Descartes: Meditaciones Metafísicas


OBJETIVOS

  • Alcanzar un sistema de proposiciones en donde no se dé por supuesto nada que no sea evidente en sí mismo
  • Alcanzar un conocimiento teórico, seguro e indubitable empleando la razón para conducirse rectamente a la verdad
  • Identificación entre el modelo de la matemática y la filosofía, la certeza de las deducciones de la matemática deben aplicarse a la filosofía

PRIMERA MEDITACIÓN

Hace falta destruir de raíz las opiniones falsas para empezar de bases sólidas para formar un sistema firme y permanente.

Las rechazará no demostrando que sean falsas sino que todas las que le generen algún tipo de duda.

No atacará a cada opinión sino a sus raíces, sus principios y así se caerán todas juntas.

Los sentidos son engañosos, no hay que confiar en aquello que nos engañó. Nos engañan en lo pequeño y en lo lejano, pero hay cosas de las que no se puede dudar aun si las percibimos a través de ellos (que estoy aquí, que estoy sentado al lado del fuego, vistiendo ropa de invierno, etcétera). PERO si estoy loco, pienso que una realidad falsa es cierta. “pero ésos son dementes, y yo mismo parecería igualmente más loco que ellos si me aplicase sus ejemplos”

ARGUMENTO

Los sueños son a veces tan verosímiles como la vigilia y no tengo indicios para poder diferenciarlos. PERO por más que esos actos particulares no sean ciertos el sueño muestra varias cosas que si son verdades, los ojos, cabezas, manos, etc. pueden ser imaginarios pero se representan de otros verdaderos más simples y universales. Se crean imágenes de las cosas que existen en nuestros conocimientos. Estas cosas pueden modificarse (en sueños creo) en complejidad, la cantidad o la magnitud y el número de estas, el lugar en que estén, el tiempo que duren, etc.

CONCLUSIÓN

Las disciplinas que dependen de la consideración de cosas compuestas (física, astronomía, medicina) son dudosas y las disciplinas como aritmética y geometría que dependen de lo simple y general son ciertas e indudables (porque estando despiertos o dormidos, 2+3=5).

ARGUMENTO Dios es omnipotente y me creó como soy. Tranquilamente me podría hacer creer que todas las cosas que creo que existen en realidad no existen, Dios podría inducirme a errar. CONTRAARGUMENTO (¿?) PERO Dios es sumamente bueno, no me habría creado para engañarme. (Según qué tan potente sea Dios más o menos perfecto seré y más o menos me equivocaré, según hasta dónde llegue el control que tiene el creador en mi vida).

Todas aquellas cosas que juzgaba antaño verdaderas no existe ninguna sobre la que no se pueda dudar.

Descartes quiere acordarse de estas advertencias porque sino siempre cae en volver a sus opiniones sin darse cuenta. Aunque también ellas tienen su parte de dudas, es más razonable creerlas que negarlas. Él se ocupa de conocer, no de actuar.

Ahora si Dios es óptimo y fuente de verdad, podría haber algún genio maligno que se empeñe en hacerlo errar. Si él no puede conocer entonces la verdad, procurará no dar fe a cosas falsas y evitar que el engañador le inculque nada. Pero esto requiere mucho trabajo y le da miedo que tanto esfuerzo le haga deslizarse sus antiguas creencias.

SEGUNDA MEDITACIÓN

Queda turbado por su primera meditación, afirma que tomará como falso todo lo que por muy pequeño le genere duda.

Continuará así hasta que conozca algo cierto, o al menos, si no otra cosa, sepa de un modo seguro que no hay nada cierto.

Si supongo que todo es falso, quizá solamente no hay nada seguro. ¿Pero cómo puedo saber que no hay nada distinto de lo que no dudo? Por ahí hay un Dios o genio maligno que me introdujo esos pensamientos. Pero si yo soy el promotor de ellos, yo soy algo. Pero negué que yo tuviera algún sentido o cuerpo ¿Qué soy? Dependo para existir de mi cuerpo y mis sentidos, me persuadí de que la tierra, el cielo, la mente y el cuerpo eran falsos, pero me persuadí a mí entonces existo. Por más que un genio maligno me engañe me está engañando a mí, por lo que yo existo. Cada vez que digo o concibo que existo tiene que ser verdad. (Aunque no sé quién soy)

Antes yo creía que era un hombre (un animal racional). Pero no sé qué es un animal ni qué es racional, y le tomaría demasiado tiempo deslizarse de un tema a varios más difíciles y no tiene tiempo.

Siguiendo las indicaciones de la naturaleza se le ocurría que tenía cara, manos, brazos y que todo ese mecanismo formaba un cuerpo. Se le ocurría también que se alimentaba, comía, sentía y pensaba lo que refería al alma. No dudaba de que era esa alma o ese cuerpo.

Definiría al cuerpo como: o todo aquello que está determinado por alguna figura, circunscrito en un lugar, que llena un espacio de modo que excluye de allí todo otro cuerpo, que es percibido por el tacto, la vista, el oído, el gusto, o el olor, y que es movido de muchas maneras, no por sí mismo, sino por alguna otra cosa que le toque”

Pero si existe el engañador no puedo afirmar poseer nada de eso. ¿Puedo sentir? Para sentir necesito al cuerpo y puedo sentir durmiendo. ¿Puedo pensar? El pensamiento existe, “yo soy, yo existo”. Si dejo de pensar, dejo de existir. Soy una cosa que piensa (una mente, un alma, un intelecto, una razón). Soy una cosa cierta y existente que piensa.

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