1. Delimitación de Conceptos Clave
El desarrollo armónico del niño se logra si se da respuesta a sus necesidades físicas y sociales, que incluyen:
- Cuidados biológicos.
- Un entorno rico en estímulos.
- El juego como herramienta de aprendizaje.
- El establecimiento de vínculos afectivos sólidos.
Los vínculos afectivos están formados por dos componentes principales:
- Emociones: Estados afectivos agudos y poco duraderos, generalmente acompañados de repercusiones orgánicas.
- Sentimientos: Estados afectivos más duraderos y estables, asociados a ideas, recuerdos y experiencias.
2. Características de la Afectividad Infantil
La afectividad durante la infancia presenta rasgos muy particulares:
- Explosiva y descontrolada: El niño aún no ha desarrollado el control sobre sus reacciones emocionales.
- Intensa y polarizada: Las emociones son muy fuertes pero breves. El niño distingue principalmente entre estados de bienestar y malestar (le gusta o no le gusta).
- Sin conexión aparente entre estímulo y respuesta: Inicialmente, el niño reacciona emocionalmente sin una comprensión consciente de la causa.
- Sin recuerdo de la causa: No se retiene en la memoria el motivo que originó la emoción.
- Predominio de emociones sobre sentimientos: Prevalecen las emociones inmediatas y reactivas. Los sentimientos, que requieren elaboración cognitiva y memoria, se desarrollan más tarde.
- Función comunicativa: El llanto y la sonrisa son las primeras herramientas de comunicación del bebé para expresar sus necesidades y estados internos.
3. Evolución de las Primeras Emociones
- Del nacimiento a los 2 meses:
No hay una relación clara entre el estímulo y la expresión emocional. Las reacciones están ligadas a sensaciones orgánicas, con un predominio de las sensaciones de malestar. La primera emoción reconocible es la angustia. - A partir de los 2 meses:
Comienzan a predominar las sensaciones de placer. Aparece el gozo o la alegría como respuesta a estímulos agradables. - A los 3 meses:
Surgen emociones más diferenciadas como la tristeza, el enfado y la aversión o asco. - A los 8 meses:
Aparecen el miedo y el afecto hacia figuras conocidas. El bebé puede mostrar sorpresa e indicios de orgullo o presunción.
4. El Apego: El Vínculo Fundamental
Se define como el lazo afectivo que el niño o niña establece con un número reducido de personas y que le impulsa a buscar la proximidad y el contacto con ellas a lo largo del tiempo.
4.1. Características del Apego
- Conductas observables: El niño busca conseguir o mantener la proximidad con su figura de apego a través de llamadas (llanto, balbuceo), contacto íntimo, vigilancia visual y conductas motoras de aproximación y seguimiento.
- Representaciones mentales: Se construye un modelo interno de la relación que incluye recuerdos, el concepto de la figura de apego y expectativas sobre su disponibilidad y apoyo incondicional.
- Emociones y sentimientos: La proximidad genera seguridad, bienestar y placer, mientras que la separación provoca angustia y miedo.
- Interacciones rítmicas: Las rutinas y la predictibilidad en la interacción (como en la alimentación o el juego) crean seguridad.
- Relación asimétrica: El cuidador principal proporciona cuidado y seguridad, mientras que el niño es el receptor.
- Especificidad: Es una relación única y especial, diferente a otras interacciones sociales.
- Evolución constante: El vínculo de apego se modifica y adapta con el tiempo y el desarrollo del niño.
4.2. Teorías Fundamentales del Apego
Harlow
A través de sus estudios con monos, descubrió que las crías buscaban el cariño y el contacto físico de una madre sustituta de felpa por encima de la comida que ofrecía una madre de alambre. Demostró que el afecto es una necesidad básica y universal.
John Bowlby
Observó a niños privados de una figura materna y desarrolló la Teoría del Apego. Sostuvo que el vínculo con la madre o cuidador principal es esencial para un desarrollo emocional sano y para la supervivencia.
Spitz
Investigó a bebés en orfanatos y describió el síndrome de hospitalismo, demostrando que la falta de afecto y contacto emocional provoca graves retrasos en el desarrollo físico y psicológico, incluso cuando las necesidades biológicas están cubiertas.
4.3. Funciones del Apego
- Favorecer la supervivencia del individuo.
- Buscar y proporcionar seguridad emocional.
- Ofrecer y regular la cantidad de estimulación necesaria para el desarrollo.
- Fomentar la salud física y psíquica.
- Sentar las bases para el desarrollo social futuro.
4.4. Fases en la Evolución del Apego
- Fase de sensibilización social indiscriminada (0 – 3 meses): El bebé reacciona de forma positiva ante cualquier persona que le ofrezca cuidados y estímulos, sin mostrar preferencias.
- Fase de sensibilización social discriminada (3 – 7 meses): El niño muestra una interacción privilegiada con las figuras familiares, especialmente la madre, pero todavía no rechaza a los extraños.
- Fase de apego centrado (8 – 12 meses): Se establece una vinculación clara y una preferencia evidente por la figura de apego principal. Aparece el miedo a la separación y la ansiedad ante los extraños.
4.5. Tipos de Apego (Experimento de Ainsworth)
Mary Ainsworth, a través de su experimento de la «situación extraña», identificó dos grandes tipos de apego: seguro e inseguro, este último con variantes.
Apego Seguro
- Ante la separación: El niño protesta (disminuye la exploración y busca ansiosamente a la madre).
- Ante el reencuentro: Muestra alegría, activa sus conductas de apego y se reconforta rápidamente, volviendo pronto a la exploración.
- Relaciones sociales: Son abiertas y confiadas con educadores y otros niños, facilitando una rápida adaptación a la escuela infantil.
- Cuidadores: Suelen ser madres receptivas, afectivas y que atienden consistentemente a las necesidades de sus hijos.
Apego Inseguro Evitativo
- Ante la separación: El niño no llora ni protesta visiblemente. Ha aprendido a suprimir su malestar porque no espera recibir ayuda de su figura de apego.
- Ante el reencuentro: Evita el contacto con la madre.
- Relaciones sociales: Tienden a ser distantes y desconfiadas. Aunque protestan poco en el periodo de adaptación, pueden presentar problemas más tarde.
- Cuidadores: Suelen ser madres poco expresivas y con tendencia a evitar el contacto físico con sus bebés.
Apego Inseguro Ambivalente o Resistente
- Ante la separación: Muestra una ansiedad muy intensa y una exploración mínima.
- Ante el reencuentro: Busca el contacto pero al mismo tiempo se resiste a él (se muestra enfadado o pasivo). No se consuela fácilmente.
- Cuidadores: Suelen ser madres que responden de manera inconsistente a las necesidades del niño.
Posteriormente, Main y Solomon añadieron un cuarto tipo:
Apego Desorganizado
Se relaciona con experiencias tempranas muy dolorosas, caóticas o atemorizantes (negligencia, abuso). Los niños con este estilo de apego se muestran confusos, asustados, apáticos y con comportamientos desorganizados y contradictorios.
4.6. Conflictos Relacionados con el Apego
A) Por la separación o pérdida de las figuras de apego
- Fase de Protesta: El niño toma conciencia de que se queda solo, activa sus conductas de apego (llanto, búsqueda) y rechaza a otros adultos. Si hay un reencuentro, aumenta su apego y el rechazo a extraños.
- Fase de Ambivalencia (separación de 1 semana a 1 mes): El niño se muestra más inactivo, con un llanto menos vigoroso. Hay una aceptación ambivalente de otros cuidadores. Si hay reencuentro, puede mostrar poco interés o incluso hostilidad.
- Fase de Adaptación (separación de más de 1 mes): El niño supera la ansiedad inicial y establece nuevos vínculos afectivos. Si se produce el reencuentro con la figura original, puede mostrar apatía y rechazo.
B) Por el deseo de participar en la intimidad de los padres
A partir de los 12 meses, el niño percibe la relación especial entre sus padres. Especialmente a partir de los 2 años, puede surgir el deseo de participar en ella, generando un conflicto al sentirse rival de uno de sus progenitores. Se resuelve cuando el niño se percibe unido a ambos.
C) Por rivalidad y apego hacia los hermanos
El nacimiento de un hermano suele intensificar las conductas de apego hacia los padres. La reacción del niño depende de factores como su edad, el número de hermanos y el lugar que ocupa.
- Del niño hacia los padres: Pueden aparecer celos, que se manifiestan en síntomas somáticos (problemas de alimentación, sueño, regresiones).
- Del niño hacia el hermano: Muestra conductas ambivalentes, que van desde los celos y la hostilidad hasta una fuerte vinculación afectiva.
- Entre hermanos: También se desarrolla una relación de apego. Los mayores cuidan a los pequeños, y en situaciones difíciles, son una base de seguridad y consuelo mutuo.
D) Por la separación de los padres
Los niños no comprenden la situación y sienten miedo, percibiendo que su familia ya no es un lugar seguro. Su entorno se vuelve confuso e inseguro.
Reacciones comunes:
- Bebés: Perciben el estado de ánimo de sus padres, lo que puede afectar a su desarrollo emocional.
- Hasta 3 años: Pueden volverse irritables, miedosos o tener regresiones a comportamientos más infantiles.
- De 3 a 6 años: Pueden sentirse culpables y cambiar su conducta (muy obedientes o muy rebeldes). El miedo al abandono es frecuente y puede derivar en ansiedad por separación.
Orientaciones para los padres:
- Explicarles y demostrarles la incondicionalidad de su amor hacia ellos.
- No manipular al niño en contra del otro progenitor.
- No discutir delante del niño.
- Evitar que se sientan culpables.
- Sinceridad: Explicar la situación sin mentir, adaptando el lenguaje a su edad.
- Escucha activa: Permitir que se sientan escuchados y comprendidos.
- Validar sentimientos: Todos sus sentimientos son válidos y deben ser respetados.
- Transmitir seguridad: Asegurarles que seguirán siendo amados y cuidados.
- No ponerlos en medio: Nunca hacerles decidir entre uno de los dos.
- Usar recursos: Leer cuentos que traten sobre el divorcio puede ser de gran ayuda.
E) Por la muerte de un familiar cercano
La comprensión de la muerte evoluciona con la edad:
- Hasta los 5 años: El niño suele entender la muerte como algo reversible, temporal e impersonal.
- A partir de los 5 años: Comienza a darse cuenta de que es un hecho definitivo y universal.
Cómo explicar la muerte a los niños:
- Utilizar términos sencillos y honestos.
- No decir que la persona «está dormida» (podría generar miedo a dormir) ni recurrir a otras mentiras.
- Explicar y compartir nuestros propios sentimientos de tristeza.
- Diferenciar entre enfermedades graves y leves para que no teman enfermar.
- Abordar con naturalidad el miedo que pueda surgir a que otras personas queridas también mueran.
Las 5 Etapas del Duelo (Elisabeth Kübler-Ross)
Aunque descritas para adultos, estas fases pueden ofrecer un marco para entender el proceso:
- Negación: Mecanismo de defensa para sobrevivir a la pérdida y asimilar la noticia.
- Ira: Sentimiento de rabia, odio o soledad que ayuda a liberar otras emociones contenidas.
- Negociación: Intento de crear una tregua entre el dolor y la realidad para recuperar el control.
- Depresión: Profunda tristeza que forma parte del proceso de curación y permite procesar la pérdida.
- Aceptación: Se asume la realidad de la pérdida como algo permanente y se aprende a vivir con ella.
4.7. Apego a Animales y Objetos Transicionales
Durante los primeros años, es común que el niño desarrolle un fuerte apego a objetos (un peluche, una manta) o a animales. El objeto transicional le aporta seguridad y consuelo, especialmente para enfrentarse a espacios o situaciones nuevas, como la hora de dormir o la entrada en la escuela.
4.8. Criterios Educativos para Favorecer un Desarrollo Afectivo Adecuado
- Estabilidad y armonía: Proporcionar un ambiente y cuidadores estables.
- Disponibilidad: Dedicar tiempo de calidad para la interacción lúdica e íntima.
- Accesibilidad: Transmitir la seguridad de que siempre estarán disponibles cuando los necesiten.
- Percepción de demandas: Mantener una actitud de escucha y observación atenta a las necesidades del niño.
- Interpretación correcta: Observar los resultados de nuestras respuestas para ajustarlas a lo que el niño realmente necesita.
- Respuesta consistente: Responder a sus demandas para que aprendan que sus peticiones son escuchadas.
- Coherencia: La incoherencia y las contradicciones en las conductas de los cuidadores generan formas de apego inseguro.
- Disciplina inductiva: Explicar por qué se acepta o rechaza una petición para fomentar la interiorización de normas.
- Actuar como modelo: Ser un ejemplo de gestión emocional y relaciones saludables.
5. El Desarrollo del Autoconcepto y la Autoestima
El concepto de sí mismo comienza con el reconocimiento del esquema corporal.
- 3-4 meses: El bebé descubre sus manos.
- 5-6 meses: Descubre sus pies.
- Final del primer año: Reconoce su imagen en el espejo, siempre que corresponda con su apariencia en ese preciso momento.
- 18 meses: Se reconocen a sí mismos aunque la imagen que se les presente no sea la que tienen en ese instante (por ejemplo, en una foto).
- A partir de los 2 años y medio aprox.: Aparece definida la identidad personal, que es el juicio que la persona hace sobre sí misma.
Durante la primera infancia, el autoconcepto presenta limitaciones:
- No son conscientes de que los rasgos de la identidad son permanentes.
- Se describen a sí mismos y a los demás por características externas y visibles.
- Su descripción puede cambiar de un momento a otro.
A partir del autoconcepto se forma la autoestima, que es la valoración positiva o negativa que cada persona hace de sí misma. Se adquiere a través de las experiencias vividas y de lo que los demás nos comunican. Junto a la autoestima aparece la vergüenza o el sentimiento de inferioridad.
