroto: Bolsa formada por la piel que cubre y protege los testículos.
  • Pene: Órgano copulador, capaz de llevar los espermatozoides hasta la vagina de la mujer. Está protegido por el prepucio. Se compone de una raíz, un cuerpo y un extremo denominado glande, al que se une por un tirante de piel llamado frenillo. Contiene la parte final de la uretra y un sistema de erección formado por tejido cavernoso.
Parte Interna:
  • Uretra: Conducto encargado de conducir los espermatozoides durante la eyaculación.
  • Glande: Parte terminal y más abultada del pene.
  • Testículos: Son las glándulas encargadas de producir los gametos masculinos (espermatozoides) y las hormonas sexuales masculinas (testosterona). De color blanquecino, superficie lisa y forma ovalada, se encuentran suspendidos en la bolsa escrotal por los cordones espermáticos. Están formados por numerosos lóbulos testiculares (aproximadamente 250), separados por tabiques, que confluyen en un ovillo del que salen unos conductos enrollados, llamados túbulos seminíferos, que continúan hasta el epidídimo.
  • Conductos Deferentes: Allí se almacenan los espermatozoides y se transportan al exterior, comunicándose con la uretra.

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